Laura Ester: "¿En serio me estás diciendo que un Gamper es más importante que ganar un Mundial de waterpolo?"
La portera barcelonesa, leyenda en activo de la Selección de waterpolo, repasa con Relevo la final del Mundial de este viernes ante Países Bajos.

Son más de las 12 y media de la noche de Fukuoka (Japón). Han pasado pocas horas desde que has conseguido con tu selección la clasificación a tu cuarta final de un Mundial y el billete para los cuartos Juegos Olímpicos de la historia del país. Entre la basta cantidad de mensajes que tienes en el móvil, decides pararte en uno de un contacto que no tienes guardado. "Soy… no sé si te ubicas… ¿tienes un rato para una entrevista?". "Sí claro, ¿cuándo tienes un rato?", es la respuesta. Así, en dos simples whatsapp, una leyenda del deporte español acepta gastar un rato de su tiempo antes de una final. Así, con dos mensajes, Laura Ester (Barcelona, 1990), la mejor portera que ha tenido la Selección española, ha accedido a atender a Relevo.
No es su primera vez. Laura ya ha tenido que afrontar muchas entrevistas a lo largo de su exitosa carrera. Siempre (o casi siempre), suelen llegar cuando la Selección de waterpolo femenino alcanza grandes cotas o consigue alguna medalla. Y, por alegría de todos, esto ha sido algo muy habitual en los últimos años. Una época de oro en esta disciplina que seguirá, como mínimo, hasta París 2024. Unos Juegos Olímpicos a los que se han clasificado por cuarta vez consecutiva después de llegar a la final del Mundial de Fukuoka, también la cuarta en la que estarán presentes. Por el momento, son dos platas olímpicas y dos platas y un oro mundialistas. Esto sumado a los Europeos, con tres oros, que también están ahí. Todo desde 2012, todo con Laura Ester como parte (muy) importante de los éxitos.
A horas de la final (11:00 horas de este viernes), la portera barcelonesa con corazón salmantino, nos habla del partido, de los JJ.OO., de su nuevo rol en España y del foco mediático que les apunta de forma intermitente. Entre las diferentes partes de esta enumeración, el deporte es lo primero, la oportunidad de ser por segunda vez campeonas del mundo. "El primer paso lo hemos dado, que era clasificarnos para la final, pero no nos queremos quedar aquí, obviamente. Estamos convencidas y con muchas ganas de que podemos ganar el oro, que podemos ganar a Holanda. Sí que perdimos el primer partido del Mundial, pero mañana va a ser un partido totalmente diferente", explica Laura.
En esa primera jornada, más de dos semanas atrás, las de Miki Oca cayeron por un ajustado 7-6 ante las neerlandesas. Un rival más que conocido al estar la mayoría de la plantilla en la competición española, y aunque "algunas son compañeras", mañana serán "enemigas" ya que "en el agua no hay amigas". El resultado en el debut es algo que no quieren repetir y para el que se sienten preparadas, "creo que estamos en un buen momento para poder hacerles daño", habiendo entrenado específicamente aquellas facetas en las que más sufrieron.
"Hemos estado esas dos semanas trabajando de cara a poder mejorar [...], ver de qué manera les podemos hacer daño, encontrar huecos en su sólida defensa"
"Después del primer partido de este Mundial lo que hemos ido haciendo es intentar mejorar los diferentes aspectos del primer partido, sobre todo a nivel de ataque, ya que a nivel de defensa estuvimos muy bien. Sí que nos encallamos un poco en el ataque, también por su defensa, ya que es muy buena, pero bueno, hemos estado esas dos semanas trabajando de cara a poder mejorar eso y es un poco lo que estamos haciendo, de cómo hemos enfocado el partido de mañana, ver de qué manera les podemos hacer daño, encontrar huecos en su defensa que es muy sólida", completa la guardameta.
En esta final, no estará Estados Unidos. Las norteamericanas cayeron sorpresivamente ante Italia en cuartos, no pudiendo optar a alzar su quinto título mundial consecutivo. Respecto a la ausencia de la selección de waterpolo más laureada, la portera del CN Sabadell comenta: "Si no ha llegado a Estados Unidos también quiere decir que los otros rivales son más fuertes. Si Italia lo eliminó quiere decir algo. Sí que es verdad que con Estados Unidos juega en nuestra contra un poco el factor psicológico, ya que llevamos muchos años enfrentándonos a ellas y no acabamos de dar el paso. La Estados Unidos de este año, o de estos últimos años, no es la de hace cinco, que estaba un nivel muy por encima de nosotras. Ahora mismo creo que es un nivel bastante igualado a todas las selecciones europeas y bueno, es una final de un Mundial y sea contra Estados Unidos o sea contra Países Bajos, las ganas, la ilusión y todo va a estar ahí".
Junto a esas ganas y esa ilusión, también estará la presión que, a pesar de haber ganado tanto, no se disipa: "La presión siempre está ahí. La gente te mete presiones como 'ah no, pero vosotros vais a ganar fácil', 'tenéis medallas aseguradas, ¿no?'. El jugar con eso no es tan fácil, porque sabes que siempre tienes el foco encima, que luego la gente se olvida, que es como ganáis, 'ah, muy bien, felicidades y hasta luego', pero antes empiezan 'el waterpolo femenino, medalla seguro, ¿no?', 'llegar a los juegos fácil'... No es tan fácil. Hay un trabajo detrás de día a día, muchas horas de entreno y que al final, gracias a eso, tienes una recompensa. Estamos en una final de un Mundial, nos hemos clasificado ya para los Juegos a falta de un año y la presión siempre la sientes, pero hay que saber gestionarla y competir con ello".
Una final que vino con el premio añadido del billete para la capital francesa, que da mucha tranquilidad en una añada dura para afrontar lo que viene: "Este año vamos a vivir un poco más tranquilas que en los otros países, la verdad que era muy importante el poder conseguir la plaza lo antes posible para ya ir a las siguientes competiciones, tanto al Europeo como al Mundial, porque en un año tenemos dos Mundiales, Europeos y unos Juegos, que es algo inviable, que nunca se había visto y no entiendo cómo ha podido ocurrir. Pero bueno, es el calendario, es lo que toca y vivimos con ello y podremos ir al Europeo y al siguiente Mundial tranquilas, porque si al final no consigues la clasificación de este Mundial, son dos competiciones en un mes, que es a muerte, para poder conseguir tu objetivo. Llevas cuatro años, en este caso tres esperando ese momento y entonces viviremos un año un poco más tranquilo en ese sentido de la presión de tener que clasificarse. Pero va a ser un año muy complicado, porque va a ser cambiar de club a selección, de selección a club, todos partidos en muy poco tiempo, mucha competición... no quiero pensar de cómo será el año que viene, cómo será la preparación, pero sí que va a ser un año muy duro, pero a la vez bonito".
"Hay un trabajo detrás de día a día, muchas horas de entreno y que al final, gracias a eso, tienes una recompensa"
Unos JJ.OO. de París que solo son de un color para la Selección de Miki Oca: el dorado de la mañana de campeonas. Así lo reconoce Laura, que se muestra con ganas de ganar el único metal que les falta: "Lo que le falta a esta selección es el oro olímpico y es lo que llevamos buscando los últimos años. Desde que conseguimos la plata, que fue como el boom de esa selección, sin creérnoslo ni nosotros prácticamente. Tenemos oro mundial, oro europeo, pero nos falta el oro olímpico y nosotras trabajamos para ello. Día a día entrenamos con nuestra mente puesta en ese objetivo… sí que hay objetivos a corto plazo como ahora el Mundial, el año que viene Europeo y Mundial, pero a largo plazo nuestro objetivo es ir a por el oro, el prepararnos bien, ir a muerte a por él".
La guinda en el magnífico pastel de la Selección española de waterpolo sería ese oro en París 2024. Culminar un periodo de esplendor comenzado en 2012 y que ni la catalana consigue explicar: "Sinceramente no podría decirte el por qué, ni por qué sí, ni por qué no. Sí que es verdad que yo vi un poquito la transición de no ganar nada, de que la gente no apostará por nosotras a en tres años venir todo de golpe. Esa selección de hace diez años era de jugadoras de mucho nivel, de mucha calidad, pero que no acabamos de dar el salto porque no nos lo creíamos. No nos veíamos con posibilidades de competir contra Estados Unidos, Hungría, Rusia… selecciones que creíamos que eran mejores que nosotras".
"Hasta que hubo un momento que dijimos, entrenamos las mismas horas, somos las mismas jugadoras, somos 13 contra 13... por qué no vamos a competir como tal. Sí que es verdad que el hecho de clasificarnos para los Juegos de Londres nos hizo un cambio de chip en la cabeza. Poder clasificarse a unos juegos para que entonces, que solo iban ocho selecciones, era muy complicado, es como, ¡lo hemos conseguido!, vamos a ir a los Juegos y vamos a disfrutarlos; son los primeros Juegos, pero vamos a competir", añade Ester.
"Luego, el llegar a la final y al siguiente año ganar el Mundial y en Europa era como, joder, pues podíamos hacerlo. O sea, podíamos competir contra los mejores y ser una de las mejores, entonces ahí también sí que los otros países te van respetando más. Ya no es lo mismo jugar contra España de que les ganas de 4 o 5 fácil a una España que viene de ser subcampeona olímpica o campeona del Mundo. El factor psicológico es importante, muchas veces nos falla el hecho de que creemos que son muy superiores a nosotras y ese es un problema. Creo que fue un cambio de chip el creernos que podemos competir con las mejores, que podemos estar ahí arriba y el seguir luchando y entrenando para seguir mejorando y poder seguir ganando", añade.
A pesar de los sendos triunfos, el radar mediático pasa por encima muy rápido de estas deportistas y de sus disciplinas. Un hecho que inquieta a nuestra protagonista, que lo ha denunciado en varias ocasiones, haciendo incluso rectificar al presidente del Gobierno, Pedro Sánchez, en una ocasión. Laura llega a la siguiente reflexión: "Llevo tiempo pensando e intentando ver el por qué pasa esto, y una de las preguntas que hago siempre y cuando me preguntan en entrevistas y tal, siempre hago una reflexión, ¿la sociedad es solo fútbol, fútbol, fútbol porque los medios es lo que siempre han informado o por qué realmente no interesa? Si los medios fueran más polideportivos, la sociedad sería más polideportiva, es un poco qué es antes del huevo la gallina. O sea, es la duda que siempre va a estar ahí. En España salen campeones de Europa y del Mundo de debajo de las piedras, tenemos grandes deportistas, tanto individual como por equipos, pero se habla poco de ellos, entonces la gente los conoce poco. No saben muchas veces quiénes son o qué han ganado o qué tal. Es todo fútbol, fútbol, fútbol, un poco de baloncesto, quizás, y poco más. Quizá si ampliásemos y fuésemos un poco más polideportivos en los medios de comunicación, la gente empezaría a educarse polideportivamente también".
Aun cuando se logran hitos como el recién conseguido por la Selección femenina de waterpolo, otros temas como el de Mbappé copan las aperturas y portadas. Laura Ester reconoce que deportivamente no les afecta pero sí que les da "rabia": "Da rabia y mucha. Te sientes infravalorado y sientes que no respetan tu trabajo. Hace 10 años, cuando ganamos el Mundial, que era algo histórico, en Barcelona y en las portadas de los diarios sale que se había jugado el Joan Gamper en el Camp Nou, que es un torneo amistoso, es como, ¿en serio me estás diciendo que esto es más importante que ganemos un Mundial en casa? Vale, pues aquí ya me lo has dicho todo. Como deportista te duele porque dedicas muchas horas de tu vida a esto, obviamente porque te gusta, porque nos apasiona y porque nos llena lo que hacemos y no lo hacemos por salir en portada. Eso está clarísimo, pero cuando consigues algo y ves que la gente pasa de ti... ¿qué más hay que hacer? Si no ganáis no se habla de vosotras. Vale. Ganamos y tampoco se habla, entonces, ¿qué más queréis? ¿qué necesitáis?".
Ni ser la portera más exitosa de la historia de España en waterpolo y, probablemente, del mundo, te libra de que el deporte te busque un nuevo lugar. A Laura, desde hace poco más de un año, le ha llegado este momento. Un nuevo rol que ve de la siguiente manera: "Es un poco la vida del deportista, que llega un momento en que ya cada vez vas viendo el final del camino, por así decirlo, puede ser más o menos duro, pero es así. Tenemos fecha de caducidad. Sí que es verdad que es una transición que no es fácil, pero los deportistas somos egoístas y lo que queremos es jugar, y es as. Es cambiar el chip y saber que ahora en vez de aportar dentro del agua, tengo que aportarlo fuera. Es intentar aportar el máximo tanto a las jugadoras como sobre todo a Martina, que es la portera que está jugando ahora, para poder seguir estando arriba, seguir compitiendo contra los mejores e intentar transmitir toda mi experiencia o todo lo que buenamente pueda a las jugadoras que van subiendo".
Un nueva función en la que las jugadores más jóvenes son las que más necesitan la ayuda: "Con las pequeñas, sobre todo, lo que se le hace es el intentar que vean cómo funciona la selección, los momentos de nervios, de depresión, el cómo poder gestionarlos, el que hay que hacer… no que sientan los nervios y la presión de la competición, pero por ejemplo, los días antes, pues hablar del partido, preguntarles, que piensen en lo importante y lo difícil que es llegar hasta aquí, que no se piensen que esto es llegas y ganas todo. Hemos sufrido mucho para poder llegar hasta aquí. Con la portera, pues ayudar lo que puedo, muchas veces, entre parte y parte, siempre si hay preguntas, le digo lo que he visto, lo que creo, intento calmarla... es intentar aportar lo máximo".
Siendo ya titular o no, Laura Ester es una leyenda, un adjetivo que todavía no asimila al escucharlo: "Te impacta como tal, muchas veces lo hablamos y hasta que no hacemos entrevistas o cosas así, no somos conscientes de todo lo que hemos hecho y siempre digo lo mismo hasta el día que deje el waterpolo, ese día no voy a ser consciente de todo lo que hemos conseguido, de todo lo que hemos estado haciendo y el camino que hemos ido abriendo. Sí que es verdad que nosotras hemos podido conseguir también muchos éxitos por las jugadoras que había anteriormente, que estuvieron luchando mucho para poder ser semiprofesionales. Hace 20 años las jugadoras se pedían fiesta del trabajo para poder preparar un Mundial. A día de hoy tenemos la suerte de que nos dedicamos sólo a esto. Yo he tenido el camino abierto pero lo he seguido abriendo para la gente joven que viene ahora, que lo tenga todo mucho más fácil".
"Hace 20 años las jugadoras se pedían fiesta del trabajo para poder preparar un Mundial, a día de hoy tenemos la suerte de que nos dedicamos sólo a esto"
Una trayectoria que Laura quiere ampliar con París 2024: "Ya llevo años que vivo el día a día. Vivo cada competición como si fuese la última porque no sé qué va a pasar de hoy a mañana. Ya no sólo porque quieras dejarlo o no, sino porque las lesiones respeten, espero que sí, que tu cuerpo aguante. Como he dicho, los jugadores somos así, ahora sí, ahora no, ahora tal... es lo que decía el seleccionador pero mi objetivo a corto plazo es París".