MOTO3

Almansa tenía un plan: dejar su sello en el Mundial de Motociclismo

El manchego de 17 años se convirtió en la gran sorpresa de Moto3 en Argentina, en un sueño que terminó frustrado por un error ajeno.

David Almansa (izq.) y Jaume Masia (der.) durante el GP de Argentina. /MotoGP
David Almansa (izq.) y Jaume Masia (der.) durante el GP de Argentina. MotoGP
Borja González

Borja González

Circuito de Termas de Río Hondo (Argentina)-.David Almansa causó sensación en la carrera de Moto3 del Gran Premio de Argentina. Una prueba accidentada ganada por Tatsuki Suzuki (se fueron al suelo cuando eran segundos Ayumu Sasaki, Jaume Masiá, Xavi Artigas, David Muñoz…), con la pista mojada, y en la que el chaval de Argamasilla de Calatrava (Ciudad Real) irrumpió de manera inesperada desde el puesto 25 de la parrilla de salida. Y es que en la vuelta 4 ya era segundo, con un desparpajo impropio de un piloto que estaba descubriendo este fin de semana el Circuito de Termas de Río Hondo, dentro del equipo germano CFMoto Pruestel al que llegó por sorpresa como sustituto del lesionado Joel Kelso.

"Casi no había rodado en lluvia, sólo una vez en Estoril en el primer test en el que cogí la moto, pero fueron cinco vueltas. Así que casi era mi primera vez. Y me he sentido muy cómodo, he visto que podía tirar, no se me iba nada la moto, lo tenía controlado", explica a Relevo el tímido manchego, que tuvo la oportunidad de debutar en el Mundial como piloto invitado en la prueba de Moto3 que cerró la temporada 2022, disputada en Valencia, y que tendrá otra más en Jerez, de nuevo como invitado. "No me he puesto nervioso cuando me he visto delante, porque ayer estuve planeándolo, viendo carreras, y este invierno he trabajado mucho la presión y cómo pilotar en carrera cuando vas delante. Y me ha servido".

Almansa se mudó a Valencia y trabaja con un grupo vinculado con el proyecto Finetwork MIR Racing Team, su escudería en el Mundial Junior de Moto3. Con el 'mental coach' José Estarlich, y con otros pilotos con los que convive y entrena, como el citado Masiá y Alonso López, que le ayuda mucho. "En las primeras vueltas todo el mundo iba 'cagao' y yo iba a fuego, por el interior. En la segunda curva tenía planeado ir por fuera, porque Alonso, que es muy amigo, me lo había dicho: la primera por dentro, la segunda por fuera, y le he hecho caso". Porque tenía un plan. Para el principio, y para el final de la carrera, aunque este se lo frustró Scott Ogden, que cometió un error y se lo llevó puesto en la última vuelta, en la curva 5.

"Lo importante es que he ido muy tranquilo, que no me he presionado, he ido controlando muy bien la carrera y tenía muy bien planeada la última vuelta. Pero lástima que Ogden me haya impactado. Veía que en la contra recta siempre se colaba alguien, en este caso lo ha hecho Migno (NdR: Andrea, otro que competía en Argentina sustituyendo a un lesionado, en este caso Lorenzo Fellon), le iba a pasar por dentro, pero me han chocado. Y la última curva la hacía yo muy bien, frenaba muy tarde, y ahí es donde creo que podría haber adelantado a más gente".

Almansa, como muchos otros pilotos de motociclismo, proviene de una familia humilde. Hasta el punto de que corriendo en Moto4 en 2020 se quedó sin presupuesto para terminar la temporada. "Viene de una familia humilde, muy buena gente, no tengo suficientes palabras para definirles. Su padre tiene un taller de motos de pueblo (NdR: AGM Racing 4). Y este deporte es muy caro. Para las últimas carreras de la Moto4 se había acabado el presupuesto, y Javi Martínez le había descubierto en la Hawkers Cup y decidió darle impulso y financiarle toda la carrera". Esto le explica Albert Talamino, que trabaja este año en MotoGP con Alex Rins, y que había llegado a la categoría junto a Alex Márquez, con el que fue campeón del mundo de Moto2. Talamino está implicado en el proyecto Finetwork (junto al afamado Ramón Forcada, campeón de la clase reina con Jorge Lorenzo), y liderará el box de Almansa en el Mundial Junior en este curso.

"He sufrido casi más que he disfrutado, pero estoy muy contento con él, porque se lo merece. Es un chaval muy trabajador, ya lo veréis si le vais siguiendo en las redes. Está todo el día entrenando en casa, de hecho se fue a vivir a Valencia hace un par de años sólo para centrarse en la moto y entrenar, y está viviendo allí con Alonso López y este grupo. Se lo merece". Contento, pero con ese poco de rabia porque la hazaña no terminase con premio. "Tengo rabia, por supuesto, pero estoy muy contento por la carrera que he hecho, porque he demostrado lo que soy", concluye el joven piloto. "Tiene un talento brutal, sobre todo los domingos. El domingo de carreras se le enciende algo. Es un chaval al que ves muy calmado, muy tranquilo, pero que cuando se cierra el casco es increíble lo que le cambia la mirada", le define Talamino, una descripción que tuvo su más claro ejemplo en la carrera de Moto3 del Gran Premio de Argentina, en la que Almansa dejó su sello.