El irlandés Wiffen borra a Hackett de la tabla de récords mundiales y agita más el fondo para París 2024

La historia del fondo de piscina del último milenio la han escrito Grant Hackett, el australiano que compartió con Ian Thorpe la iconografía de su país cuando florecía el legendario Michael Phelps, y el chino Sun Yang, sancionado con ochos años por romper un frasco que contenía su propia sangre y renunciar a pasar un control antidoping por sorpresa en su domicilio. Ambos, con permiso del italiano Gregorio Paltrinieri y recientemente del estadounidense que se entrena con Katie Ledecky, Bobby Finke (campeón de 800 y 1.500 en Tokio), habían marcado la tendencia con sus récords y victorias. Hasta que ha aparecido el irlandés volador, Daniel Wiffen, quien ha agitado los 800 y 1.500 libre a las puertas de empezar el año olímpico.

Los resultados en piscina corta siempre hay que colocarlos entre paréntesis. Las victorias son de segunda categoría, y más en un Europeo, el que finalizó este domingo en Otopeni (Rumanía). Sin australianos, estadounidenses y chinos, la competitividad es menor. Pero en el caso de Wiffen sus marcas hablan de un serio candidato a los podios en los Juegos Olímpicos después de su plata en el 1.500 libre lograda ya en el Mundial de Budapest de 2022. En Rumanía, ha ganado el oro en los 400, 1.500 y 800, con un récord del mundo que ha destrozado el de Hackett.

El australiano, una máquina del fondo con sus 1,97m, campeón olímpico en Sidney 2000 y Atenas 2004 en los 1.500 libre, estableció la plusmarca en piscina corta en 2008, con un tiempo de 7:23.42. Hasta la aparición de Yang en los Juegos de Londres 2012, Hackett fue intocable, y sus rivales necesitaron sacar lo de mejor de sí mismos para batir marcas de una década posterior. El irlandés, que ha nadado siempre cerca al récord para destrozarlo al final por tres segundos (7:20.46), ha mostrado un estado de forma y un crecimiento sólido.

La vida de Wiffen es ciertamente anómala en la natación. Más allá del plano anecdótico en el que de niño salió como extra en Juego de Tronos, el irlandés, cuyos hermanos también están vinculados con la natación, no despuntó hasta que se clasificó de forma sorprendente para los Juegos Olímpicos de Tokio, a sus 20 años. A partir de ahí, en ese mágico 2021, se ha colado en la elite de un fondo carísimo, que en los pasados Mundiales de Fukuoka deparó la carrera más espectacular del evento, ganado en la última brazada por el tunecino Ahmed Hafnaoui, quien se quedó a cinco décimas del récord mundial de Yang y derrotó por cinco centésimas a Finke.

Y ahora se les añade Wiffen, que llega en crecimiento y en forma. El Juego de Tronos de los 1.500 libre y del 800 ha empezado. Samuel Short, Bobby Finke, Paltrinieri, Wellbrock, Hafnaoui, Romanchuk... y este irlandés que parece sacado un colegio mayor. ¡Qué barbaridad!