Bagnaia gana y Márquez saca al caníbal y termina tercero con Bulega como víctima
El bicampeón y líder de MotoGP domina en Misano mientras que el español pone el espectáculo en la última curva de la última vuelta.

Era una exhibición. Una carrera a diez vueltas en el marco del World Ducati Week que se está celebrando estos días en el Circuito de Misano con las estrellas de la poderosa fábrica italiana como protagonistas. Todos. Los ocho que corren en MotoGP, que supone incluir a los que van a pelear por el título, y los que pelean en SBK, aunque en este curso el favoritismo en el campeonato de motos derivadas de serie recae en la BMW del turco Toprak Razgatlioglu, un prototipo que, por otra parte, está aprovechando las ventajas técnicas que el reglamento le está dando para frenar a los de Borgo Panigale.
"Pido solo que corran con inteligencia, que en nada tienen Portimao unos y Silverstone otros", había declarado en la previa el máximo responsable deportivo de la marca, el ingeniero Gigi Dall'Igna, uno de los hacedores del fichaje para el equipo oficial de Ducati de Marc Márquez para 2025, en detrimento de Jorge Martín, un 'empujón' que ha generado la ola que ha sacado también de esa casa tanto a Enea Bastianini como a Marco Bezzecchi, dos talentos italianos. Unos movimientos que revolotearon alrededor de este evento previo al regreso del Mundial de Motociclismo esta semana que viene en Inglaterra.
Y era una exhibición y así se vivió la carrera… hasta que llegó su última vuelta. Terminaba la prueba, y las cámaras enfocaban a los boxes de los equipos participantes, porque ahí estaban con sus colores oficiales todas las escuderías Ducati. Y se podían ver las medio sonrisas un poco de angustia, sonrisas más claras en Gresini Racing, al ver lo que había en la parte final, en la única pelea que quedó abierta en una cita amistosa. Aunque cuando se trata de competir, nada es amistoso para Marc Márquez, ni cuando entrena en casa con su hermano.
Desde la salida Pecco Bagnaia hizo lo que suele hacer en MotoGP, colocarse delante, aunque la pole no fuese suya, y ponerse a liderar y a tirar, y a marcar el ritmo. De inicio a fin, sin dar opciones a sus rivales/compañeros, en una prueba en la que todos corrían con la misma moto, la nueva Panigale V4. Eso sí, en un trazado en el que entrena mucho, y en el que sus rivales siempre dicen que vuela cuando se prueban con las motos de calle. También lo hará, a buen seguro, en los dos grandes premios que allí se disputarán en septiembre (el de San Marino y el de Emilia-Romagna que sustituye al de Kazajistán).
Por detrás la pelea por las otras dos plazas de podio quedó circunscrita a dos hombres de SBK, el poleman, Andrea Iannone, y Nicolò Bulega, el compañero de Álvaro Bautista. Por momentos Iannone amenazó con acercarse a Bagnaia, aunque este manejó con maestría su margen, y en la parte final, ya con Bulega de nuevo con él, fue el cuarto desde el inicio, Marc Márquez, el que empezó a apretar para buscar sus opciones de podio, hasta que se percató de que el cajón estaba a su alcance. Y en situaciones así, Márquez no perdona, sea en competición oficial, en entrenamiento en casa, o en una exhibición con todos sus jefes delante.
El 93 se coló por dentro a Bulega en la última curva de la última vuelta, muy por dentro, y le rebasó con empujón incluido, hasta el punto de que el italiano se quedó sin sitio y terminó fuera de la pista, por los suelos y levantando los brazos impotente y sorprendido por cómo había terminado la supuesta fiesta. Con él en la grava, con los jefes con medias sonrisas y mirando al suelo en modo 'tierra, tráganos', y con el futuro compañero de Bagnaia cruzando la meta en tercera posición tras el líder de MotoGP y Iannone, en un podio de amistoso que no tiene revisión, pero que seguro que escoció al damnificado de esta pelea.
"Es una pena, en la última curva he sentido que Nicolò me pasaba muy cerca y se ha caído, no he notado el contacto, pero estaremos juntos en el podio celebrando, porque es una fiesta", declaraba Márquez a la conclusión de un evento en el que al final Marco Bezzecchi y Fabio Di Giannantonio fueron cuarto y quinto, respectivamente, con Jorge Martín noveno (se salió de pista y cayó al último puesto desde donde remontó), Alex Márquez duodécimo y Bautista decimotercero. Una fiesta, como la calificó Márquez, en la que como muchas otras veces terminó siendo él el gran protagonista.