Israel Adesanya 'retrocede' a 2019 para salvar su status en Arabia Saudí
El nigeriano, uno de los grandes baluartes de la empresa en el último lustro, se presenta en el UFC Arabia tras una mala racha. No compite en una pelea sin título en juego desde hace seis años.
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Israel Adesanya ha sido sinónimo de oro durante el último lustro. Izzy, de 35 años, se convirtió en 2019 en uno de los principales baluartes de UFC. Hay que retroceder hasta febrero de ese año para encontrar un combate suyo en el que no hubiese título en juego y tiene trampa. En el UFC 234 fue estelarista de un PPV ganando a Anderson Silva, ese fue el momento de su despegue y en el que recibió la antorcha del hombre con el que le comparaban. No hubo título en ese pleito, pero salvó la papeleta (Robert Whittaker se cayó del pleito ante Gastelum hora y media antes del show) y brilló en un pago por evento. Palabras mayores.
Vencer al brasileño otorgó a Adesanya la oportunidad de poder pelear por su primer cinturón en UFC. Se enfrentó a Kelvin Gastelum por el título interino del welter y lo ganó. Después le tocó unificar ante Robert Whittaker, al que también ganó. Había una estrella y se confirmó durante años. Han pasado seis años y 12 peleas desde que derrotó a Silva. El nigeriano ha cumplido con creces lo que se esperaba de él, pero ahora mismo está en su ocaso. Se ve en los resultados, pero como gran campeón que ha sido se resiste a aceptarlo. Tiene un status y por él pelea este sábado en el duelo estelar del UFC Arabia Saudí.
Durante doce pleitos consecutivos, Adesanya ha estado en peleas titulares. Llegó incluso a subir al semipesado, pero el experimento frente a Blachowicz (marzo 2021) le salió mal. Volvió a su división y fue el rey, hasta que llegó Álex Pereira. El brasileño fue el primero en vencerle en su división. Sucedió en noviembre de 2022. En abril de 2023 se redimió, pero en septiembre de ese año fue sorprendido por Sean Strikland. Fue uno de los resultados más inesperados de la historia, pero sucedió.
Izzy habló de problemas personales que le afectaron en su rendimiento. De un modo u otro, estaba en el alambre. Por lo que significa para la empresa, la UFC le dio una última oportunidad. Du Plessis ganó a Strickland en el tiempo en el que él estaba arreglando su vida fuera del deporte y le dieron la oportunidad. Eso sucedió en agosto de 2024. La vía de las peleas titulares se había agotado. Cayendo ante el campeón por sumisión y con tres derrotas en sus últimos cuatro duelos había que afrontar cambios.
Adesanya, por primera vez en seis años, debía mirar al ranking para volver a pensar en el título. Será algo raro para él, y para todos, no verle con un cinturón por el medio en la semana de pelea, pero debe acostumbrarse. Su status es lo que está en juego ahora, y eso si que es más importante. Otra derrota podría suponer su final. No tiene red ante Nassourdine Imavov, quien parte como número cinco del ranking. La pelea podría haber sido en Australia en una semana, pero la UFC quiso que el cambio fuese grande y así también pudo colocar una gran estrella en Arabia Saudí.
El francés viene con una racha de tres victorias consecutivas. Sobre el papel Adesanya es mejor, pero Imavov tiene mejor suelo y está ante la oportunidad de su vida. El triunfo le podría catapultar al título. ¿Cómo está Izzy? Esa es la gran duda que todos tenemos. Si ha logrado alejar sus fantasmas y ha podido hacer un buen training camp, no hay duda de que es el gran favorito. De lo contrario, Imavov tiene claras opciones. Adesanya es capaz de mantener en distancia a cualquiera y ganarle sin riesgo, pero ese ha sido el Adesanya del último lustro. El Israel de 2025 deja dudas y las debe disipar en Riad.