La figura de Pedro Acosta continúa su imparable crecimiento en MotoGP
El novato español firma otro gran fin de semana culminado con su primer podio en la clase reina del motociclismo.

Autódromo Internacional del Algarve (Portugal)-. No hay ninguna duda sobre que Pedro Acosta es la auténtica sensación de la temporada de MotoGP que acaba de comenzar. Y no sólo desde una perspectiva de motociclismo español, porque cada acción que el murciano protagoniza provoca la admiración en el paddock. Es difícil que su nombre no aparezca en las conversaciones sobre la competición, siempre para reconocer la barbaridad de lo que está haciendo. Porque Acosta ha sido la pimienta de las dos primeras carreras del año de la clase reina, con un desparpajo que le ha llevado a adelantar a pilotos de la talla del bicampeón Pecco Bagnaia o del multicampeón Marc Márquez.
"Es increíble la manera de trabajar y cómo hace las cosas", explica a Relevo Paul Trevathan, su técnico, un hombre que está en el proyecto de KTM desde antes de que la moto austriaca debutase oficialmente en el campeonato, en la última prueba de la temporada 2016. Y es que en el Red Bull GasGas Tech3 no ganan para sorpresas. "Este es su mundo, las motos. No es de esos que se harta de gimnasio, de ir en bici, él disfruta sobre una moto. Nunca se ha quejado de lo que tiene y es capaz de ir identificando cada problema para luego ir mejorando". Porque esa capacidad de aprendizaje es lo que le está haciendo romper moldes. De Catar salió con deberes, después de haber fundido los neumáticos por exceso de ímpetu en la carrera. Este domingo gestionó eso a las mil maravillas.
"Yo sé que no soy el tío más fácil en un fin de semana de carreras, me pongo irritado fácil. Pero mi equipo me está llevando por el buen camino", confesaba Acosta tras convertirse en el tercer piloto más joven de la historia en subir a un podio de la clase reina (por detrás de Randy Mamola y de Eduardo Salatino, los dos en 500cc). "También están trabajando un montón por las tardes y por las noches. Cada vez que me despierto tengo 20 o 30 mensajes de los técnicos e ingenieros con cosas que ver y mejorar, entonces ya salimos al día siguiente con cosas claras o con prioridades, algo que muchas veces no es fácil".
En la prueba de Portimao se vio claramente la capacidad que tiene para jugar con su cuerpo. En el adelantamiento a Márquez en la curva 1, en un punto en el que parecía que no iba a poder parar su moto, y en un intento no consumado en ese mismo punto a Bagnaia, en el que fue capaz de controlar un doble bamboleo de la GasGas. "Cuando me he probado la primera vez ahí, al frenar ya iba para los lados, entonces se me ha hecho un poco bola todo el adelantamiento. Estaba un poco más concentrado en hacer toda la curva 1 más redonda, más rápida para poder llegar a la 3 con una oportunidad. He disfrutado mucho yendo detrás de él, porque me ha dado tiempo de ver muchas cosas", explicaba tras reconocer que la pasada que más había disfrutado había sido la que ejecutó en esa curva 3 sobre Bagnaia.
"Estaba jugando muchísimo con el cuerpo", narraba sobre lo que había visto yendo detrás de su rival. "Creo que Pecco está mucho más atrás sentado en la moto que los demás y siempre está jugando un poco con los pies. Ves que retuerce los pies de una manera un poco rara, entonces yo estaba retorciendo el mío también para ver cómo iba para delante. Es verdad que juega con el cuerpo y gana tracción en los primeros metros de la aceleración. Yo creo que es un poco lo que me falta a mí, porque a lo mejor voy mucho más fuera de la moto que él, entonces poner ese peso atrás me cuesta un poco. Pero bueno, esta carrera ha servido mucho para eso". Esa misma capacidad de aprender que demuestra cuando se entrena con moto de calle para, en vez de tratar de ser lo más rápido posible, buscar practicar maniobras que luego pueda implementar en su MotoGP.
"Me encanta ir detrás de Acosta porque va con ese punto de inconsciencia que tiene un rookie", opinaba Márquez, que asume que ha pasado de ser el objetivo de preguntas a grandes de la categoría como Valentino Rossi, Jorge Lorenzo o Dani Pedrosa, a los que se encontró cuando debutó en 2013, a ser él el que tenga que dar su opinión sobre este nuevo talento. "Esas son cosas que tiene que saber aprovechar ahora. Y si le salen bien, como me pasó a mí en 2013, pues hará podios como ha hecho aquí, ganará carreras y, ya lo dije antes de empezar en Catar, antes de la primera carrera: será un nombre de futuro, y de presente". Un futuro que ha llegado más rápido de lo esperado, de un piloto del que, en estos momentos, se puede esperar cualquier cosa. "Hay que tener los pies en el suelo. El fin de semana que vaya bien, champán y fiesta, y el que no, tendremos que aceptarlo y saber que tenemos que mejorar", concluía Acosta con ese desparpajo con el que enfoca todo.