Du Plessis y Zhang respaldan sus reinados en el UFC 312

Dricus Du Plessis es un campeón sólido. En el UFC 312 ha retenido el Campeonato de la UFC del peso medio. Es su segunda defensa y han sido ante dos excampeones. Hace un año derrotó a Sean Strickland para quitarle el cinturón. Lo puso en juego ante Israel Adesanya y este sábado volvió a repetir ante Strickland. Es un campeón que puede no convencer, de primeras, por su estilo, pero a base de trabajo se ha ganado el respeto de los aficionados. Tas superar, por decisión unánime (49-46, 50-45 y 50-45, a Stickland, Du Plessis se ha ganado el crédito… aunque el lobo Chimaev ya acecha y eso podrá volver a cambiar la percepción de muchos.

El público de Sydney (Australia) llegó incluso a abuchear a Du Plessis y Strickland. Los dos primeros asaltos fueron igualados, pero fuera de eso se esperaba un poquito más de emoción. El sudafricano, de 31 años, fue fiel a su estilo. Metió un ritmo diésel y fue trabajando. En el primer round tuvo golpes para ambos lados, pero ya en el segundo fue él quien más conectó. Sin demasiados alardes, pero con la cabeza necesaria para ir sumando triunfos.

La pelea se le iba escapando poco a poco a Strickland, quien tuvo su mayor momento de zozobra en el cuarto round. Recibió una derecha potente en su rostro y rápidamente se tocó la nariz. La sangre empezó a manar y él se dio cuenta de que podría haber sufrido una fractura. Eso le sacó de la pelea en su mejor momento, ya que en el tercero conectó mas y logró incomodar levemente al campeón con su derecha volada.

Du Plessis lo tenía controlado, Strickland necesitaba el milagro, pero no llegó. El sudafricano es un campeón sólido y peleó como tal. Con este triunfo cierra un tiempo de inestabilidad del peso medio después de que Alex Pereira noquease a Adesanya (noviembre 2022). Ahora hay un hombre que ha demostrado ser mejor, pero los Chimaev e Imavov quieren ponerle en jaque. El campeón, al terminar, habló como tal y fue claro: "Estoy trabajando por ser el mejor del mundo". No le hizo falta citar nombres. Todos los conocemos y ellos son los que deben hablar.

Weili Zhang va camino de convertirse en la mejor luchadora del peso paja en la historia de la UFC. Quizá para muchos puede ya serlo, pero la estadística deja todavía la duda. La china, de 35 años, actualmente no tiene rival. Ha limpiado la división y suma seis victorias en siete peleas titulares que ha disputado. Joanna Jedrzejczyk tiene también seis títulos (en nueve pleitos). El tiempo dirá quién es mejor, pero sin duda alguna la china tiene a su favor haber ganado a la polaca y tener la división completamente arrasada.

Este sábado, en el coestelar del UFC 312, tenía el último escollo que se encontraba. Tatiana Suárez, quien traía una gran historia de superación detrás, llegaba invicta. Su oportunidad sorprendía ya que llevaba dos años sin pelear, pero estaba invicta y no había otro nombre que resultase atractivo. La estadounidense tuvo su gran oportunidad y debía aprovecharla. Lo intentó, pero no pudo. Zhang es demasiado para cualquier peso paja actual en UFC.

Suárez, que viene de la lucha olímpica, tenía claro el que debía ser su plan: llevar la pelea al suelo e intentar finalizar. Lo hizo de inicio sin titubear. Por primera vez vimos a la campeona ser derribada y buscó la sumisión. Zhang logró salir de la posición e incluso acabó con posición dominante para pegar. Suárez se llevó el primer round, pero había gastado mucha energía y eso podía ir en su contra. Una pelea larga favorecía a la dueña del cinturón, y así fue.

En el segundo asalto, Suárez quiso repetir, pero Zhang la había leído y mantuvo una posición dominante para castigar. Desde el tercer acto el combate tornó en paliza. La china empezó a encontrar manos potentes y sólo la quijada de la aspirante pudo llevar el pleito a las cartulinas. Weili fue mejor y las puntuaciones así lo reflejaron: 49-46, 49-46 y 49-45. La pelea duró un asalto, después la campeona volvió a ser un rodillo. No hay quien la frene.