Marc Márquez encuentra la llave para volver a dominar en MotoGP
El catalán es el primer líder de esta temporada después de un fin de semana perfecto en Tailandia.

37 puntos en su casillero fueron la carta de presentación de Marc Márquez en su primera carrera a lomos de la Ducati del equipo de fábrica. Su dominio en los test ya le señalaban como el principal candidato a llevarse el título esta temporada, pero el catalán se encargó de aumentar más si cabe las expectativas con un fin de semana perfecto en Tailandia, la primera prueba del curso. El ilerdense se acabó llevando a casa su primera pole vestido de rojo, una victoria al sprint y otro oro en la carrera del domingo, un escenario perfecto que le pone en el ojo del huracán.
Lo único claro es que pese a hacerlo fácil, el camino de la resiliencia no ha sido nada fácil para el octacampeón que esta temporada comienza la última parte del plan que empezó hace poco más de un año con su salida del Repsol Honda y culminará este curso volviendo a pilotar la mejor moto de la parrilla con un físico que recuerda a sus mejores años. "Una de las cosas en las que más he trabajado este invierno es en ser aún más limpio en mi pilotaje. Ya no tengo 20 años, tengo 32, tengo que gestionar las caídas, mi cuerpo. Por eso tengo que ser limpio y gestionar mi energía", revelaba el español a Sky Sports.
Lo cierto es que este estado no ha llegado de casualidad. Desde que se fue al suelo en 2020, el ilerdense ha apostado todo para volver a ser competitivo. Desde las cuatro operaciones en su húmero que por poco no precipitan su retirada, hasta cambiar su estilo de pilotaje, el mismo que le llevó a ganar sus seis títulos de MotoGP. "Sé que antes mi pilotaje era más bonito, pero el año pasado entendí que para mí es mejor así. Luego, para la clasificación, puedo ir más agresivo, pero lo conseguiré paso a paso", reconoció.
El gran cambio de Marc Márquez
La lesión que sufrió hace ya cinco años obligó al octacampeón a deshacerse de muchas cosas y a cambiar por completo su manera de trabajar. Las curvas de derecha eran su cuenta pendiente. "También he trabajado en las curvas a derechas, para mejorarme. Lo he hecho observando mucho a Pecco, porque es muy fuerte. Pero también a mi hermano Alex. He mejorado y pierdo menos que antes. Mi objetivo no era ser mucho más rápido que antes, sino más constante", explicó Marc.
Lo que no ha cambiado durante estos años es la sed del piloto de Cervera por volver a convertirse en el número 1 de la parrilla de la categoría reina. "He visto muchos vídeos, me he concentrado en lo que hacen con el cuerpo, con las piernas, con el freno y todavía tengo que trabajar en ello para ser aún más constante. Mi instinto, a veces, todavía me dice que siga con mi estilo de pilotaje habitual. A ver si puedo mantener el nuevo estilo de pilotaje este año", zanjó Márquez.
Este fin de semana tiene una nueva oportunidad para seguir aumentando su ventaja con su compañero de equipo en un circuito que históricamente le ha visto coronarse en más de una ocasión. Por ahora, el terreno es el gran desconocido después de la ausencia de Termas de Rio Hondo en el calendario de MotoGP en las últimas temporadas, aunque lo que es seguro es que Marc Márquez llega como el gran favorito.