Bellator y Rizin se unen para celebrar el fin de año

La buena sintonía entre Scott Coker, presidente de Bellator, y Nobuyuki Sakakibara, presidente de Rizin, es conocida. Tienen una amistad de más de 15 años y desde 2015 comenzaron a trabajar juntos. En este tiempo se han "prestado" luchadores, pero para cerrar el 2022 han querido ir un paso más allá y enfrentarán a los mejores luchadores de sus empresas. El día de fin de año en Japón está señalado en rojo para los amantes del boxeo, las MMA y el wrestling. Siempre suele haber grandes shows y en la principal plaza del país, el Saitama Super Arena, las MMA se han establecido. Desde el 2000 este escenario alberga un gran evento de Artes Marciales Mixtas, pero lo de este 31 de diciembre será inédito.

Por primera vez dos referentes mundiales de las MMA organizan una cartelera conjunta. El presidente de Rizin propuso al de Bellator hace seis meses elegir a cinco luchadores punteros de cada lado para enfrentarlos. Sakakibara sólo puso una condición a Coker: "Quería a los mejores, nada de luchadores retirados o en camino", reconoció el estadounidense en la conferencia de prensa en la que presentaron el evento. Han cumplido. Rizin lleva a los mejores y Bellator se presenta con campeones o excampeones. Gente de primer nivel.

Patricio "Pitbull" Freire, campeón del peso pluma y quizá el principal rostro de Bellator, acudirá a Japón para enfrentarse al campeón de Bellator de su peso, Kleber Koike. AJ McKee, quien ganó en 2021 a Freire y perdió ante él en abril de este año, se enfrentará al monarca del ligero de Rizin, Roberto de Souza. Fuera de esos dos duelos estelares, destaca mucho el tercer combate entre Kyoji Horiguchi, campeón en ambas empresas, e Hiromasa Ougikubo. Horiguchi gana 2-0 en su cuenta particular. Mientras, Juan Archuleta, excampeón del gallo y con raíces españolas, se cruzará ante Kim Soo Chul. Por último, Koji Takeda (Rizin) peleará contra Gadzhi Rabadanov (Bellator). El ruso es el único luchador que Bellator presenta que no ha sido campeón, pero viene en ascenso y es una estrella de futuro.

Fuera de la igualdad que se destila de todos los combates, el evento tendrá otra particularidad que puede chocar al público occidental. Se peleará bajo las normas de Rizin, por lo que las peleas serán en un ring y no una jaula. Además, puede sorprender al público no habitual de la promoción japonesa que están permitidos cualquier patada o rodillazo en la cabeza cuando el rival está en el suelo.