NATACIÓN ARTÍSTICA

Las nadadoras rusas se convierten en la última paria del deporte mundial: "No creo que ayude tener una en el equipo"

Han aumentado los ofrecimientos a países en los últimos años, pero los trámites y la imagen que trasladan ahora lo prohíben.

El equipo ruso de natación artística en los Juegos de Tokio. /GETTY
El equipo ruso de natación artística en los Juegos de Tokio. GETTY
Alberto Martínez

Alberto Martínez

"Hola, soy nadadora júnior de Rusia y me gustaría competir con tu país". Un mensaje de este tipo corre por la natación artística mundial desde hace años, debido a la gran cantidad de talentos y al poco cupo que hay en las selecciones de edades, pero en los últimos tiempos se ha ido enviando con más insistencia. Desde que se iniciara el conflicto armado entre Rusia y Ucrania en febrero de 2022, y que dio luz verde a las sanciones deportivas, una parte de los talentos del país dominador de la sincro en este milenio está intentando salir de su ostracismo y competir fuera de sus fronteras. Pero no es fácil. También hay tensiones y recelos. Y uno de ellos es Ucrania y el ambiente que se ha creado ahora mismo en este deporte.

Hay varios episodios. En 2018, antes de que comenzara la guerra, hubo dos propuestas en España. Dos nadadoras júniors que querían venir a Barcelona a vivir y se ofrecían, debido a su talento y a su preponderante escuela acuática, formar parte de la selección a la espera de lograr la nacionalidad. La oferta se desestimó y después picaron a la puerta de Francia, país que finalmente, y con vistas a los Juegos de París, sí las aceptó. "Y pasa en muchos más países", explican fuentes de la Selección a Relevo. "Siempre ha habido deportistas rusas que se han ofrecido a ser nacionalizadas por otros países para competir a nivel internacional con sus selecciones. Tienen tantas con cualidades, que no todas entran a formar parte de su equipo nacional y llaman a otras puertas. ¿Podría ser que ahora esto esté sucediendo con algo más de frecuencia? No sabría contestarte a ciencia cierta", relata, con algo de prudencia, una miembro de World Aquatics a Relevo.

Pero en Estados Unidos confirman la realidad. Este país, que apoya a Ucrania en el conflicto, ha recibido también llamadas. "En nuestro país es muy difícil conseguir la nacionalidad, porque necesitan hasta cinco años en la mayoría de ocasiones para poder competir. Han llamado muchas, pero es más accesible en Europa", explican desde Estados Unidos. Hay otras cuestiones que se ciñen a la política que aún sigue imperando en la natación artística.

Rusia, que fue perdiendo peso en los últimos años en la sincro, pero que aún tenía jueces y directivos en European y World Aquatics, ha desaparecido de la natación artística, mientras que un país como Ucrania ha ganado peso, no tanto en nombres o cargos, pero si en imagen: cuando la Selección salió de Jarkov, ciudad bombardeada, la acogieron federaciones como la de Hungría o Italia, mientras que cuentan con nadadoras repartidas por el mundo como Anna Voloshyna, su gran diva, seleccionadora de Canadá.

"Ahora mismo no hay juezas rusas en el circuito internacional"

De hecho, en el Comité de Dirección de la natación artística internacional está solo Anna Nepotacheva, rusa pero que reside en Australia desde 2004. "Ahora mismo no hay juezas rusas en el circuito internacional. No hay ninguna que en la actualidad siga viviendo en Rusia y no se hubieran marchado a trabajar a otro país hace tiempo", relatan unas fuentes de World Aquatics a Relevo.

"No creo que ahora mismo ayude tener una nadadora rusa", se sinceran varias seleccionadoras que conocen los entresijos de la sincro. El país, a diferencia de otros deportes, ha sido expulsado de todas las competiciones y sus nadadoras no pueden competir al no existir los torneos de clubes como si en el waterpolo. Recientemente, el pasado 11 de abril, la nueva icono de la sincro rusa, Varvara Subbotina, anunciaba su retirada a los 23 años después de tres Mundiales seguidos de ausencia y sin opciones de ir a París 2024. "Ahora mismo están entrenan para nada. Tuvimos llamadas de rusas y bielorrusas. No llegarían ni a Los Ángeles", cuenta una seleccionadora. Las parias del deporte mundial, especialmente las chicas de natación artística.