"La última carrera queda en un tercer plano": las reacciones de los pilotos de MotoGP desde Malasia
El penúltimo y decisivo gran premio de 2024 ha arrancado marcado por las consecuencias de la DANA en España: "Sería un error, éticamente hablando".

Circuito de Sepang (Malasia)-. Estaba claro que los efectos de la DANA iba a ser uno de los temas capitales del día previo al arranque del Gran Premio de Malasia, sobre todo entre los pilotos españoles. Un terreno de discusión en parte complicado, porque exige aunar sensibilidad, una cierta perspectiva porque el Mundial tiene en su calendario la prueba de cierre allí, y todo desde la distancia, con la información que ha ido llegando desde España. "Hay muchas especulaciones en el paddock de si se hará o no. Mi opinión personal es que en lo último en que hay que pensar ahora es en si se hará la carrera, o no", comentaba Álex Márquez, en una línea que mantuvieron todos los pilotos: anteponer la tragedia a cualquier otro tema.
"Falta una semana y media para que estén los camiones allí y todos los esfuerzos no se pueden centrar en que la entrada a un circuito esté arreglada. Eso es lo último que hay que arreglar ahora mismo. Hay gente sin casa, gente que aún no ha encontrado a sus familiares, hay casi cien muertos… Siendo realista, no veo un campeonato del mundo allí en una semana y media porque todos los esfuerzos se tienen que centrar en otra cosa, que son las personas y las familias. Nada más. No pensar en si cuatro vamos a hacer una carrera allí. No: eso es lo de menos ahora mismo", continuaba el menor de los Márquez.
"Vería feo que se centraran en reparar la carretera que va al circuito, que es lo que todos hemos visto, y no centrarse más en las familias y en las casas. No lo sé, pero mi opinión es que hay que ver el lado humano de las cosas", añadía Álex Rins, sobre un tema que ha marcado el arranque de este gran premio, uno crucial en la parte deportiva. "Pocos comentarios que hacer sobre Sepang, porque la cabeza está en Valencia, con las familias destrozadas, con gente sin casa, y creo que la prioridad máxima es ayudar a toda la gente que ha sufrido esta catástrofe", repetía Maverick Viñales, en la misma línea que sus compañeros. Unas conversaciones que se repiten sin micrófonos de por medio, en un ambiente en el que muchos viven en la Comunidad Valenciana.
"Es un momento muy difícil, y lo primero que pienso es que me gustaría estar en casa protegiendo a mi familia. Eso es lo que siento. Será un fin de semana donde seguiremos las noticias e intentaremos dar toda la ayuda que podamos, por supuesto. No sé cuál es la manera de ayudar, porque es difícil ayudar desde lejos, pero lo haremos si alguien encuentra la forma. Ahora la última carrera queda en un tercer plano. Las familias merecen muchísimo respeto. Es un momento difícil para España y hay que ayudar mano con mano. Cualquier ayuda que yo pueda ofrecer, estoy encantado de darla", apuntaba Viñales. Porque, como nos decía Álex Márquez, el paddock se ha abierto a las especulaciones acerca de qué pasará con la última prueba. ¿Se mantendrá? ¿Se cancelará? ¿Se cambiará de escenario?
"¿Mi sentimiento? Mi sentimiento es claro: como piloto español me gustaría tener un gran premio en España, y más en uno de los circuitos que más me gusta, y en el que hay un ambientazo", decía por su parte Marc Márquez, una de las voces más autorizadas de la parrilla por su peso. "Pero la situación es la que es y primero de todo tenemos que ayudar a toda la gente que se ha quedado sin casa, que ahora mismo no tiene un techo, comida, todo eso. ¿Que se ha haga el gran premio o no? No quiero pronunciarme, pero para mí… bueno, sí, me pronuncio: sería un error. Éticamente hablando". Porque esa es la sensación que más se percibe. Hablar de un evento deportivo es inmoral, aunque la realidad es que todo el mundo lo tiene en su mente, porque nadie quiere oír hablar de un campeonato finalizado abruptamente.
"Yo no he dicho que se debería cancelar Valencia, he dicho que se tendría que valorar todo lo que pasa, lo que hay, qué daños hay, qué pros y qué contras habría, ¿pero que tendría que haber otra carrera sí o sí? Sí", concluía el 93, aclarando que su discurso gira en torno a la situación en Valencia, porque no se cansó de repetirnos que el epicentro está en las víctimas y en las consecuencias vitales de los afectados, y que la única manera de plantearse hacer algo en el Ricardo Tormo sería si sirviese de ayuda en algún sentido, algo que tampoco vio del todo claro. "Ya se han cancelado dos grandes premios durante este año, no tendría sentido acabar el campeonato aquí, decir el jueves 'No, se acaba el campeonato aquí'. Tendría que haber otra carrera en algún sitio", añadía a la parte de su discurso relacionada con el aspecto deportivo.
"¿Qué decisión debe tomar el campeonato? No hay una mejor decisión", se preguntaba por su parte Aleix Espargaró. "Es muy, muy complicada, y en la que no sólo entra el campeonato, sino también el Gobierno del país, porque la situación es de total emergencia, muy complicada. Creo que ir a Valencia es muy complicado. Si hay alguna esperanza de ir, espero que de una manera y otra entre todos, Dorna y pilotos, encontremos la manera de sumar y darle a la Comunidad Valenciana un retorno. Y creo que el campeonato es lo suficientemente grande e importante como para encontrar un plan B, porque se están jugando el título de MotoGP. ¿Si sugiero alguna idea? No. Barcelona me parecería la carrera que menos impactaría en cuanto a organización, costes y demás para todo el campeonato. Catar creo que también sería una opción buena, pero es muy, muy complicado organizar una carrera de MotoGP", concluía el de Aprilia.