MOTOGP

Márquez, Quartararo y Mir: tres campeones desesperados

El entrenamiento que se llevará a cabo en el Circuito de Misano el 11 de septiembre marcará el futuro de Honda y Yamaha.

Quartararo, Marc Márquez y Mir (a la izquierda, por ese orden), campeones del mundo de motociclismo. /EFE/EPA/NUNO VEIGA
Quartararo, Marc Márquez y Mir (a la izquierda, por ese orden), campeones del mundo de motociclismo. EFE/EPA/NUNO VEIGA
Borja González

Borja González

La parrilla de MotoGP 2023 cuenta con cuatro campeones del mundo. Uno, el ganador de 2022, Pecco Bagnaia, líder del campeonato y máximo favorito a revalidar la corona este año. Los otros tres: Fabio Quartararo, campeón de 2021, undécimo de la general; Joan Mir, el de 2020, vigésimo quinto; y Marc Márquez, con seis títulos en su mochila, décimo noveno.

De este último se ha hablado y se ha escrito mucho. Sus actuaciones se escrutan cada fin de semana, para entender qué se le pasa por la cabeza, cuál es su nivel de desesperación, y qué es lo que piensa hacer. Honda no levanta cabeza, y después de haberse hecho daño varias veces en esta temporada y de haberse perdido por secuelas físicas tres grandes premios completos y dos carreras más, ha decidido tirar de una versión inédita, la del piloto conservador. Con un punto en el horizonte que puede ser definitorio para su futuro.

Honda debería poner sobre la pista una moto totalmente nueva en el día de test del que dispondrán los pilotos de la clase reina el lunes posterior al Gran Premio de San Marino. Y ahí Marc podrá empezar a entender si puede contar con esperanzas de cara a la próxima temporada. Con que los ingenieros japoneses encuentren dos o tres décimas por vuelta, el piloto español podría poner el resto para poder volver a ser competitivo, y retornar a su versión habitual. Y ese día será también muy importante para su compañero de equipo.

La desesperación de Joan Mir ha quedado en parte tapada por la situación de Márquez, por la capacidad de atracción que el piloto de Cervera ejerce. Mir también se ha perdido este año varias carreras. Se lesionó el sábado del segundo gran premio, el de Argentina, y luego en el del sexto, el de Italia. La caída en Termas de Río Hondo le hizo ser baja el domingo, la de Mugello, con lesión, también le hizo perderse esa carrera y los dos eventos siguientes, disputados en Alemania y Países Bajos. Una baja que le permitió tomar aire.

"De la única manera que puedo disfrutar de esto es siendo competitivo", le reconocía a la periodista Izaskun Ruíz en una larga charla para DAZN. "Si Marc sufre con esta moto quiere decir que la situación es desesperante. Él es el mejor piloto de la parrilla, sin ninguna duda, y no es bonito ver a un piloto como él pasarlo mal", añadía. El mallorquín nunca ha escondido que disfruta mucho montando en moto, pero en casa, sin la presión, que su enfoque en los grandes premios es diferente, el de ejercer un trabajo. Y lleva todo el año sufriendo.

Esta imagen diluida de un campeón también ha hecho que su nombre entre en especulaciones: desde buscar otro sitio hasta tomarse un año sabático. Sobre lo primero aclara que quiere darle la vuelta a la situación donde está, en Honda, pero que para eso necesita ayuda. Y para esto es clave lo que se vea en ese entrenamiento en Misano. Sobre lo segundo sólo se puede decir que desde su entorno siempre han asegurado que, si hay alguien capaz de tomar una decisión así, ese es Joan Mir.

El tercer campeón desesperado es Fabio Quartararo. Relevo se sentó con él en el test de Malasia, donde iba a poder comprobar cómo había sido el trabajo de Yamaha en el invierno. Y estaba esperanzado. De hecho, tardó en firmar su renovación porque quería saber qué plan había en la fábrica. Aunque muy pronto llegó una nueva decepción. "En el test de Misano quiero tener pruebas. Tienen un mes", declaraba con contundencia a Motorsport el francés, que lleva todo el año lamentándose por la falta de competitividad de su moto.

"Yamaha lleva tres años prometiéndome cosas en un documento PDF de diez páginas, de las que luego no se cumplen nueve y media. Ahora no quiero ver ese PDF. No quiero ver cosas escritas, lo que quiero es ver la moto de Misano, porque esa será al 95 por ciento la que correrá en 2024. Allí se verá realmente si Yamaha me quiere para su futuro". De momento, el piloto de pruebas de la marca, Cal Crutchlow, ha hecho un test en el circuito japonés de Motegi, donde correrá como invitado en el Gran Premio de Japón. Una señal de que Yamaha se está intentando mover. Ahora habrá que ver si con éxito, o no. En Misano sus novedades, y las de Honda, pasarán una prueba del algodón que puede marcar el futuro de los dos gigantes japoneses.