AJEDREZ

"¡Vamos a por Magnus!": la increíble historia del ajedrecista de diez años que tumbó al número uno del mundo

El joven Faustino Oro logró derrotar a Manus Carlsen en una partida de 'ultra bullet', un modo supersónico de ajedrez.

Faustino Oro moviendo una pieza durante una partida de ajedrez./ABC
Faustino Oro moviendo una pieza durante una partida de ajedrez. ABC
Sebastián Fest

Sebastián Fest

"¡Vamos por Magnus!", dice Faustino Oro segundos antes de comenzar a jugar la partida de su vida. "Si pierdo esto me tengo que retirar del ajedrez", se le escucha decir al argentino poco después en la transmisión de su canal de streaming, 'Fausti Chess', en el que se lo ve comentar sus propias partidas mientras va jugando.

Oro, de diez años, no perdió aquella partida. Ganó, derrotó al mejor de todos en una partida ultra bullet, algo así como el ajedrez supersónico, solo un minuto por jugador y sin agregado de tiempo. En este caso, en la plataforma chess.com.

¿El vencido? El noruego Magnus Carlsen, número uno del ranking y al que muchos consideran el mejor ajedrecista de todos los tiempos. El 24 de marzo de 2024 es ya un hito en la historia del ajedrez.

"Fausti es el talento más grande, por lejos, que vi en mi vida", dijo a OléFabian Rosito, un maestro internacional que entrena al genio argentino del ajedrez.

En Argentina siguen su crecimiento con emoción, pero Fausttino, el niño de diez años que está revolucionando el ajedrez, vive desde hace pocos meses en España, y la prensa europea especializada ya habla del "Messi del ajedrez".

Barcelona es la nueva casa del "pibe de oro" de los tableros, que está haciendo cosas que ni siquiera lograron Garri Kasparov, Bobby Fischer o Anatoli Karpov a su edad. Tampoco Carlsen.

¿Es excesiva esa comparación? Alejandro Oro, padre de Faustino, cree que no.

"Creo que es más que justo, porque a la edad de Fausti muy pocos jugadores lograron alcanzar ese nivel de juego", dice Oro a Relevo. "Luego será otra historia, hay que ver si Fausti cuando crezca logra alcanzar el nivel de los mejores".

Hace apenas tres años que Faustino aprendió a jugar al ajedrez, pero ya es maestro FIDE y solo le falta sumar una norma internacional más para ser considerado Gran Maestro. Inédito en la historia.

"Fausti entiende el ajedrez distinto a la mayoría de los jugadores. Calcula bien y rápido, y también entrena mucho", añade el padre del prodigio.

Argentina tiene tradición en ajedrez, pero está demasiado lejos de los principales torneos y de la posibilidad de que el deporte sea no solo una profesión, sino una forma de ganar buen dinero. Los torneos y los patrocinadores se concentran sobre todo en Europa, y hacia allí apuntó el matrimonio Oro, con Faustino, Joaquín y Francisco, los otros dos hermanos que también juegan al ajedrez.

"En Argentina hay muy pocos torneos en los que jueguen Grandes Maestros, de hecho sólo un puñado juega torneos abiertos. Si Fausti quiere seguir progresando, tiene que jugar contra jugadores más fuertes y acá tiene la competencia que necesita", explica Alejandro.

Instalarse en España fue una decisión que los Oro consensuaron con sus hijos, no fue impuesta. Y, a sus diez años, Faustino decide si compite o no, si descansa, juega con sus amigos o entrena. Sus padres quieren que el ajedrez sea siempre un placer, no una carga.

"Él decide todo lo referente al ajedrez. Qué torneos juega y si quiere descansar o jugar".

Que un prometedor argentino al borde de entrar en la adolescencia deje su país para instalarse en Barcelona es una historia que suena más que prometedora. No es la primera vez que sucede.

Alejandro sonríe por la referencia a Lionel Messi. "Es solo la casualidad de que nosotros también nos vinimos a Barcelona".

Si un niño de diez años derrota al mejor del mundo en una partida ultra bullet, ¿significa que lo puede derrotar en otras modalidades, qué es mejor que él?

"El 'ajedrez pensado', con partidas que pueden durar hasta siete horas, es el más tradicional, el de los matches por el título mundial, el difícilmente televisivo -salvo en Noruega-, el que llevó a generaciones a estigmatizar a los jóvenes ajedrecistas como "aburridos". Jaque mate a esa zoncera", explicó el analista Hernán Sartori en Clarín.

"Pero es el ajedrez pensado el que otorga las normas a los títulos: de maestro FIDE a gran maestro. Y en este ritmo a Fausti le queda lógicamente un largo camino por recorrer: lo comprobó en enero, cuando quedó último entre diez young masters (tal el nombre del torneo), en Arabia Saudí. Claro que algunos de sus rivales le sacaban 300 puntos de diferencia. Y esa distancia en ese ritmo se nota", concluyó Sartori.

Pablo Ricardi, gran maestro internacional, advirtió en una columna para La Nación: "Hasta donde sé, nunca, ningún ajedrecista, en toda la historia del ajedrez mundial, jugó tan bien a los diez años de edad. Faustino es el primero en el ranking mundial de los menores de diez años. Ya obtuvo el título de maestro de la FIDE (Federación Internacional de ajedrez) y es el más joven de la historia en lograrlo. Su próximo paso es conseguir el título de maestro internacional, de lo que ya está cerca; y luego el de gran maestro, título máximo de un ajedrecista".

¿Jugará Faustino un día para España, tal como decidió hacer en 2023 otro ajedrecista argentino, Alan Pichot?

Alejandro Oro dice que hay que esperar para saber si el Bernabéu del ajedrez, sea quien fuere, tiene más posibilidades que el del fútbol.

"Es una decisión que tiene que tomar Fausti, pero cuando sea más grande. Por el momento va a seguir jugando para Argentina".

Y mientras Faustino juega, sus padres viven el día a día con cierta preocupación: dejaron Argentina y dos buenos trabajos para apoyar y potenciar el sueño de su hijo. Ambos son contables y siguen sin encontrar trabajo en lo que saben hacer.