MOTOGP

Álex Márquez brilla y se estrella en un viernes de contrastes: "He hecho el récord, pero no hemos hecho el trabajo"

El piloto de Gresini brilló con el mejor tiempo del día, pero sus errores y una caída aparatosa empañaron su jornada.

Alex Márquez en la práctica de Jerez. /Jose Carlos Jiménez/RELEVO
Alex Márquez en la práctica de Jerez. Jose Carlos Jiménez/RELEVO
Raquel Jiménez

Raquel Jiménez

Circuito Jerez-Ángel Nieto (Jerez de la Frontera)-. El viernes del Gran Premio de España fue una montaña rusa para Álex Márquez. Un día que lo vio brillar en la tabla de tiempos, batiendo el récord del circuito de Jerez tanto en la mañana como en la tarde, pero que terminó teñido por la frustración de dos caídas, una de ellas especialmente aparatosa. Sin lesiones graves pero con el cuerpo magullado, el piloto del Gresini Racing dejó claro que, en MotoGP, el talento no basta: también hace falta cabeza fría.

"Sí, hemos hecho el récord, hemos sido primeros por la mañana y por la tarde… pero no hemos hecho el trabajo que hay que hacer un viernes", reflexionaba Álex, con tono autocrítico, tras bajarse de la moto a los medios presentes en el circuito entre los que se encontraba Relevo. Pese al registro histórico, el menor de los Márquez no ocultó su decepción. Las caídas interrumpieron el plan de trabajo y limitaron el tiempo en pista. La épica del récord se volvió anecdótica frente a la falta de datos claves de cara a la carrera.

Su gesto al llegar al box fue elocuente: se sentó, se calmó y esperó. Sin neumáticos disponibles, sin tiempo para probar compuestos, sin margen para más errores. "Me he mentalizado. Había que estar en Q2 sí o sí", contaba. Lo logró, pero con la sensación de que el día había sido un mal negocio. "Lo salvas una vez, pero puede que otro día no", reconocía.

Dos incidentes en un día

La segunda caída fue la que, en cierto modo, preocupó dentro del box de Gresini. "Si quieres te digo que fue el viento, pero no… he entrado cinco kilómetros por hora más rápido, frené, y no se puede eso". El análisis de Álex fue tan sincero como revelador. Iba buscando el límite, y lo cruzó. Coincidió con su hermano Marc en pista y quiso aprovechar la oportunidad: "Marc hace la diferencia en varias curvas a izquierdas, quería ver cómo lo hacía. Pero me pasé en una curva a derechas. Error mío".

Además, explicó que el cambio de dinámica respecto a circuitos anteriores le jugó una mala pasada a la hora de encontrar el límite de su Ducati: "Venimos de trazados muy anchos y rápidos. Aquí todo parece más lento, y me costó ajustar esas sensaciones. No veía el error, no veía el límite. Por eso me he caído".

La autocrítica fue constante. Álex sabe que el exceso de confianza le pasó factura. "En cada curva sentía que podía frenar más tarde, inclinar más, ir más rápido. Eso hay que saberlo controlar". Y aunque se mostró confiado con la moto, dejó claro que el talento no es excusa para saltarse pasos. "La motivación de correr en Jerez, llegar segundo en el Mundial… no ayuda. La épica está bien, pero no sirve de nada un viernes", añadía.