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Galones para Dolidze, el luchador que dejó el fútbol por las MMA

Roman Dolidze, número siete del ranking del peso medio, tuvo una carrera como portero en Turquía. Este sábado vive su primer estelar en UFC.

Roman Dolidze./
Roman Dolidze.
Álvaro Carrera

Álvaro Carrera

Roman Dolidze es uno de los nombres que está creciendo en el peso medio de UFC. Ha ganado seis de sus ocho peleas en la empresa. Viene de perder, pero eso no ha importado en el seno de la compañía. Le ven futuro y le han dado galones. Este sábado, en el UFC Las Vegas 85, vivirá su primer estelar. Una prueba de confianza para un hombre que con 35 años sueña con todo.

Dolidze nació en Batumi (Georgia). El deporte siempre estuvo en su vida, pero no las MMA. Jugó al fútbol durante ocho años, los tres últimos en Turquía siendo profesional (Trabzonspor y Ankaragucu). Era portero y tenía futuro, pero con 20 años decidió dejarlo. Se mudó a Ucrania, dónde comenzó a estudiar Administración y gestión de empresas. Mientras cursaba la carrera descubrió el sambo y el jiu-jitsu. Fue acumulando éxitos especialmente en los deportes de suelo y a los 28 años hizo la transición a las MMA. Le llegó una buena oferta para pelear en una liga en Ucrania y no la rechazó.

Su vínculo con Ucrania es fuerte. Montó su propio gimnasio allí y lo cerró antes de la invasión rusa. Quería centrarse en su carrera, pero no olvida el tiempo allí. Por ello, antes de su último combate visitó el país. No le importó la guerra y acudió a Odesa, donde vivía y quiso pasar tiempo con amigos y jóvenes a los que dio clases de MMA. Con ellos en el corazón acudió al UFC 286 en marzo, pero cayó ante Vettori.

Pese a esa derrota, Dolidze ha demostrado ser un luchador de primer nivel. Sigue siendo el número siete del ranking del peso medio y había aceptado enfrentarse a Cannonier en diciembre. El estadounidense causó baja y la UFC le reubicó para este sábado. No se enfrentará al cuatro del ranking, pero no rehusó arriesgarse a ir contra el 11. El triunfo le hará crecer, pero no tanto. Eso sí, perdiendo bajaría bastante más. Es arriesgado, pero necesita pelear.

Imavov, nacido en Daguestán, pero con nacionalidad francesa, llega también en una situación compleja. Perdió su penúltimo combate e hizo nulo, por un cabezazo, en el último. Antes venía con una racha de tres victorias seguidas. Tanto Imavov como Dolidze saben que el título puede estar en el horizonte, sobre todo en el caso del georgiano, a finales de año. Deben ganar y afrontar otro reto en el futuro. El favorito, por bagaje y posición, es Dolidze, aunque el pleito se prevé igualado. Son luchadores duros y con características similares. Será parejo y entretenido. Los dos se juegan mucho. Ninguno puede perder. Los focos están más en Dolidze la UFC le da la alternativa y eso puede pesar.