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Juan Espino, la leyenda de la lucha canaria que logró la primera victoria de España en UFC

El grancanario logró romper una barrera el 30 de noviembre de 2018. Dio el primer triunfo a España y ganó el The Ultimate Fighter ese año. Fue un punto de inflexión para las MMA nacionales.

Juan Espino, tras su victoria en la final del TUF 28./UFC
Juan Espino, tras su victoria en la final del TUF 28. UFC
Álvaro Carrera

Álvaro Carrera

Las Artes Marciales Mixtas viven su mejor momento en nuestro país. Ilia Topuria disputará el cinturón del peso pluma de UFC en febrero, Joel Álvarez y Dani Barez tienen contrato con dicha compañía (está confirmado, a falta de oficialidad, Aleksandre Topuria) y el UFC España apunta a realidad en 2024. El crecimiento del deporte ha sido exponencial. El año 2018 fue el del despegue. Antes, Alberto Cerro León (en el UFC 2), Enrique Wasabi Marín y Abner Lloveras habían llegado a pelear en UFC. Marín había ganado dos combates dentro del The Ultimate Fighter, reality de la empresa, pero al no disputarse al tiempo reglamentario se consideran de exhibición. Por ello, hasta el 30 de noviembre de 2018 no llegó el primer triunfo para España.

Juan Espino había entrado a UFC por la misma vía que Marín y Lloveras. El grancanario, de 38 años en ese momento, fue seleccionado para el The Ultimate Fighter 28 (TUF 28). Dentro del reality el español ganó dos combates. En el primero controló y venció a Ben Sosoli a los puntos y en el segundo noqueó de manera brutal al estadounidense Maurice Greene. De esta manera se metió en la final, en la que le esperaba el también estadounidense Justin Frazier. Al igual que Wasabi, sus combates dentro del concurso fueron considerados exhibición y la final sería su debut oficial en UFC.

Antes de llegar esa cita, Espino se había logrado hacer muy viral en Estados Unidos. Hablaba inglés, pero no demasiado fluido, por lo que se ganó un hueco en el corazón de muchos por su personalidad sosegada. Además, Green lo vio como un rival peligroso y comenzó a increparle casi de manera constante durante la convivencia. Espino se mantuvo calmado y fue claro cuando le ganó: "Yo habló aquí". Años después el grancanario relativiza todo. "Green me buscaba, pero me lo pasé muy bien dentro de la casa. Fue una experiencia muy bonita. Mi personalidad siempre ha sido como se ve. Intento apartarme de los problemas y centrarme en lo bonito", afirma Espino a Relevo.

Antes de su entrada en UFC, Espino ya era una leyenda de los deportes de contacto en España. Conocido como El Trota, fue uno de los mejores atletas de lucha canaria, lo que le aportó gran fama en las islas. Además, fue atleta de alto rendimiento reconocido por el CSD, ya que llegó a ser, entre otras muchas cosas, seis veces campeón mundial de grappling. Hizo también jiu-jitsu, sambo o lucha lamb. Pese a ello, la lucha canaria era su deporte más regular debido a la mayor estabilidad económica que le aportaba.

Fuera de sus medallas mundiales, uno de los hitos del español llegó en la lucha lab o lucha senegalesa. Ganó los siete combates que disputó en África y es el único extranjero que la federación del deporte en ese país reconoció. "Allí soy más conocido que Iniesta", recordaba en alguna charla mientras explicaba que allí él fue el rostro del cartel de Kalise que en España ocupó Andrés Iniesta tras el Mundial de 2010. En Senegal, eso sí, fue conocido como El León Blanco.

Para la parte final de su carrera buscó quiso hacer carrera en las Artes Marciales Mixtas con el objetivo de entrar en UFC. De 2009 a 2011 había hecho tres combates. Ganó los dos primeros y perdió el tercero. No le gustó la trastienda del deporte en cuanto a gestión de algunos mánagers y tuvo un parón hasta 2017, cuando se marcó su nuevo objetivo. Ese año logró seis triunfos y sólo le tocó esperar. Además, en el último pleito que disputó antes de UFC se fracturó la mano y tuvo que pasar por el quirófano. Era un luchador peculiar, ya que era su propio manejador. No quería intermediarios. "En 2016 me propuse probar suerte. Vivía en Miami y no me tomaban en serio. Nadie ubicaba España por las MMA. Me dijeron que si tenía continuidad me llamaría. Me puse a pelear. En algunos ni cobré, aceptaba lo que salía. Al final recibí la llamada que esperaba", recuerda.

La UFC le tenía echado el ojo y no lo quiso dejar escapar, ya que era un activo muy preciado. Habitualmente los pesos pesados no tienen el suelo con el que él cuenta, por lo que podría ser kryptonita de muchos. Pese a ello, durante el TUF no quiso dar muchas pistas. Eso se lo guardó para la final. En Las Vegas toda la gente se repetía en un slogan "El Guapo is coming". Espino había tomado ese apodo y la frase que utilizó fue un boom publicitario. "En el gimnasio me empezaron a llamar El Guapo. A todos los latinos nos ponían un apodo en castellano. En cada modalidad que he disputado me pusieron un sobrenombre y este me gustó. Había un vídeo con ese slogan y me gustó la idea. La pena fue que no pude desarrollarlo mucho más porque peleé sin público y con poca gente, pero había acciones que podrían haber sido muy chulas", asegura.

Ya en el combate, Juan Espino sacó a relucir todo su potencial. Terminó en el primer asalto con Frazier para hacer historia. Acababa de lograr el primer triunfo para las MMA en España y eso significaba que era el ganador del TUF 28. Se acababa de garantizar un contrato con UFC, aunque no era uno más. El estatus de vencedor el reality le otorgó mucho caché. "Tengo un recuerdo muy bonito de ese combate. Mi intención no era ser el primer español en ganar en UFC. Mi objetivo era estar allí, pero una vez que lo logra siempre quieres más. No quiso tampoco celebrarlo mucho por respeto a mi rival. En mi caso buscaba mejorar como luchador, pero Frazier peleaba por sus hijos", rememora.

La alegría era máxima, pero Espino se vio frenado. En el combate definitivo dentro del reality se fracturó la mano derecha. Había poco tiempo entre la parte del concurso y la final, por lo que entrenó lesionado para no desaprovechar la oportunidad. Tras su triunfo tuvo que estar un año parado y la pandemia le añadió casi otro año. "Me tocó vivir otras cosas. Claro que me hubiese gustado poder hacer más combates y podría haber hecho grandes cosas", asegura Espino.

Finalmente pudo volver en septiembre de 2020. Pasó por encima de Jeff Hughes y de nuevo "El Guapo is coming". Con sus cualidades podría haber hecho una escabechina, pero en su siguiente combate (abril de 2021) tuvo que lidiar con una epicondilitis en los dos codos. Peleó ante Romanov y ganó, aunque los jueces no le dieron el triunfo. Él sabía que no estaba al 100%, por lo que se prometió no volver hasta que no estuviese a un nivel aceptable para UFC. Esa lesión de los codos, que incluso le impedía hacer actos cotidianos como ponerse unos calcetines, le acabó retirando. Una carrera tan longeva y dura le acabó pasando factura. Los aficionados nos quedamos con ganas de más, pero él lo aceptó con entereza. Pese al final amargo, Juan Espino era leyenda de los deportes de contacto en España antes de entrar en UFC y lo es todavía más después. Él abrió la puerta de los triunfos para nuestro país en la mejor empresa del mundo.