ENTREVISTA

Alonso López: "Flipas cuando en cuatro meses pasas de no tener moto a ganar una carrera"

El piloto madrileño estaba sin equipo a inicios de 2022 y esta temporada es uno de los candidatos al título de Moto2.

Alonso López, en lo más alto del podio en el último GP de San Marino. /GETTY
Alonso López, en lo más alto del podio en el último GP de San Marino. GETTY
Borja González

Borja González

Alonso López llegó al Mundial, como muchas otras promesas del motociclismo español, desde el campeonato junior (ex Campeonato de España), enrolado en una buena estructura de Moto3, bajo el paraguas de Monlau, por entonces dirigida por Emilio Alzamora, y con el patrocinio de Estrella Galicia. De hecho, por allí pasaron pilotos como Alex Rins, Alex Márquez (fue campeón del mundo) o Fabio Quartararo. Los resultados no salieron como ambas partes esperaban, y López terminó en la escudería de Max Biaggi, ex campeón de 250cc. Después de una primera temporada gris, se marchó al parón invernal con las miras puestas en mejorar para 2021.

El madrileño (de Los Molinos), un chico muy alto, quería exprimir su oportunidad en la cilindrada pequeña, también después de no poder encontrar plaza en Moto2, una categoría más acorde a su tamaño. Pero en diciembre, cuando aún estaba ingresado en un hospital para operarse de una lesión, recibió una llamada de Biaggi que le dijo que, pese a haber un contrato firmado, iba a prescindir de él. Algo que sonará bárbaro, pero que no es inhabitual en este deporte. Sin haber cumplido aún los 19 años, López se encontró, de repente, sin moto. En casa.

Tras unos meses mentalizándose en que iba a tener que dejar su pasión (y profesión hasta hacía poco), su manager le encontró una alternativa: disputar el campeonato de Europa de Moto2 con una estructura italiana, Speed Up, que competía y lo sigue haciendo con su propia moto, la Boscoscuro, apellido del dueño del equipo, el ex piloto Luca Boscoscuro, que tiene plaza en el Mundial (ahí corrieron hombres como Andrea Iannone, Pol Espargaró o el citado Quartararo). Allí López aprendió, aunque al principio siempre a la estela de su compañero, Fermín Aldeguer, que terminó siendo campeón, lo que le sirvió para encontrar sitio en el Mundial para 2022, al lado de Romano Fenati. Aldeguer ganó las nueve primeras carreras; López las dos últimas. Una señal de ese aprendizaje.

Y 2022 terminó de dar estructura a la historia del madrileño. Fenati no daba el rendimiento esperado, y Boscoscuro no dudó en bajarle de la moto y colocar ahí al español, que debutó en el séptimo gran premio de la temporada, en Francia, para terminar convirtiéndose en la gran revelación del año, la del piloto que desde el sofá viajó hasta lo más alto del podio en Misano y, de manera espectacular, en Australia.

¿Has asumido ya lo que hiciste en 2022 o todavía flipas un poco?

Flipo mucho. Al final te das cuenta de que en la vida ni el malo es tan malo, ni el bueno tan bueno, que quizás simplemente lo que necesita un piloto es sentirse a gusto, tener una oportunidad, tener confianza en uno mismo, y carreras, carreras, carreras... Y creo que ese es un poco el secreto. Y, obviamente, flipas cuando de no tener moto a ganar una carrera del Mundial no pasan ni cuatro meses… Dices: ¡Ostras! Por todo lo rápido que ha pasado, por todas las cosas que he pasado, de que los equipos ni se dignasen a hablar con mi manager y que ahora todos vayan a verle. Brutal, un cambio de 180 grados en todos los aspectos, en trato, en confianza, en todo.

Alonso López, en una carrera del pasado Mundial.  Moto2
Alonso López, en una carrera del pasado Mundial. Moto2

¿Y puede que haya más 'Alonsos López' por ahí? Aleix Espargaró, por ejemplo, vivió una historia muy parecida.

Claro que hay muchos 'Alonsos López', y también hay muchos 'Alonsos López' que no quieren ser Alonso López, porque hay muchos pilotos con mucho talento que quizás si trabajasen un poquito más o no se hubiesen rendido antes… De esos también hay muchos.

¿Te han llamado ya de MotoGP? ¿O tu manager se calla eso?

Bueno yo siempre quiero tener con Jose (Albors) la máxima comunicación posible, y alguno de MotoGP sí que ha estado interesado, pero también era muy pronto y yo quería intentar pelear por el título este año.

¿Hay algo una vez terminado el año que hayas visto que tienes que mejorar?

Creo que si algo hice muy muy bien el año pasado fue que en cada carrera iba mejorando y consolidando, era cada vez más competitivo Y luego, cuando llegué a donde estaban los grandes, aprendía mucho más. Porque no es lo mismo aprender de un Schrotter, por ejemplo, que estando en todas las carreras con Ogura, Augusto (Fernández), Pedro (Acosta), Arbolino… No tiene nada que ver, en cuanto a estilo de pilotaje, conducción, agresividad... todo.

Entiendo que ahora sólo puedes pensar en el título. Has dado una lista de nombres de esos de los que habías aprendido, y esos deben ser los rivales quitando a Fernández, que ha subido a MotoGP.

Sí, luego siempre habrá sorpresas, gente nueva, porque por ejemplo yo creo que Izan (Guevara) a final de año va a ser un piloto muy competitivo. Creo que Manu González, viendo cómo lo hizo a final del año pasado, puede ir más rápido, y mi compañero Fermín (Aldeguer) también va a ir rápido. Yo voy a intentar pelear por el Mundial. Sería auto engañarme si después de haber sido el piloto que más puntos ha conseguido después del parón veraniego te digo que no veo lo de pelear por el Mundial. Sería mentira, porque al final creo que tengo el nivel para hacerlo, la moto creo que también está en un nivel muy bueno, y pienso que yo también puedo estarlo. ¿Por qué no?

¿Trabajas de alguna manera el hecho de que con distintos objetivos el nivel de presión vaya a ser mucho más alto? Ahora se te espera.

A ver, es que ahora mismo la cabeza me está funcionando muy bien, y más presión de la que tienes cuando estás en casa y de repente te dan una oportunidad que sabes que a lo mejor es la última, no vas a tener. ¡Bendita sea la presión de estar primero y tener que estar jugándote un Mundial! Es una presión que la puedo llevar encantadísimo, pero la de estar en casa, no saber qué hacer, a ver si te dan la oportunidad, a ver si la aprovechas… Ahí de verdad sí que sientes una presión muy agobiante.