WATERPOLO

Jordi Valls, el "científico" a la sombra de Miki Oca que conoce mejor que nadie a las campeonas olímpicas: "No sentí vértigo"

Sin pasado como jugador, el nuevo seleccionador formó a todos los talentos y fue la mano derecha en todos los éxitos de la Selección.

Jordi Valls, junto a Miki Oca y Ángel Andreo en los Juegos Olímpicos de París. /GETTY
Jordi Valls, junto a Miki Oca y Ángel Andreo en los Juegos Olímpicos de París. GETTY
Alberto Martínez

Alberto Martínez

Antes de que llegara la Navidad, el waterpolo español vivió un pequeño seísmo. Miki Oca, seleccionador femenino desde 2010, decidía dar un paso a un lado tras unos días frenéticos -con una oferta detrás- y dejaba huérfano uno de los banquillos más exitosos del deporte español desde los Juegos Olímpicos de 2012. Desde entonces, se ha iniciado un periodo de reflexión en el área de waterpolo hasta encontrar el sustituto. Y finalmente estaba en la casa. Se trata de Jordi Valls (Terrassa, 1977), el segundo del anterior seleccionador y a quien le tocó asumir el cargo rápidamente: la concentración en Tenerife y la primera fase de la World League ganada de forma brillante. "Todos merecemos una oportunidad", define uno de los entrenadores de la familia de waterpolo, consciente de la historia de Valls, picando piedra siempre a la sombra porque su historia no es la clásica.

"Teníamos que analizar la situación y vimos desde el cominzo su extraordinaria predisposición. Teníamos asegurada la continuidad del staff. Empezaron a salir nombres inventados o no, pero mantuvimos la calma. Nos dimos un tiempo de reposo y consolidación, vimos el encaje. Nos preocupó mucho que el paso de Jordi al equipo nacional no provoque una situación negativa... Creíamos que era el momento. Cuando uno se encuentra a una persona muy vinculada abrimos los ojos y con serenidad vimos que Jordi es la personal ideal", comentó Fernando Carpena, presidente de la RFEN.

A diferencia del anterior seleccionador, con un palmarés como jugador estratosférico -campeón y subcampeón olímpico- o de David Martín en el equipo masculino -subcampeón mundial y capitán de la Selección durante años-, a Jordi Valls no se le conoce su etapa de jugador relevante. Ha picado piedra, como él mismo reconoció: "Como jugador no llegué a la elite, dejé de jugar muy temprano, seguramente no se me daba bien. Empecé llevando equipos de categorías inferiores, hice de entrenador en otros deportes. En el CN Terrassa, me encargaron la preparación física, y me gustó. Tenía muy claro desde joven que me quería dedicar al alto nivel. Hace muchos años que estoy en este mundo, me gusta, me siento plenamento recompensado. Mi sueño era vivir una experiencia olímpica, he vivido cuatro....", explicó Valls.

Formado en el CN Terrassa, en el año 2000 se licenció en Ciencias del Deporte y de la Actividad Física y desde 1998 alternaba sus estudios con el entrenamiento de categorías en la entidad de su ciudad. En 2004 se sacó el título de Entrenador Nacional y un año después ya entró en la Federació Catalana de Natació, en el CAR de Sant Cugat, a formar a todas las waterpolistas, lo que compaginaba con ser asistente en el CN Terrassa. "Jordi es un científico, tiene mucho conocimiento y una gran experiencia para gestionar grupos femeninos, lleva toda la vida haciéndolo. Él ha llevado a la elite al waterpolo femenino y es el entrenador español con más medallas de la historia...", explican desde el entorno del waterpolo. Sus éxitos son variopintos y muestran cómo ha moldeado a todas las generaciones: ganó el oro en el Mundial Sub-20 en 2011 con la generación de Anni Espar o Roser Tarragó y después el oro en el mismo Mundial en 2021 en Netanya, con otra generación de jugadoras que ahora están en la Selección femenina.

«Participé de las grandes decisiones, hay fondo de armario»

"No he sentido vértigo. Hay cosas que no dependen de mí, me siento valorado o apreciado. Si me han propuesto dar este paso, me siento que tengo un staff bien preparado, por qué no hacerlo", explicó Valls, muy elocuente en su discurso y que augura que los grandes momentos del waterpolo femenino deben seguirse repitiendo: "Ha existido una sincronía desde la formación hasta el año nivel. He estado todos estos años con Miki Oca, y tuve la gran suerte que me dejó libertad de funcionamiento. Me ha hecho partícipe de las grandes decisiones, hay fondo de armario, hay apuesta por parte de clubes e instituciones".

Vinculado, como comentó, a Miki Oca desde su llegada a la Selección, Valls ha estado siempre acompañando todos los éxitos del equipo femenino junto a Ángel Andreo, entrenador de porteros, quien llegó después y ahora tendrá más funciones. Su trabajo era más laborioso, menos de gestión de grupo y más de análisis táctico, de potenciar el rendimiento de las jugadoras y de entrenar en el CAR de Sant Cugat a todos los jóvenes valores. "Nadie conoce a las campeonas olímpicas como él", explican quienes conocen el waterpolo femenino. "Es un crack, lo sabe todo y no para de trabajar", cuenta una de las emblemáticas jugadoras de la Selección.

La marcha de «golpe» de Miki Oca y la continua toma de decisiones

Valls reconoció que le sorprendió la marcha de Miki Oca como a todos, que fue repentina aunque, al ser su amigo y mantenerse en contacto, ya sabía que se podía dar esa situación: "Fue de golpe, pero todos, incluso nosotros, estábamos esperando hasta el último momento si podía seguir. He tenido que ir tomando decisiones al respecto, con aspectos de la preparación, en el día a día no ha implicado cambios durante esta época. Cuando se me propone de forma inmediata, no he tenido dudas, al final la comunicación con las jugadoras, preparar los periodos, todo eso ya lo estaba haciendo. Me siento arropado", argumentó.

El actual seleccionador reconoce que no ha gastado tiempo en pensar si podía ser seleccionador después de tantos años como mano derecha de Miki Oca: "No perseguía o me sentía frustrado, no depende de mí. Me gusta mi faena, valoro mi día a día. Queremos ganar, ser competitivos. Trabajamos por eso". Y su primera experiencia en la World League, con victoria, le anima a seguir así: "Fue un torneo con situaciones inesperadas, todo fue rápido y reciente. El resultado fue positivo, me encontré con ganas y compromiso. Intentaremos que eso siga así. Hay jugadoras para ser competitivas. Con su compromiso y ganas, hay muchas más opciones".