El "este año no he ganado un título, pero he ganado mucho más" que define la temporada de resurgir de Marc Márquez con Gresini
El catalán terminó el pasado domingo su aventura con Gresini antes de debutar con el Ducati Lenovo.

Madrid-. Para cualquier piloto que debuta en el Mundial su máxima premisa es ganar. En el caso de un ocho veces campeón del mundo como Marc Márquez, esa sed se multiplica, a pesar de que su palmarés le permitiría retirarse con la cabeza alta. Precisamente esa insatisfacción que le llevó hace ya más de un año a tomar la decisión más complicada de su trayectoria deportiva, abandonar el Repsol Honda para poner destino al Gresini antes de su destino final, el Ducati Lenovo, con quien se estrenó el martes pasado en el primer test de pretemporada en el Circuito de Barcelona-Cataluña.
Con el cerrojo echado a la temporada y la tranquilidad que da el parón invernal, Marc Márquez tuvo el particular día de medios de la mano de Estrella Galicia, uno de sus patrocinadores principales. Con la prensa convocada al encuentro, el ilerdense hizo un repaso a la que ha acabado siendo la temporada de su resurgimiento tras tres años de auténtico calvario, con cuatro operaciones a sus espaldas y una crisis de las marcas niponas que, de alguna forma, obligaron al catalán a tomar nuevos caminos para volver a ser competitivo.
Su máximo objetivo esta temporada de la mano de Gresini -que ha acabado siendo su chaleco salvavidas-, pasaba por responder todas aquellas cuestiones que se le han ido presentando a lo largo de estas temporadas en la que ha sufrido la parte más negativa del deporte, las lesiones, la más importante: "Ver si era competitivo. Lo he sido. Para 2025, estoy en el equipo campeón, tengo las mejores armas para intentar luchar por un título más, pero hay una pretemporada por delante", respondía a la pregunta de Relevo. La respuesta llegó prácticamente en el primer gran premio del curso donde terminó cuarto, solo dos carreras más tarde ya estaba pisando el podio.
El de Cervera tenía claro que este iba a ser un año decisivo por muchos motivos, y lo ha acabado siendo. En términos deportivos, las victorias han vuelto a formar parte de los casilleros de su temporada. Aunque, sin duda, lo más importante ha llegado en términos de resurgimiento. "Se lo dije al Gresini. No se ha ganado un título, pero este año he ganado mucho más. He conseguido reencontrarme y alargar mi carrera deportiva. Tenía pajaritos en mi cabeza, dudas que se han resuelto de forma muy buena. Intentaré seguir con esa felicidad, porque si eres feliz, eres rápido", confesaba.
Hace apenas un año, sobre la cabeza del catalán pasaba la idea de poner punto y final a su carrera deportiva, su fichaje por el Gresini y la ilusión de comenzar nuevos proyectos acabó dando una prorroga al momento que atravesaba el octacampeón. Meses más tarde, esa decisión ha quedado completamente desterrada y su único pensamiento es volver a ganar.
"A nivel de sensación corporal, me quedo con el test de Valencia, es el chute más grande que tuve. Me quedo con dos momentos: el podio de Jerez, que vi muy cerquita la victoria, y luego, la victoria de Aragón, que no fue muy perseguida, pero acabó llegando. Este año, todo lo que tenía apuntado en la libreta, acabó llegando. ¿El título? No era realista. No se puede pasar del infierno a la gloria de golpe".
Aunque, como en todo, en su año de resurgir también ha habido momentos complicados. "Ha habido pocas decepciones. Evidentemente, la caída de Austin, uno de los sitios marcados para poder ganar. Fue un golpecito, te dices: 'He fallado, podía ganar'. En la primera parte de la temporada, tuve más problemas, me costó ir a la Q2, caídas. En la segunda, todo fue mejor. No hubo lesiones y fui evolucionando", añadía.
Un crecimiento personal y mental que ha llevado a Marc Márquez a un aspecto completamente distinto al Márquez que ganó seis títulos de campeón entre 2013 y 2019 y que le coloca en una posición privilegiada de cara al nuevo curso. "Es imposible prepararse mentalmente, es vivirlo, tener gente alrededor que te dice cosas que no quieres escuchar, te ayudan a salir. También, saber desconectar. La vida personal y la profesional van ligadas, pero no es todo. Pasas 200 días en un circuito, pero hay 365 días", comentaba.
Su próximo objetivo, vestido de rojo, dará comienzo en apenas tres meses. Entonces, Marc Márquez llegará completamente renovado y con la mente puesta en seguir aumentando su leyenda. "El inconformismo que me ha caracterizado toda mi carrera. El querer más me ha hecho ganar muchos mundiales. Estoy en un momento en el que no tengo que demostrar nada. Estoy aquí por mi pasión al motociclismo", concluía.