UFC

Cannonier: el luchador de UFC que fue expulsado del ejército y dio sus primeros pasos en Alaska

Jared Cannonier es, a sus 40 años, el número 4 del ranking del peso medio. Este sábado se enfrenta, en el UFC Louisville, a Imavov. Tiene una gran historia de superación detrás.

Jared Cannonier./UFC
Jared Cannonier. UFC
Álvaro Carrera

Álvaro Carrera

Jared Cannonier es uno de los luchadores más populares de UFC. Lleva en la empresa desde enero de 2015 y en julio de 2022 llegó a disputar el título del peso medio. Tiene 40 años, pero mira la vida desde el cuarto puesto de su división. Una oportunidad titular en el futuro estaría en el horizonte, pero antes debe cumplir el sábado en el UFC Louisville (Kentucky, Estados Unidos) ante Nassourdine Imavov. Sabe que no puede desaprovechar oportunidades en la actualidad, aunque eso es algo que tiene grabado a fuego en su cabeza.

De joven, Cannonier perteneció al ejército de Estados Unidos. Le expulsaron por dar positivo en marihuana en un control antidrogas. Oriundo de Texas, se marchó muy lejos de casa para ganarse la vida. Acabó en Alaska. En la región de Anchorage, Jared encontró la estabilidad económica que necesitaba para poder mantener a su familia. Su trabajo era en la Administración Federal de Aviación de Alaska. Se encargaba del mantenimiento de las aeronaves.

Tenía un futuro, pero tras su salida del ejército se dejó ir en el plano físico. Llegó a pesar 136 kilos. En Anchorage encontró un gimnasio de jiu-jitsu y decidió acudir para intentar recuperar la forma. Había tenido algún contacto con ese arte marcial en el ejército, pero la historia quedó ahí. El cambio de vida le supuso nuevas motivaciones y en poco tiempo ya estaba compitiendo. Debutó en junio de 2011, con 27 años. Era muy tarde, pero lo que empezó como afición se acabó convirtiendo en su trabajo.

Con poco tiempo para entrenar, Cannonier peleó en el peso pesado, aunque ha reconocido en algunas entrevistas que siempre fue consciente que debía bajar de peso. Aún así, ganó sus siete primeras peleas y alzó, incluso, un título. Todo fue en ligas regionales de Alaska. Si quería crecer le tocaba irse. A finales de 2014 se marchó a Arizona para entrenar en el LAB MMA de Phoenix. En enero de 2015 debutó en UFC. Hizo dos peleas como peso pesado. Ganó una y perdió otra antes de descender al semipesado. En ese nivel debía buscar una categoría que se amoldarse mejor a su morfología. El paso era lógico, pero en el semipesado ganó tan sólo dos de cinco combates. Siguió bajando y acabó compitiendo, tras perder más de 50 kilos, en el peso medio.

Jared Cannonier (derecha) frente a Shawn Jordan en el pesaje previo al UFC 182, evento en el que debutó en la empresa. UFC
Jared Cannonier (derecha) frente a Shawn Jordan en el pesaje previo al UFC 182, evento en el que debutó en la empresa. UFC

Su nueva división era la correcta. Enlazó una racha de cinco victorias en seis pleitos para ponerse entre los mejores de la división. A tal punto llegó su nivel que llegó a disputar el título ante Israel Adesanya. Cayó con claridad, pero la comparativa, viniendo de dónde venía, era abismal. Al comenzar tarde en el deporte su edad es anecdótica. No está castigado y puede alargar su carrera. Así está haciendo. Tras caer con Adesanya ha ganado al excampeón Sean Strickland (antes de que lo fuese) y al exretador al título Marvin Vettori.

No ha sido muy regular, de hecho este sábado rompe una sequía de un año, pero sus méritos están ahí y en el estado que está la división podría ser llamado a una pelea titular en el futuro cercano. Para ello debe ganar a Imavov, quien viene en claro ascenso. Ha perdido ante Strickland, pero ha ganado cuatro de sus últimas cinco peleas. Viene de vencer, en febrero, a Dolidze. Tiene calidad, pero debe demostrarlo ante rivales de entidad y Cannonier lo es. El francés está en el octavo puesto del ranking, arriesga, pero es favorito. Aunque su base fue el suelo, el texano se ha revelado como un gran pegador. Imavov se defiende bien en ambas vertientes, por lo que el striking debería ser lo que marque todo. A los dos sólo les vale ganar, aunque uno de ellos ya lo ha hecho. The Killa Gorilla es otro ejemplo de cómo las MMA pueden cambiar una vida.