MOTO3 | GP DE LA INDIA

Jaume Masiá aprende a luchar contra sus fantasmas y amenaza a Holgado en Moto3

El valenciano logró este domingo una sólida victoria en Buddh con la que se convirtió en el primer ganador de la historia en India.

Jaume Masiá, tras ganar el GP de La India. /EFE
Jaume Masiá, tras ganar el GP de La India. EFE
Borja González

Borja González

Greater Noira (India)-. Jaume Masiá (Jaume o Jaime, como le llama su padre) va a cumplir el próximo mes de octubre 23 años. Eso, en una categoría como Moto3, es sinónimo de veteranía. Masiá era un chico muy, muy pequeño, al estilo Marc Márquez, y sorprendió por su desparpajo cuando debutó en el Mundial en una prueba en Austria en 2017 como sustituto de un lesionado, Darryn Binder, hermano del MotoGP Brad. A partir de ahí comenzó una carrera deportiva con muchos altibajos y cambios de equipo. Hasta el punto de que este año ha regresado a Leopard Racing, con los que ya había corrido en 2020, pero con los que rompió su relación para volver a la KTM con la que había debutado.

Ahora, de nuevo con Honda (una moto que sufre las consecuencias de los problemas del proyecto MotoGP en forma de poca evolución, una evolución que termina recayendo en los propios equipos), y después de varias desilusiones, el chico de Algemesí (Valencia) parece haber encontrado el mejor escenario para explotar ese talento que siempre se le ha presupuesto.

"Desde principio de año he encontrado algo especial en este equipo y se está viendo. En todos los entrenamientos estamos delante, en todas las situaciones estamos delante. Sí que es cierto que a principio de año no éramos los más fuertes, pero por lo menos éramos bastante regulares. Estoy muy contento. Me siento muy fuerte tanto mentalmente como deportivamente con la moto", confesaba este domingo a Relevo tras llevarse de manera inapelable la victoria en India, inscribiendo su nombre de manera simbólica como el primer ganador de la historia en Buddh.

Esa regularidad de la que habla se concreta en que ha sido capaz de meterse en cada fin de semana de manera directa en la Q2, sin tener que pasar por el calvario de la Q1, en unas sesiones de entrenamientos que en Moto3 suelen ser muy tensas por la estrategia de los pilotos más lentos de tratar de cazar la referencia de los más veloces, entre los que él se encuentra. "No quiero que se entienda mal, pero es muy pesado. Es cierto que cuando un piloto es fuerte es normal que te sigan, pero es muy complicado gestionarlo. Tienes que trabajar mucho en ir rápido y a la vez muchas veces en que no te fastidien todo el trabajo", nos explica.

"Como ha dicho Ayumu (Sasaki) en esta carrera, cuando vas detrás es bastante fácil entre comillas seguir a otro piloto y al que te sigue le resuelves muchos problemas. Es verdad que en los entrenamientos somos varios los equipos que tenemos que estar pendientes de esta parte, de que nos estén esperando, y eso consume energías. Este fin de semana ya lo he intentado gestionar mejor y creo que tengo bastante claro lo que tengo que hacer". Masiá mantuvo una buena línea hasta el parón veraniego. Tras la prueba de los Países Bajos era segundo de la general a sólo 16 puntos del que es líder desde el arranque del Mundial, Dani Holgado. Pero al volver a competir se le torcieron las cosas: en Silverstone se fue al suelo cuando lideraba la prueba, y en Austria tuvo un problema mecánico. De allí salió quinto a 52 puntos de Holgado.

"Se piensa mucho en que ya está, en que no vas a poder luchar por el título. A parte, cuando ves a los otros tan fuertes, porque al final el factor mental aquí cuenta por tres, es peor aún. Eran palos, algunos dependían de mí y otros no dependían de mí, y los otros venga a sumar, 20, 25 puntos, y eso hace mucho daño". Pero en tres carreras, coincidiendo también con el momento más crítico del todavía líder, ha revertido por completo la situación. De India ha salido empatado con el primero, con el tercero, Ayumu Sasaki, a solo un punto, con David Alonso y Deniz Öncü aún metidos en la pomada a falta de siete grandes premios: un punto entre los tres primeros, 27 entre los cinco.

"Como he dicho antes, tengo muchas ganas de disfrutar con el equipo. Estoy rodeado de grandes profesionales y de grandes amigos. Lo único que quiero es ir carrera a carrera. Me gustaría de verdad que entendieses y poder expresar lo que siento con ellos. Para mí va a ser una experiencia muy bonita el poder luchar una cosa tan grande como puede ser un Mundial. Tengo unas ganas increíbles de estar con ellos tanto tiempo y de poder conseguir y compartir bonitos resultados". Masiá afronta ahora la gran oportunidad de su carrera deportiva, con el factor experiencia de su parte (la de su escudería, también) y con el futuro ya resuelto, una vez que sabe que en 2024 estará en Moto2. Ahora le tocará a él mantener este momento en el que está, sin que le aparezcan fantasmas del pasado, esos que le llevaban a pensar demasiado en el incontrolable e improductivo factor 'mala suerte'. "Lo que hay que hacer es intentar gestionarlo de la mejor manera posible", sentencia para terminar su charla con Relevo.