Ana Carrasco y su 'Ride like a girl' con el que va rompiendo barreras: "Siempre está la típica frase de 'corres como una chica' en forma despectiva"

Ana Carrasco (Cehegín, Murcia, 1997) es de esas pilotos que llegan al Mundial para hacer historia. Lo hizo debutando en una parrilla liderada hasta entonces por hombres y donde solo unas pocas afortunadas habían logrado hacerse un hueco; lo volvió a hacer ganando su primer título en 2018 en el Mundial de Supersport300, nuevamente en una parrilla prácticamente 100% masculina; y repitió hazaña hace unos meses convirtiéndose en la primera campeona del mundo femenina. Todo ello, con un lema que le acompaña cada vez que sale a pista para ganar y que define a la perfección su espíritu, Ride like a girl.

Ahora, en apenas unos días la murciana debutará en el mundial de Supersport al que llega después de un breve paso por el WRC -el Mundial femenino-, que este año se embarca en su segunda temporada. Carrasco competirá con Honda, una de las marcas más históricas del motociclismo, y con la que espera hacer historia. Pero antes de ello, la bicampeona visita Relevo para hacer un repaso de una carrera deportiva cuanto menos histórica y hace su propia predicción para esta temporada.

Pues muy bien, la verdad. Sí que el año pasado fue un año muy importante en mi carrera deportiva sobre todo porque venía de años de muchas lesiones, complicados y sinceramente volver a ser campeona del mundo ha sido algo muy importante para mí. Al final habían pasado seis años, que parece poco, pero es un mundo desde el título anterior. Y sobre todo después de la lesión de la espalda, el cambio a Moto3, la lesión de la pierna, venía de 3-4 años muy difíciles, así que volver a sentirme competitiva, volver a ganar carreras, estar en el podio y volver a disfrutar de este deporte ha sido algo muy importante, así que este título lo valoro mucho, la verdad.

Los pongo a la misma altura. El primero, porque al final fue conseguir el sueño de mi vida desde que era pequeña, que era ser campeona del mundo. Entonces fue un título muy importante, porque la verdad es que me cambió la vida. Pero este lo he valorado mucho y lo he vivido de una forma diferente porque he sufrido mucho todos estos años. Volver a ser competitiva no ha sido fácil y la verdad es que tener la oportunidad de poder vivir otra vez, de tener la sensación de pelear por un campeonato mundial y sobre todo, como fue llegar a la última carrera, lucharlo hasta el final y sobre todo que fuera en España con mi familia, mis amigos, toda la afición española, fue algo para mí difícil de explicar. Entonces creo que a nivel personal los dos están a la misma altura.

Yo por lo menos lo tengo muy asimilado como una parte de este trabajo, hay otros deportes que quizás las lesiones son menos habituales, pero en el motociclismo es raro el piloto que no ha tenido lesiones. Es verdad que yo en mi caso he tenido muchas y complicadas, aparte nunca han sido lesiones pequeñas. Entonces, por ese lado lo he sufrido mucho, pero creo que tenemos las ganas de competir, de volver a la pista, y eso te hace olvidarte un poco del sufrimiento y del dolor de las lesiones. Antes lo hablaba, cuando me rompí la espalda pregunté si podía correr la siguiente. En este deporte yo creo que lo tenemos tan interiorizado el hecho de que son parte de nuestra vida que enseguida tienes una y estás pensando en cómo recuperarte y cuándo vas a poder volver a competir otra vez.

He tenido momentos no de dudar, pero si de decir '¿qué necesidad tengo de estar sufriendo así?', pero han sido momentos muy cortos, se me ha pasado por la cabeza algunas veces, cuando estás en el hospital y te operan o ves a tu familia también que sufre mucho... Pero son como flashes, se me pasa por la cabeza, pero luego enseguida, al minuto estoy hablando de, bueno, '¿cuándo me voy a subir en la moto?, ¿cuándo podemos entrenar?' Y la verdad es que en ese sentido siempre he tenido muy claro, incluso con la lesión de la espalda que mucha gente me preguntaba, bueno, ¿no te has planteado dejarlo? Nunca se me pasó por la cabeza, de hecho, nunca se ha dado la conversación, por ejemplo, con mi familia, que hubiera sido lo normal a lo mejor, nunca me han preguntado, 'oye, ¿por qué no lo dejas?' Nunca me ha pasado, siempre he tenido muy claro que esto era lo que quería hacer y asumo las consecuencias que vengan.

Sí, yo creo que el Mundial Femenino ha sido un gran paso adelante en cuanto a que seguramente hace 5 años era impensable que hubiera una parrilla con 25 chicas de todas partes del mundo, pero yo bajo mi punto de vista y con la forma de pensar que tengo y he defendido siempre, es que podemos competir juntos. Creo que es un campeonato que puede ser un trampolín hacia otras categorías. Al final hay muchas chicas que pueden tener la oportunidad de llegar al Mundial, de formarse como pilotos dentro de un campeonato como el Mundial de Superbikes. Siempre digo que ser piloto del Mundial no es solo subirte en la moto e ir rápido. Al final hay que gestionar muchas cosas, competir en un montón de países diferentes, con horarios diferentes, todo el tema de medios, equipo, patrocinadores... Al final, lo que engloba ser piloto son muchas cosas y eso es algo que o estás en el sitio o no lo puedes aprender. Entonces, considero que en ese sentido es una formación muy importante para todas las que hemos pasado por el campeonato y que sobre todo si lo haces bien está en el sitio para que la gente te vea y te dé oportunidades dentro de otros campeonatos también o de otras categorías.

Para mí ella es una gran piloto, lleva muchísimo tiempo en el Mundial y estaba claro que a priori nosotras dos tendríamos que ser las que tuviéramos más nivel, pero al final Sara (Sánchez) estuvo ahí, Beatriz (Neila) estuvo ahí, en algunas carreras estuvimos Ponziani… Así que yo creo que la guerra para mí personalmente no era de dos, era de tres o cuatro. Yo siempre las he visto a todas como rivales posibles al campeonato, de hecho, Sara llegó hasta Jerez con opciones de título. Es cierto que, para mí, el domingo, era entre ella y yo porque Sara ya estaba descartada, pero yo durante el campeonato siempre he mirado a todas porque con mi experiencia siempre hay que tener en cuenta a todo el mundo. Entonces para mí ella era una de mis rivales, pero también considero que tanto Sara como Beatriz estaban dentro de la pelea.

Eso surge desde hace ya muchos años, cuando estaba luchando por el título en 2018, con mi equipo y la gente que tenía alrededor. Tuvimos la idea de decir, si ganamos el campeonato tiene que ser nuestro eslogan, por así decirlo, y de hecho todas nuestras camisetas de campeones del mundo eran así. Pero sobre todo por el simple hecho de intentar hacer entender a la gente que hacer una cosa bien o hacerla mal no depende de que seas una mujer, depende de tus capacidades, de tu trabajo y de tu talento para hacer eso. Siempre la típica frase de corres como una chica es despectiva, siempre ha sido así. Así que en el momento que conseguimos ganar el título contra una parrilla de 39 chicos, siendo la única o de las dos o tres únicas chicas que estábamos en la parrilla en ese momento, creímos que era el momento idóneo para lanzar el mensaje y que la gente entendiera que el deporte y hacer una cosa bien o hacerla mal no depende de tu sexo, sino de tu capacidad.

Ahora nadie recuerda lo que he hecho de aquí hacia detrás, sino lo que quiero hacer de aquí en adelante, entonces no me paro mucho a pensar en todo eso. Pero sí que, por ejemplo, cuando lo hablo, soy consciente de que, dentro del motociclismo, a lo largo de los años de mi carrera deportiva he ido rompiendo muchas barreras, que al final ha sido de manera involuntaria, porque yo me muevo por mis objetivos propios y lo que yo quiero conseguir como piloto durante mi carrera. Pero soy consciente de que hemos roto muchas barreras, que seguramente muchas chicas tengan el camino más fácil para llegar al campeonato del mundo. De hecho, siempre digo, cuando yo empecé, mi ídolo y mi referente eran todos masculinos. Era Pedrosa, Lorenzo, Rossi, eran los pilotos que en ese momento yo ponía la tele y estaban ahí. Entonces yo creo que ahora es muy importante que las niñas pongan la tele y puedan ver que yo estoy en el Mundial de Supersport, que hay un Mundial femenino, que hay otras chicas que están en otras categorías del Mundial. Yo creo que eso hace que seguramente muchas más chicas se vean capaces de soñar con llegar a ser pilotos del mundial.

No, porque yo nunca me he visto diferente, creo que eso es lo que me ha hecho siempre ser competitiva, nunca me he visto inferior al resto, desde siempre he tenido esa mentalidad. Al final yo siempre he dicho, para mí soy un piloto, mi trabajo es el mismo que el de los demás y cuando yo estoy en el circuito soy un piloto nunca pienso en que soy una mujer. Al final somos pilotos, nuestro trabajo es el mismo, nuestro objetivo es el mismo que es ganar el domingo y yo creo que esa mentalidad es lo que me ha hecho hacer muchas cosas en mi carrera deportiva sin necesidad de tener referentes, porque mis referentes han sido los mejores pilotos y siempre he querido ser como ellos, sin diferenciarme por ser mujer.

No, la verdad es que no. Sinceramente mi camino siempre ha estado ligado al de Superbikes. Sí que es cierto que en el 2022 y el 2023 estuve en MotoGP, en Moto3, pero en mi mente siempre ha estado volver al Mundial de Superbikes, es el sitio donde yo me siento más cómoda. Desde el 2017 que fue mi primera temporada ahí, siempre me he sentido muy valorada por el campeonato, por los equipos, por la gente, he tenido muy buenas oportunidades y yo considero que soy piloto y me puedo dedicar a esto y soy quien soy gracias al Mundial de Superbikes. Entonces a mí me gustaría terminar mi carrera dentro del campeonato, porque sinceramente estoy muy agradecida de haber podido tener las oportunidades que he tenido en este campeonato, porque en el de MotoGP no la habría tenido tampoco.

Es complicado, sinceramente este año me lo tomo más de aprendizaje porque es una categoría que no domino, nueva para mí, con una moto nueva, un equipo nuevo, entonces creo que este año va a ser duro, los cambios de categoría suelen ser difíciles, adaptarte a otro estilo de pilotaje, otro tipo de moto, sobre todo. Pero me lo quiero tomar con calma, porque sé que el primer año es difícil y no me quiero poner en unas expectativas que quizá no pueda cumplir. Así que mi objetivo es mejorar todo lo posible, acabar el año siendo lo más competitiva que pueda y empezar el que viene con fuerza para intentar estar ahí.