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Leon Edwards, el luchador al que las MMA salvaron: "Sin ellas estaría en el crimen organizado, en prisión o muerto"

Leon Edwards, excampeón de la UFC del peso welter, regresa este sábado en el UFC Londres tras perder su corona hace ocho meses. Se enfrenta a Sean Brady.

Leon Edwards./
Leon Edwards.
Álvaro Carrera

Álvaro Carrera

La historia de Leon Edwards (Jamaica, 32 años) bien podría ser el guion de una película. Criado en Kingston, la capital jamaicana, compartía una pequeña habitación con sus padres y su hermano menor, Fabian. En busca de un futuro mejor, la familia se trasladó a Aston, Birmingham, cuando los pequeños tenían apenas 9 y 7 años. Sin embargo, la nueva vida en Inglaterra no resultó tan prometedora como esperaban. Su padre, en un intento por salir adelante, se vio envuelto en negocios turbios y cuando Leon tenía 14 años, fue asesinado a tiros en un club de Londres por cuestiones relacionadas con dinero.

La adolescencia de los hermanos Edwards tomó un giro complicado. El entorno en el que crecieron los empujaba al crimen, pero su madre encontró una alternativa: las artes marciales mixtas. Inscribió a sus hijos en un gimnasio cuando Leon tenía 17 años, con la esperanza de mantenerlos alejados de las calles. Para el mayor de los Edwards, el deporte se convirtió en su salvación. Él mismo ha reconocido que, sin el MMA, su destino habría sido el mismo que el de muchos de sus amigos: "las guerras entre pandillas, el crimen organizado, la prisión o la muerte". Los hermanos demostraron que, con disciplina y dedicación, una vida puede cambiar por completo.

Leon abrazó el deporte con intensidad, pasando horas en el gimnasio y buscando progresar constantemente. Su esfuerzo dio frutos rápidamente. En dos años debutó cómo amateur y en 2011 tuvo su estreno como profesional. En menos de 18 meses, acumuló cuatro peleas con un balance de tres victorias y una derrota. El talento estaba ahí, y la promotora BAMMA, en aquel entonces la organización más fuerte de Europa, apostó por él. Disputó cinco combates, ganó dos títulos y UFC no tardó en llamarlo.

Como suele suceder, sus inicios en la compañía fueron duros. Perdió dos de sus primeras cuatro peleas, pero desde entonces, su evolución fue imparable. Su última derrota antes de conquistar el título fue en 2015, y durante ocho años se mantuvo invicto en la élite. Poco a poco, fue escalando posiciones en la división del peso welter hasta que, en verano de 2022, la oportunidad soñada llegó. Kamaru Usman, su último verdugo, le esperaba en el octágono. El combate parecía perdido. Usman dominaba y faltaban menos de 60 segundos para el final. Entonces, sucedió lo inesperado: Edwards conectó una patada perfecta a la cabeza del campeón y lo noqueó de manera brutal, arrebatándole el cinturón. La historia de película sumaba un nuevo capítulo.

Con el título en su poder, Edwards creció aún más. Reafirmó su reinado en la trilogía contra Usman, venciéndolo por decisión, y meses después derrotó a Colby Covington, un nombre de peso en EE.UU., lo que le otorgó mayor visibilidad. Parecía intocable… hasta que Belal Muhammad apareció en su camino. El estadounidense, que llevaba tiempo reclamando una oportunidad, se presentó en Manchester en julio de 2024 con una estrategia perfectamente ejecutada. Anuló por completo a Edwards en una pelea poco vistosa y le arrebató el título. El campeón imbatible se quedó sin corona.

El problema para Edwards es que su estilo tampoco es el más espectacular, y eso jugó en su contra cuando UFC decidió no concederle una revancha inmediata. Ante ese escenario, optó por tomarse un descanso de ocho meses y ahora está listo para su regreso. Esta vez, el octágono lo espera en Londres. No será un evento de pago por visión, pero para él y para la empresa, el combate es crucial. Con Tom Aspinall a la espera de que se resuelva la situación de Jon Jones en el peso pesado, Edwards es el gran activo británico de UFC. Y su misión es clara: ganar o quedar relegado.

Su rival será el estadounidense Sean Brady. A sus 32 años, el de Philadelphia no dudó en aceptar con poco más de un mes la pelea. Jack Della Maddalena, número 4 del ranking, estaba programado, pero le apareció la oportunidad de disputar el título y hubo que mover lo planeado. Brady, cinco en esa clasificación, dio un paso al frente. Está ante el combate que puede meterle en la dinámica del título. Su única derrota ha sido ante Muhammad. Después ha vencido a Gastelum y Burns. Peleador completo, Brady pondrá un estilo similar al del excampeón, quien sabe que si pone su ritmo puede neutralizarle. Una derrota lo alejaría demasiado del título, dejando en el aire su futuro en la división. Leon Edwards está en el filo de la navaja. Pero ya ha estado ahí antes. Y sabe cómo sobrevivir.