Los entrenamientos del viernes darán el veredicto sobre la seguridad del Circuito de Buddh
Los responsables del campeonato llevan casi dos semanas trabajando en afinar y perfeccionar el nuevo trazado indio.

Circuito Internacional de Buddh (India)-. Nada más finalizar el pasado Gran Premio de San Marino, los dos principales responsables de seguridad del campeonato, Tomé Alfonso y el expiloto Loris Capirossi, se desplazaron hasta Nueva Delhi. El objetivo: chequear in situ el estado del Circuito Internacional de Buddh, la gran novedad del calendario 2023, una vez que no se pudo disputar la prueba prevista en Kazajistán de julio. Un trazado en el que no se ha celebrado ninguna competición desde 2018 y que previamente saltó al escenario internacional al albergar tres pruebas de F1 (de 2011 a 2013), aunque el contrato con el promotor de la principal prueba de motor a nivel mundial se interrumpió tras tres citas y sin completar los cinco previstos. El motivo principal fue que el motor no tenía consideración de deporte en India, lo que generó problemas fiscales.
Desde 2019 esto cambió, así que el Mundial de Motociclismo llega en un momento diferente, a una zona en la que se venden más de 14 millones de motos al año, el mayor mercado a nivel planetario, algo nada extraño al ser el país más poblado del mundo. Así que, tras una inactividad tan larga, Buddh necesitaba un plan de seguridad para cumplir con las exigentes condiciones que se exigen para las pruebas más importantes de las dos ruedas. El 2 de julio partieron 40 containers de Europa cargados con los sistemas de seguridad, entre ellos los famosos air fences (defensas de aire); responsables de la empresa que los fabrica, la austriaca Alpina, también viajaron a India para garantizar que todo se ubicaba como es debido. Y durante esta última semana, Alfonso y Capirossi se han dedicado a pasar del plan teórico al práctico.
Primero les tocó chequear que todo se había hecho según se había solicitado, con la homologación oficial pendiente de hacerse el día previo al arranque del gran premio (homologación que pasó con éxito). Un procedimiento que es el mismo en cada circuito cada año, sea nuevo o no, aunque en los nuevos el margen para las modificaciones es menor. "¿Por qué se hace el jueves y no antes? Por ejemplo, a Jerez, que tiene que montar muchos air fences, y la mayoría de ellos los alquila, no puedes ir tres meses antes y pedirle que los alquile para la inspección, que luego los desmonte y los vuelva a montar para cuando llegue el fin de semana del GP. Por eso todas las inspecciones se hacen el jueves y, si está todo conforme, como es el caso, se emite la homologación de la pista. Ese el proceso", explica Alfonso.
Drawing a new circuit blindfolded! 😅
— MotoGP™🏁 (@MotoGP) September 21, 2023
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Los pilotos se dedicaron miércoles y jueves a estudiar in situ el trazado, bien a pie, bien en bicicleta, porque desde hace unos años tienen prohibido hacerlo en scooter. Algunos, como el campeón y líder Pecco Bagnaia, o los hermanos Márquez, incluso hicieron ese trabajo acompañando a los responsables de seguridad, con Alfonso a la cabeza. "Lo único que me preocupa mucho antes de rodar es que es verdad que los muros no están muy lejos. Pero hay que rodar y ver, porque hay otras pistas en las que tampoco están lejos. Pero la recta de atrás es muy, muy larga, 1.2 kilómetros es una barbaridad, se llegará a velocidades muy altas, y a mí el espacio que hay hasta el muro no me genera mucha confianza", apuntaba Aleix Espargaró a Relevo, una opinión con la que coinciden muchos pilotos.
"En la curva 12 desplazamos el muro hacia atrás y añadimos grava. Y en la curva 13, que es la última, movimos el muro hacia atrás y quitamos todo el asfalto que había para meter grava. El circuito ha quedado bien y estoy contento. Ahora hace falta ver qué dicen los pilotos cuando empiecen a rodar el viernes, pero creo que es un buen circuito", señalaba por su parte Alfonso, que explica cómo hacen su trabajo. Primero se plantea, con los datos de las motos, una estimación sobre velocidades y trazadas. Y después, a ese trabajo teórico le sigue una práctico: Capirossi (con una Ducati Panigale) se dedica a ir probando el circuito zona por zona, y con un cono se va marcando la trayectoria ideal, la más segura. Después se modifica todo con pintura para evitar posibles zonas de riesgo. Un trabajo, como se suele decir, de chinos, que exige muchas horas sobre el asfalto.
"Teóricamente, las estimaciones con autocad que nos pasan ellos son parecidas a otros circuitos, pero a mí no me parece que esta recta sea como la de otros circuitos…", añadía Espargaró sobre ese punto, a la vez que Marc Márquez planteaba sobre todo dudas si se terminaba rodando bajo la lluvia. Y este jueves por la tarde cayó un aguacero durante una hora sobre Buddh. "Es uno de esos circuitos que, al hacerlo caminando, parece bastante bueno, pero ya veremos mañana con la MotoGP cómo va", concluía Márquez. Será este viernes cuando las estimaciones y las ideas se hagan realidad, y cuando se concreten si el nivel de seguridad es el que los promotores esperan que ofrezca la pista india.