Chimaev, el futuro de la UFC que empezó a entrenar con 23 años
Khamzat Chimaev está llamado a marcar una época en las MMA. Este sábado, en el coestelar del UFC 294, se estrena en el peso medio ante su mayor examen hasta el momento, Usman. Lleva un año en blanco.

La UFC se encuentra en proceso de transformación. En los últimos meses, los campeones dominantes en los últimos años han ido dejando paso a las nuevas generaciones. La 'vieja guardia' se resiste a dejar su hueco, pero poco a poco van entrando nombres nuevos a la ecuación. En esa lista de promesas que deben marcar una época encontramos a Khamzat Chimaev en los primeros puestos. Es un luchador extraordinario, con un ascenso fulgurante y que debe refrendar todas las etiquetas que se le han puesto dentro de la jaula.
Chimaev nació en Chechenia y desde los cinco años práctica lucha olímpica. Los deportes de combate son casi una religión en esa parte del mundo. Fue un paso natural. Desde pronto, Khamzat empezó a despuntar y la competición entró pronto en su vida. A punto de cumplir 18 años, sus padres deciden mudarse a Suecia para buscar una vida mejor. Khamzat, lógicamente, se fue con ellos. El cambio de país no alejó al luchador del deporte. En Suecia despuntó todavía mas. Su facilidad para el wrestling le llevó a querer probarse en otras disciplinas: judo, sambo… y con 23 años comenzó a practicar MMA. La transición a este deporte suele costar al tratarse de una especialidad que se nutre de otras muchas. Khamzat era especial.
A los pocos meses de estar en el Allstars Training Center de Estocolmo, Chimaev debutó de amateur. Hizo tres peleas y en todas ellas terminó antes del límite con suma facilidad. Iba sobrado. Ese gimnasio es uno de los principales en Europa a nivel MMA, por lo que hay grandes luchadores en él. Rápidamente vieron potencial y en 2018 debutó como profesional. Un camino fulgurante, pero había materia prima. Dos peleas en Suecia, acabando antes antes del límite, bastaron para que una gran empresa pusiese sus ojos en él. Brave FC, principal empresa en Oriente Medio, le firmó.
Cuatro peleas en Brave FC y cuatro victorias antes del límite. No había duda: era un talento diferencial. En año y medio de carrera, el luchador se había puesto 6-0 y sólo en dos de esos pleitos necesitó llegar al segundo round. Esa superioridad hizo que nadie quisiese pelear con él. Su último pleito en 2019 fue en octubre. 2020 pintaba bien y acabó mejor. UFC instaló su base de operaciones en Abu Dhabi para poder seguir haciendo eventos en medio de la pandemia de coronavirus. Hubo oportunidades para muchos luchadores y Chimaev fue uno de ellos. Huelen el talento, pero también el peleador hizo por hacerse notar.
Debutó el 16 de julio de 2020. Sometió en el segundo asalto y se ofreció a pelear diez días después. En esa época, era bastante habitual ver bajas por covid a última hora. UFC quedó encantada y le dio la pelea. De nuevo finalizó, esta vez en el primer asalto. En septiembre volvió a pelear y necesitó 17 segundos para acabar con su oponente. La dificultad para encontrar rivales provocó que bailase entre el peso medio y el welter, finalmente decidió quedarse en la categoría más baja. Ese inicio en UFC y las palabras de su compañero de entrenamiento en Estocolmo Alexander Gustafsson provocaron que todos los focos se pusiesen sobre él.
El covid frenó su progresión. El virus le afectó mucho y valoró incluso la retirada por las secuelas que sufrió. Le costó volver a la acción más de un año. Ganó, de nuevo antes del límite, en octubre de 2021 y la gente comenzó a pedir rivales exigentes para medir su nivel real. Ocurrió en abril de 2022. Peleó contra Gilbert Burns, al que ganó, pero por primera vez tuvo que irse a las cartulinas. Esa victoria le confirmó y le convirtió en una estrella de la UFC. Tanto fue así que la empresa cerró un combate contra Nate Díaz en septiembre de 2022. Chimaev sufrió siempre para dar el peso welter y en la propia semana de pelea hubo que hacer cambios para salvarle. No iba a dar el welter. La UFC, queriendo salvar su presencia en el evento, le puso contra Kevin Holland, quien estaba programado para el mismo show. Le pasó por encima y le acabó en 133 segundos. Ese problema de peso, y los anteriores, dejó claro que Chimaev tendría que pelear en el peso medio.
Kamaru Usman mide su nivel real
El estreno de Chimaev en el peso medio llega después de mucha espera. No pelea desde septiembre de 2022 y la última semana ha sido muy extraña. Todo estaba programado para que se enfrentase a Paulo Costa. El brasileño reveló el martes que se había operado del codo un mes atrás debido a una infección por estafilococo. Pese a todo, se mantenía en el cartel. No fue así y la UFC se quedó sin coestelar (a la vez que sin estelar). Como ocurrió en el pleito más importante de la noche, la compañía quiso un bombazo y lo tuvo. Nadie esperaba a Kamaru Usman… y apareció.
El nigeriano, de 36 años, se estrena en la división tras dos derrotas consecutivas frente a Leon Edwards. El cambio supone mucho para él. Una victoria le dejaría a las puertas de disputar el título para ser campeón en dos divisiones, pero una derrota le dejaría tocado. No se quedaría en tierra de nadie al aceptar con corto aviso, pero sería un importante revés. Por su parte, para Chimaev el examen es mucho más duro. Se lleva fantaseando con este combate durante mucho tiempo, pero el cambio de división de Khamzat hacía pensar que sería inviable en el corto plazo. Las puestas están muy igualadas, pues el combate es una moneda al aire.
Boys are feeling good heading into #UFC294.@USMAN84kg and @MAKHACHEVMMA talk about their weight cut ahead of this weekend.
— UFC (@ufc) October 17, 2023
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La lógica diría que Chimaev parte con ligera ventaja ya que ha realizado una preparación completa y Usman ha evidenciado problemas en sus rodillas en su último combate (marzo 2023), pero el nigeriano cuenta con mayor experiencia en pleitos de este nivel y es uno de los luchadores más completos que ha pisado el octágono de UFC en los últimos años. Chimaev no se esperaba esta dificultad y habrá que ver cómo la afronta. Son dos excelentes wrestlers, por lo que deberían de buscar otras vías. ¿Por dónde irá la pelea? Es una auténtica incógnita. Lo que está claro es que de aquí sale el próximo contendiente al título, no hay duda. Chimaev se examina. El aprobado le convertirá, de pleno derecho, en uno de los mejores de la empresa. De nombre lo es, ahora toca demostrarlo en la jaula.