The Ultimate Fighter, el reality que salvó de la quiebra a UFC
En enero de 2005 la UFC presentó un programa con el que llegó a un público masivo. En ese momento la empresa contaba con una deuda superior a 30 millones de dólares.

El pasado septiembre nació TKO Group Holding. La compañía fue valorada, de inicio, en 19.700 millones dólares. La empresa fue el resultado de la fusión entre Endeavor (matriz de UFC desde 2016) y WWE. El valor de Endeavor se estimó en 10.400 millones y el de WWE en 9.300. Fue un trato ganador para ambos, pero Endeavor era la cara A, por ello su valor era el 51% de la nueva sociedad. Las cifras son mareantes debido a que son dos referentes del deporte. UFC, por tanto, vive su mejor momento mediático y económico, pero si echamos la vista 20 años atrás la cosa era muy diferente.
El empresario Art Davie y el luchador Roiron Gracie crearon Ultimate Fighting Championship en 1993. La idea primigenia fue la de enfrentar diferentes estilos de lucha para elegir el mejor. El plan funcionó y la empresa creció hasta el punto de que en el año 2001 los hermanos Frank y Lorenzo Fertitta la compraron por un valor de dos millones de dólares. En ese punto, todo había cambiado. Desde el inicio se venció la UFC cómo un evento "sin normas", pero eso fue mutando desde 1997. Progresivamente, trabajando con las comisiones atléticas de los diferentes estados de Estados Unidos, se fueron perfilando unas normas que acabarían conformando el reglamento de lo que hoy día conocemos como las Artes Marciales Mixtas.
Los hermanos Fertitta, tras formar Zuffa, pusieron a Dana White como CEO. Con 31 años, el estadounidense era promotor de varios luchadores y tenía diferentes negocios. Avisó a los Fertitta de la posible venta y éstos le dieron el poder. Fue un visionario, pero el camino fue complejo. Desde 2001 hasta 2005 la empresa apostó por crecer, pero al iniciarse el 2005 contaban con una deuda aproximada de 35 millones de dólares. Ganaban algún dinero por PPV y por los DVD con los que daban una segunda vida a sus eventos, pero casi toda la inversión era de los Fertitta. La quiebra acechaba, por lo que idearon un plan final. Invirtieron 10 millones más en un nuevo formato que era todo o nada. Si triunfaba salvaría la empresa y si fracasaba tendrían que cerrar.
Inspirados en el reality 'American Casino', idearon The Ultimate Fighter. El programa reuniría a ocho luchadores de un mismo peso (se apostó por el medio y el semipesado) en una casa peleando por un contrato con UFC. La idea era buena, pero hacía falta visibilidad. Debían llegar a la televisión convención en Estados Unidos y llegaron a un acuerdo con Spike TV (actualmente Paramount Network). Tuvieron que hacer frente a toda la producción del programa, pero la televisión les ofreció situarlos tras su buque insignia, WWE RAW. El primer episodio se emitió el 17 de enero de 2005 logró retener a más del 50% de la audiencia de la lucha libre. Fue un éxito porque mejoraba con creces los números de la cadena.
El formato gustó al público, pero la verdadera salvación de todo llegó el 9 de abril de 2005. Los lunes se emitían episodios grabados y la final fue en directo un sábado. Por primera vez UFC llegaría a las casa de los estadounidenses por la televisión convencional. Diego Sánchez, noqueando a Kenny Florian en el primer asalto, ganó el torneo del peso medio. En el semipesado chocaron Forrest Griffin y Stephen Bonnar. Los dos, y sus equipos (liderados por Chuck Liddell y Randy Couture), estaban muy nerviosos. Eran consciente de que la empresa se lo estaba jugando todo. La pelea entre Griffin y Bonnar fue un derroche físico. Una de las mejores que se habían visto hasta entonces. Griffin ganó a los puntos, pero la verdadera ganadora fue la empresa.
"Es increíble pensar lo cerca que estuvimos de no estar aquí hoy. Si no fuera por lo que estos chicos hicieron, no sé si habría siquiera existido un UFC. Nunca olvidaré a estos chicos. Nunca", ha afirmado años después Dana White. "Es una buena pelea, pero es más que eso. Fue el momento correcto en el lugar correcto. Una confluencia de circunstancias hizo que fuera lo que es. Y para mí y Stephan, cambió nuestras vidas", afirma Griffin. La final del TUF 1 tuvo un rating de 1.9 en la televisión de Estados Unidos. Fue un éxito absoluto y provocó la renovación por dos temporadas más en Spike.
El acuerdo entre la empresa y la televisión duró seis años. En ese tiempo los patrocinadores no dejaron de llegar y el acuerdo con Fox salvó la empresa. La deuda desapareció y el crecimiento fue exponencial hasta nuestros días. The Ultime Fighter siguió teniendo un peso muy importante en los años siguientes. Se introdujo el enfrentamiento de países (Estados Unidos vs Reino Unido), se tiró de figuras populares como el rey de las peleas callejeras en YouTube, Kimbo Slice o se abrió la versión latinoamericana. Actualmente, cientos de luchadores han llegado a UFC a través de este programa (entre ellos los españoles Enrique Marín, Abner Lloveras y Juan Espino) y en 2024 tendrá lugar la temporada 32, la cual arrancará este 4 de junio. UFC no se olvida del formato. Sigue funcionando y fue la clave para que la empresa esté dónde está hoy en día. Un último intento les salvó de la quiebra.