MOTOGP

Marc Márquez y Acosta ante la prueba de comenzar un GP sin información

Los dos pilotos españoles, que brillaron en Catar, afrontan un importante examen este fin de semana en Portugal.

Marc Márquez (izq.) y Pedro Acosta (der.), en la rueda de prensa previa al GP de Catar./EFE
Marc Márquez (izq.) y Pedro Acosta (der.), en la rueda de prensa previa al GP de Catar. EFE
Borja González

Borja González

El Gran Premio de Portugal que se va a disputar este fin de semana en el Autódromo Internacional del Algarve va a suponer una interesante prueba para dos de los pilotos de los que más se habló tras la primera cita de la temporada celebrada en Catar. Es obvio que fue Pecco Bagnaia, con su exhibición del domingo en Losail, el vencedor moral del arranque de curso, tras unos días en los que pareció dejar algunas dudas, algo que disipó de un plumazo, demostrando la capacidad de análisis que tanto él como su equipo tienen, además de por qué es el campeón del mundo, tanto de 2023 como de 2022. Bagnaia se medirá en Portugal a un escenario en el que el año pasado se llevó sprint y carrera, un aviso para sus contrincantes.

Con la temporada recién arrancada, Portimao va a empezar a medir muchas de las realidades de la clase reina, una vez que Losail no deja de ser un circuito peculiar, tanto por su configuración como por sus condiciones (pruebas nocturnas, humedad, cercanía al desierto y al mar, viento…), a la vez que fue uno de los tres escenarios de las pruebas invernales, en concreto, de las últimas, lo que hace que equipos y pilotos lleguen con mucho trabajo hecho de cara al estreno de la competición (a los otros dos circuitos de la pretemporada, los de Valencia y Sepang, no se volverá hasta el final del año). "Portimao, Austin, Jerez, en este tipo de pistas un poquito más cortas yo confío que pueda ir mejor", nos decía Joan Mir en Catar, lo que ejemplifica la relevancia de Portugal como medidor de la situación real, más si hablamos de las fábricas japonesas.

De hecho, y en una señal de cuál es su estado, Luca Marini, que padeció muchísimo en el arranque del curso, ha aprovechado el parón entre el primer y el segundo gran premio para unirse al equipo de pruebas de Honda en dos tests que ha llevado y que lleva a cabo en el Circuito de Jerez: el primero la pasada semana, y el segundo en esta misma, miércoles y jueves (el italiano terminó sufriendo una dura caída en este primer día). Así que desde este viernes se podrá entender si la intuición de su compañero, Mir, es acertada o no, y si Losail fue, como siempre, un escenario complicado para la moto japonesa.

Pero decíamos que hubo dos pilotos que brillaron en la primera prueba y que van a tener una buena prueba en Portugal: Marc Márquez en el inicio de su viaje en Ducati, un viaje que todavía es difícil entender cuánto durará; y el novato Pedro Acosta, que en la carrera del domingo llegó a colocarse cuarto, y que fue capaz de entrar directamente en la Q2, en una sesión en la que luego hizo un muy buen papel, en unos días en los que escaló directamente hasta el segundo peldaño del escalafón de cuatro pilotos de la órbita KTM/GasGas (todo un mensaje para Jack Miller, el compañero de Brad Binder en la estructura oficial).

"Tanto en Malasia como en Catar en los test me costó mucho el primer día, pero el siguiente fue mejor y el siguiente fue mejor. En este fin de semana me ha ayudado tener los datos del entrenamiento de pretemporada y Portimao será la primera prueba de fuego para ver realmente dónde estamos", reconocía Márquez. "Salir de cero, comenzar, y coger referencias con la Ducati nueva, que es ahí donde veremos realmente en qué posiciones estamos. Pero, como ya he dicho, el objetivo es estar en estas cuatro, cinco o seis primeras posiciones". Una declaración de intenciones con dos valoraciones: una, Marc piensa en sumar puntos, y eso es porque en su fuero interno piensa en grande; y, dos, sus palabras fueron unas mientras que su gesto revelaba que lo de no subir al podio no le había satisfecho.

Por otra parte, el campeón español llega a un escenario en el que nunca ha podido competir en condiciones. Portimao se estrenó en el calendario en 2020, y desde ese momento tanto su físico como su antigua moto le limitaron mucho. Eso sí, en 2023 fue capaz de llevarse la pole con una sensacional vuelta a rueda de Enea Bastianini, y después terminó tercero en el sprint, aunque terminó liándola en la carrera, en lo que los anglosajones definen como de 'hero to zero'. En cualquier caso, ese resultado con aquella Honda no deja de ser una posible señal positiva, que dependerá de lo rápido que se adapte al trazado luso con su Desmosedici.

Por lo que respecta a Acosta, su perspectiva es parecida a la de Márquez. En el test de Sepang brilló, aunque había podido empezar la parte oficial con tres días de trabajo más que sus rivales; en el GP de Catar volvió a hacerlo, pero con esos dos días previos de pruebas. Así que este será el primer fin de semana en el que tenga que trabajar rápido, en el circuito en el que se proclamó campeón del mundo de Moto3. "El resultado que consigamos en ese primer gran premio no va a ser realista para luego ir a otros circuitos y encarar el resto de la temporada", repitió en varios momentos del invierno el murciano, como una advertencia sobre las dificultades que tiene adaptarse rápido a los circuitos, con una sesión matinal el viernes, y con la de la tarde que ya computará para el paso a la Q2. Algo que medirá tanto su talento como el momento y el potencial de Márquez con la Ducati.