Los pilotos ante el cierre del test de Sepang de MotoGP: "Por la mañana tendremos fuegos artificiales"
Bastianini destroza el récord de la clase reina en Malasia en otro buen día de Jorge Martín y con Marc Márquez en modo adaptación.
Circuito de Sepang (Malasia)-. Marc Márquez se sienta en la sala de prensa para contar su segunda jornada en Sepang a los cuatro periodistas españoles desplazados hasta Malasia. Tras un primer día frustrante, con problemas en sus dos motos, ha finalizado un intenso miércoles en el que ha sido el piloto que más vueltas ha acumulado: 72. Mientras esperaba su turno para hablar había estado charlando con el campeón Pecco Bagnaia, a la vez que se dedicaba a estirar su brazo derecho, la zona del hombro. "Bien, bien, bastante bien, estoy contento de cómo ha ido hoy, ya he podido dar vueltas, quizás demasiadas…".
Márquez se queda un par de segundos en silencio, y vuelve a mover su brazo. "Se me acaba de subir el pectoral. Una rampa, tío, como en el gemelo, ¿sabes? Quizás he dado demasiado vueltas, y mañana lo voy a notar". Ese 'mañana' es el jueves, último día del test, una jornada en la que los pilotos saldrán en la primera hora a quemar neumáticos y a intentar mejorar unos tiempos que ya están siendo deslumbrantes.
Jorge Martín destrozó el cronómetro por la mañana, bajando el récord de Pecco Bagnaia del gran premio del año pasado -1:57.491- en más de dos décimas, hasta el 1:57.273; y Enea Bastianini, ya por la tarde, subió la apuesta hasta el 1:57.134, el anticipo de lo que puede llegar en ese tercer día en Sepang. "Por la mañana, de diez y media a once, tendremos fuegos artificiales", comentaba muy gráficamente Álex Márquez.
KTM looking promising so far 👀@BradBinder33 was amongst the lap record breakers today 💥#SepangTest ⏱️ pic.twitter.com/j94lgxMAjD
— MotoGP™🏁 (@MotoGP) February 7, 2024
"No quiero imaginarme mañana cuando probemos el time attack a donde se llegará… Considerando que mi 57.4 lo he hecho con el depósito de gasolina lleno…", añadía por su parte el campeón, Bagnaia, que mejoró unas milésimas su anterior récord, algo que esta vez sólo le valió para ser quinto, por detrás de los citados Bastianini y Martín, del sudafricano de KTM Brad Binder (que aprovechó la estela de Alex Márquez), y de la Aprilia de Aleix Espargaró. "Seguro que el 56 se toca", apostaba Martín, que había hecho su registro rápido del día en un momento de comparativa del nuevo carenado de Ducati con el antigua, casi la única duda que en este punto tienen los pilotos de la marca italiana que usan el prototipo 2024.
"Habrá que apretar bastante, pero no me importa si no lo hago. Hemos visto a Bezzecchi que en el último intento del día se ha caído, y entonces pierdes confianza y haces trabajar al equipo", añadía el madrileño para restar importancia a una pelea que, en realidad, importa muy poco, y que sirve más para mandar mensajes a la competencia y, por qué no, a las fábricas, cuando no queda mucho para que se active el mercado de fichajes.
Bagnaia: “Si comenzase el Mundial mañana...”
"Si comenzase el Mundial mañana llegaríamos muy bien. No sé los demás. Aunque no estoy todavía contento al 100%, queda algo de trabajo que hacer", reconocía Bagnaia, que quiere entender un poco más si ese carenado 2024 es mejor o no que el de 2023, algo en lo que sí que cree Bastianini, y con lo que tiene más dudas Martín.
"No tengo del todo clara la línea, aunque si me hiciesen decidir mañana sabría qué elegir. Pero quizás debo seguir intentándolo con ese nuevo carenado. De alguna forma tiene alguna parte positiva, así que tengo que ver si el potencial que tiene podemos exprimirlo de alguna forma, porque seguramente notamos que tiene algo más de carga, y eso te puede ayudar en muchos sitios. Pero tienes que ser competitivo y te tienen que salir los tiempos y si no salen tampoco quiero volverme loco en cambiar la moto para hacerlo funcionar. Lo seguiré intentando".
Las cosas claras en el constructor líder, y más dudas en los que pretenden llegar a su nivel. Muchas aún tanto en Yamaha como en Honda, metidos ahora mismo en otra película, algunas en Aprilia, quizás con Aleix Espargaró como el que más claro lo tiene. Y dos sensaciones diferentes también en KTM, con Jack Miller y Augusto Fernández algo más desdibujados, y con Brad Binder y Pedro Acosta brillando. El murciano incluso cuando los mayores se han empezado a poner serios.
"A la hora de comer me he dicho 'a ver cuántos kilómetros llevo aquí', y eran mil y pico. Voy a pedir hacer el circuito al revés para meterle un poco de chispa… Lo importante es progresar. Hemos bajado medio segundo desde ayer, cuatro décimas respecto al shakedown. Antes he contado cuántos campeones había delante de mí, y he contado siete, y estoy noveno. He mejorado también mi rapidez mental para meterme en el Matrix este de la electrónica, así que tenemos que estar contentos", analizaba Acosta. Y en la zona de las dudas hay que meter también y todavía a Marc Márquez. Como señalábamos al principio, este miércoles pudo rodar, y mucho. Aunque transmite que le queda camino por recorrer.
"Ya dije que la expectación es muy alta, pero yo en todo momento soy realista y vengo de los tres o cuatro años más difíciles de mi carrera deportiva, donde yo tampoco he rendido a mi máximo nivel, y tengo que encontrar otra vez la confianza", reiteraba el 93, en la línea de su discurso post Honda. "Los que hablan de arrasar, que se olviden. Habrá carreras que acabe el 10º, otras el quinto y otras que ojalá más adelante, pero habrá carreras en las que toque sufrir. Poco a poco. Por mucho que cambies la moto y haya aire fresco, necesito mi tiempo y ver si puedo conseguirlo, porque a lo mejor tampoco se consigue. El cambio lo hice en su día para buscar motivaciones y seguir competiendo, no para otra cosa".
En cualquier caso, y con sus limitaciones, Márquez enseñó un interesante ritmo de carrera, y alguna dificultad más para entender cómo hacer la vuelta rápida, porque ahí le sale el instinto, un instinto que sigue siendo demasiado Honda.