MMA

Un principiante de 40 años

Maxsuel Silva estelariza, ante el polaco Siewruk, AFL 31 este sábado. El brasileño lleva una vida dedicada a los deportes de contacto, pero esta será su tercera pelea profesional.

Maxsuel Silva./AFL MMA
Maxsuel Silva. AFL MMA
Álvaro Carrera

Álvaro Carrera

"Cuando era niño, PRIDE era la referencia en cuanto a empresas de deportes de contacto. Todos queríamos llegar allí y soñábamos con ello. Nuestro juego eran 'las peleas'. No teníamos dinero. Con papel higiénico nos fabricábamos el bucal mojándolo en el agua del mar y dejando que se pusiese duro. De niño siempre estaba pensando en las peleas. Para un brasileño es algo habitual. En el colegio, en educación física, podías elegir hacer capoeira o jiu-jitsu", recuerda para Relevo Maxsuel Silva.

A sus 40 años, el brasileño lleva toda la vida dedicada a los deportes de contacto. "Soy de un pueblo pequeño y turístico, Porto Seguro (estado de Bahía, al sur del país). Allí no había mucha afición. Había gente que entrenaba, pero pocos pensaban en competir. Aún así, en gimnasios, siempre entrené con gente de nivel e iba a interclub y peleaba allí contra el que tocase", apunta. Pese a todo le costó entrar en la competición. "Mi sueño era llegar a PRIDE, pero el fallecimiento de mi padre, por una fatalidad, me hizo abandonar el deporte por completo. Era muy pequeño. En el año 2007 llegué a España con la idea de poder darle un mejor futuro a mi madre y ahí fue donde me volvió mi ilusión por el deporte", añade.

Ya en España, Silva se estableció en la provincia de Tarragona. Allí comenzó a dar clases, aunque al principio no era sencillo. "Vine a un país donde las MMA era algo muy desconocido. Tenía clases de 3 ó 4 personas como máximo. Ahora todo es muy distinto", asegura. Debido al estado del deporte en nuestro país, Maxsuel se centró en la docencia, en la que se ha convertido en una referencia. Su gimnasio, el FTT de Salou, cuenta con muchos luchadores internacionales que hacen campamentos allí.

Parecía que era tarde para pensar en una carrera para él, pero su cabeza hizo un click a finales de 2017. "Siempre he entrenado con todo el que ha venido a mi gimnasio y todos me preguntaban por qué no competía. Entregué mucho tiempo y esfuerzo con otros. Muchos, cuando estaban a punto de despegar, desistían. Han sido varias veces las que me ha pasado eso, por lo que decidí apostar por mí y probar. Sé que con mi edad no podré llegar muy lejos, pero voy a disfrutarlo", afirma.

Con esa premisa, en marzo de 2018 Maxsuel debutó de profesional. Ganó, pero arriesgó demasiado y lo pagó muy caro. "Tenía una lesión en la ingle. Peleé y gané, pero hice que algo leve se convirtiese en algo muy grave. Estuve tres años sin poder competir. Al fin el año pasado (diciembre) pude volver y ahora estoy al 100%", asevera. Centrado en buscar la continuidad, Maxsuel ha cerrado un acuerdo con AFL MMA, principal empresa en España del sector, quien le ha dado galones y le ha puesto a estelarizar AFL 31, evento que se disputa en Salou este sábado (DAZN, 21:00).

"Para mí es un sueño. Siendo extranjero, poder estar en la empresa más grande del país y cerrar un show en la ciudad que vivo… es increíble. Tengo muchas ganas", afirma. En la jaula le espera el polaco Max Siewruk, quien también tiene poca experiencia profesional, pero que sabe que está ante la oportunidad de brillar y garantizarse un futuro. Silva se lo quiere impedir y se despide con un mensaje claro: "Maxsuel Silva es un luchador que se deja todo. Soy un Pitbull (su apodo) que va sin miedo a por su objetivo. Cuando se cierra la puerta de la jaula no tengo piedad y este sábado voy a ganar".