El drama de Jessica Vall: no irá a los Juegos de París por dos centésimas y rompe a llorar

El deporte no siempre es bonito, ni justo. Todo se decide en cuestión de segundos, de décimas o a veces, en solo unas pocas centésimas de segundos. La mejor representación de la dureza de la competición son las lágrimas de Jessica Vall en la calle 4 de la piscina de Son Hugo (Mallorca) al finalizar la final de los trials españoles de natación al percatarse que se había quedado a solo dos centésimas de la marca mínima de los 200 metros braza y se quedaba fuera de sus terceros Juegos Olímpicos.

La catalana, una de las nadadoras españolas más laureadas y con experiencia internacional, buscaba en la última oportunidad poder estar en París dentro de solo unos días y completar así el equipo español, siendo la nadadora número 17 de la delegación de piscina. Su tiempo de 2:23.93 no le valdrá para lograr el pasaporte fijado por World Aquatics en una marca de 2:23.91. A pesar de proclamarse campeona de España, Vall no podía creérselo y estaba inconsolable a pesar de que todas sus rivales se acercaron a intentar mitigar el duro trago.

La nadadora, a sus 35 años, se queda a las puertas de poder disputar unos terceros Juegos Olímpicos, después de Río de Janeiro 2016 y Tokio 2021, y tras una temporada en la que siguió estando entre las mejores, a pesar de las lesiones sufridas. Consigue la medalla de oro en estos Campeonatos de España, pero no el premio por el que peleaba, una nueva participación en los Juegos Olímpicos de París.

Se le suma al disgusto Mireia Belmonte, que lo tenía más complicado y que tampoco ha podido conseguir la plaza olímpica en su final de 400 libres. Así, el equipo olímpico español se cierra con 16 nadadores y nadadoras que viajarán a París en busca de nuevos metales para la natación española en unos Juegos Olímpicos.