Estas son las reglas del snooker

El billar es uno de los juegos más populares en todo el mundo. Se trata de uno de lo que los anglosajones denominan "deportes de pub". Esto es, pasatiempos basados en la habilidad que no requieren una preparación física determinada y que, tradicionalmente, se suelen jugar en los bares. Igual que los dardos o, más específicamente en nuestro país, el futbolín. La versión más extendida en España es el llamado billar americano: el de las bolas lisas y rayadas. Aquel en el que la partida se termina si la bola negra entra en una tronera.

Sin embargo, existen más tipos de billares y juegos asociados. Aquel que ha logrado conseguir un mayor estatus es el conocido como snooker. Tanto que ha trascendido el sufijo "de bar" para convertirse en un deporte de pleno derecho. Con campeonatos del Mundo, retransmisiones televisivas y una afición establecida. Especialmente en el mundo anglosajón, todo hay que decirlo.

En realidad, sus orígenes no tienen nada que ver con el de un juego popular. Se retrotraen a 1875, cuando el oficial de la Marina británica Neville Francis Fitzgerald Chamberlain fusionó las reglas del black pool y el pyramid pool para crear un nuevo juego de billar. Desde el inicio se consideró un juego de caballeros, algo que todavía se refleja en el vestuario de sus jugadores, ¿en qué deporte los deportistas llevan pajarita?, o en el silencio reverencial en el que se realiza cada jugada, igual que sucede en el tenis por ejemplo.

El snooker es un juego de billar consistente en meter bolas en las troneras con un taco. En total hay 21 bolas de colores (15 rojas, una amarilla, una verde, una marrón, una azul, una rosa y una negra). Además, se juega con una bola blanca que es utilizada por los jugadores de forma alternativa para golpear al resto de bolas. El objetivo es conseguir más puntos que el rival, aunque estos se pueden conseguir tanto introduciendo bolas en las troneras como consiguiendo penalizaciones del oponente.

Algo muy importante es que no todas las bolas poseen el mismo valor. Esto complica más las reglas y, sobre todo, ofrece espacio para la estrategia. Este es el valor de cada bola:

La mecánica de juego es por turnos. Primero inicia un billarista, que deberá golpear y embocar una bola roja. Si lo consigue, debe nombrar una bola de color e intentar meterla en una de las troneras. Si lo consigue, se recoloca en la mesa, en su punto de origen, y el jugador continuará jugando, teniendo que ir a por otra bola roja. La secuencia bola roja bola de color se repite hasta que el jugador falla, momento en el que pierde el turno.

Una vez que todas las bolas rojas están en las troneras, entonces se jugarán las bolas de color de menor a mayor en su puntuación, siendo la negra la última. Una vez embocadas, en esta ocasión sí serán retiradas de la mesa.

Además, existen penalizaciones por meter la bola blanca, por tocar una bola que no toca, por no tocar bola, por hacer salir una bola fuera de la mesa, por introducir dos bolas con un solo golpe (salvo que sean rojas)… En todos estos casos, la penalización suele ser el valor de la bola tocada o el que correspondía tocar, siempre decantándose por la penalización mayor.

De inicio, las bolas rojas se colocan en forma de pirámide a un extremo de la mesa. En el vértice de dicha pirámide se sitúa la bola rosa. Por su parte, la bola negra se coloca detrás de la base de la pirámide. La bola azul va en el centro de la mesa, mientras que, al otro extremo de la pirámide, más o menos a la altura de tres cuartos de la mesa, se ponen en línea las bolas verde, marrón y amarilla. La bola blanca se sitúa de inicio detrás de la línea imaginaria formada por esas tres bolas.