MOTOGP

La reflexión de Álex Márquez tras su primera victoria en MotoGP: "La vida me ha enseñado que no hay que rendirse jamás"

El pequeño de los Márquez conquista Jerez con una victoria emocionante y se coloca líder del Mundial tras un domingo inolvidable.

Álex Márquez tras ganar el GP de España. /RELEVO
Álex Márquez tras ganar el GP de España. RELEVO
Raquel Jiménez

Raquel Jiménez

En un domingo cargado de emociones y simbolismo, Álex Márquez escribió una de las páginas más especiales de su carrera deportiva en el Gran Premio de España. Tras un viernes agitado, en el que sufrió dos caídas y logró una vuelta mágica que le otorgó el récord provisional de Jerez, el menor de los Márquez encontró su momento de gloria en la carrera larga del fin de semana.

La caída de su hermano Marc en la tercera vuelta fue el detonante de una reacción perfecta. Álex, que ya había firmado una sólida segunda posición en la Sprint del sábado, supo que debía dar un paso al frente. Y lo hizo: superó a Fabio Quartararo en la undécima vuelta, en una maniobra decidida en la primera frenada, para tomar el control de la carrera. A partir de ahí, gestionó una pequeña ventaja de medio segundo con temple y madurez hasta ver la bandera a cuadros como vencedor.

La celebración no se hizo esperar. Fundido en un emotivo abrazo con su hermano Marc en el parque cerrado y frente a los tantos aficionados presentes en las gradas del circuito de Jerez-Ángel Nieto, Álex no pudo contener las lágrimas en un momento que simbolizaba mucho más que una victoria: el esfuerzo, la resiliencia y el sueño cumplido.

«Estoy muy feliz; ha costado mucho»

"Estoy muy feliz; ha costado mucho. No sé por qué, pero dentro del equipo teníamos claro que hoy podía ser el día. Cuando vi que Marc se caía, me dije que hoy era el día", confesó un emocionado Álex Márquez tras el podio a los medios presentes en el circuito, entre los que se encontraba Relevo. El triunfo, además, le permite recuperar el liderato del campeonato, aunque apenas por un punto sobre su hermano mayor.

Lejos de dejarse llevar por la euforia, Álex mostró su habitual templanza: "No me gusta hablar de euforia. Mañana tenemos test y otros equipos probarán muchas cosas, nosotros poco. Pero estoy convencido de que podemos seguir en esta línea. La vida me ha enseñado que no hay que rendirse jamás y que soñar es gratis. Marc sigue delante, pero ahora solo medio paso".

La carrera de Álex fue impecable. Ejecutó su estrategia al pie de la letra, aprovechó la mínima oportunidad y, además, tuvo la fortuna de que Francesco Bagnaia no consiguiera superar a Quartararo para presionarle. "Hice todo a la perfección, como habíamos planificado con el equipo. Fui más rápido y no cometí ningún error", sentenció el gran protagonista de un domingo inolvidable.

El triunfo de Álex Márquez en Jerez no solo refuerza su candidatura al título, sino que también confirma que, en el año de la consagración de los hermanos Márquez en Ducati, todo es posible.