MOTOGP

Las horas bajas de Yamaha provocan problemas en los antebrazos a sus dos pilotos

Tanto Quartararo como Rins se quejaron el domingo del GP de Italia de problemas en sus antebrazos.

El piloto de Yamaha Fabio QUartararo./INSTAGRAM
El piloto de Yamaha Fabio QUartararo. INSTAGRAM
Raquel Jiménez

Raquel Jiménez

"Desde mitad de carrera tuve problemas en el brazo", reconocía Fabio Quartararo tras terminar 18º en la carrera del pasado domingo en Italia. En lo que parecía el fin de semana de resurrección de la escudería de los diapasones tras la segunda posición en parrilla de Álex Rins y la buena gestión de Quartararo hasta la clasificación del sábado, volvió a resultar una especie de nuevo naufragio en el que sus dos pilotos tuvieron que lidiar, también, con problemas físicos. "Hay algo de la moto de este año que provoca estos problemas. Sentimos que la moto es superpesada, tenemos que ajustarla", añadía el francés.

Lo cierto es que en plena crisis de las firmas japonesas, Yamaha parece ir un paso por delante de su rival histórica, Honda. Aunque eso no exime a los de Iwata de estar inmersos en unas horas bajas que les alejan de las primeras posiciones desde hace ya más de un año. De hecho, su última victoria se remonta al Gran Premio de Alemania de 2022, el último logro de Fabio Quartararo. Unos números que parecen increíbles para la que fuera la marca dominadora durante más de una década y que trabajan por recuperar.

Sin ir más lejos, Yamaha llegó a Mugello con la esperanza puesta en un nuevo paquete aerodinámico que habían probado en un test que los nipones llevaron a cabo en el trazado italiano. La primera toma de contacto tanto el viernes como el sábado parecieron aportar un rayo de luz a la situación de Yamaha. Sin embargo, nada más lejos de la realidad. Una 15ª y una 18ª posición es a lo que pudieron aspirar los dos pilotos que terminaron aquejándose del mismo mal.

Un nuevo intento de la escudería por recuperar su mejor estado de forma y luchar contra el gigante Ducati y donde entra en juego una de sus principales bazas, Max Bartolini, el exingeniero de Ducati que promete dar la vuelta a la situación de la marca campeona de 2015. "Él ha dado confianza a toda Yamaha, en el modo de trabajar, en cómo es como persona, en la rapidez que ha metido en el trabajo y en la confianza que le ha dado a los japoneses", resumía hace unos días Fabio Quartararo en una entrevista con As.

Vacaciones de trabajo

Lo que es un hecho es que tras la renovación de su punta de lanza, Yamaha se encuentra decidida a encontrar una vía que les permita volver al lugar al que pertenecen. De hecho, desde el inicio de curso los nipones han aprovechado el nuevo sistema de concesiones que les permiten tener más días de test para trabajar en un nuevo concepto de Yamaha, más europealizado. El último paso lo dieron hace apenas unos días en el último test privado en el que sus dos pilotos han podido trabajar codo con codo en el Circuito de Valencia.

Probablemente para probar uno de los conceptos que no pudieron poner en el pasado test de Mugello -por culpa de la lluvia-, un nuevo motor. Un nuevo paso para solucionar el tema de potencia que durante años ha ido marcando el progreso de los diapasones. Y una pieza menos en el extenso y enigmático camino de los nipones para volver al liderato.