Summer McIntosh, la niña prodigio de la natación que ha humanizado a Ledecky

En el mundo del deporte hay figuras que en su mejor momento parecen invencibles. Y muchas veces lo son. Michael Jordan, Usain Bolt o Michael Phelps pertenecían a esa especie. Igual que Katie Ledecky. La nadadora estadounidense parecía no tener rival en la pileta y cada vez que saltaba al agua su victoria ni cotizaba en las casas de apuestas. Hasta ahora.

Una adolescente de apenas 16 años ha osado poner en duda el dominio de la deportista de Washington e incluso ha demostrado que Ledecky sí puede perder. Summer McIntosh, la nueva sensación juvenil de la natación, ha sido la protagonista de la machada en la Copa del Mundo que se celebra en su casa, en Toronto. Lo ha hecho además en los 400 libres, una distancia y una especialidad en la que Ledecky es la actual campeona del mundo.

Pero el brillo de las medallas no fue suficiente para cegar a McIntosh, que no sólo se hizo con la victoria en la prueba. Lo hizo además con un tiempo de 3:52.80, lo que supone la segunda mejor marca de la historia en la distancia y el récord del mundo junior. Un tiempazo certificado con unos últimos 25 metros en apenas 13.91 que le bastó para superar a Ledecky por ocho décimas. La estadounidense no pudo más que abrazar y rendirse a la gesta de su rival.

"Sólo metí la cabeza debajo del agua y esperé lo mejor de la prueba", aseguraba McIntosh tras una carrera que ya es historia de la natación, pero que para ella sólo es el principio de su viaje. "Ha sido muy divertido. De verdad que no esperaba ir tan rápido ni estar tan cerca de Katie". Tan cerca que al final fue ella la que primero tocó el muro, certificando en una instantánea que Es el futuro de este deporte.

La velocidad a la que McIntosh cruza la piscina es la misma a la que va su vida. A los nueve años su madre Jill, exnadadora olímpica, se dio cuenta de que su pequeña tenía futuro y comenzó a entrenar con ella. Y los resultados apenas tardaron en llegar. Campeona de Canadá en categoría junior, Summer se convirtió en la nadadora más joven de su país en unos Juegos Olímpicos tras participar en Tokio 2020 con apenas 14 años. Una edad a la que muchas personas no saben siquiera lo que van a ser y en la que ella se quedó a las puertas de su primer metal tras ser cuarta en los 400 libres.

Fue su primer paso. El segundo llegaría un año más tarde, en julio de 2022. McIntosh formó parte del equipo canadiense en los Mundiales de Budapest y esta vez sí consiguió subir al podio. Lo hizo hasta en cuatro ocasiones con dos oros (la campeona del mundo más joven en décadas tras ganar los 200 libres y los 400 estilos), una plata (400 libres) y un bronce en el relevo 4x200. Cuatro viajes al cajón que ya anticipaban lo que ahora se ha confirmado y es su estatus como nuevo fenómeno de la natación mundial.

Su éxito, además de por su talento, tiene una explicación lógica: el trabajo. Acostumbrada a levantarse antes que el sol para entrenar. "Si me levanto a esa hora es para dar el 110% de mí. No tiene sentido ir a la piscina y estar en ella cuatro horas si voy a dar sólo el 50", confesaba en rueda de prensa antes de comenzar la Copa del Mundo. Esa misma obsesión por el trabajo fue la que en 2020 la llevó a dejar a su familia en Ontario para irse a Florida a entrenar. Las restricciones por COVID eran mucho más estrictas en Canadá y McIntosh no quería permitirse el lujo de parar. Un verbo que no entra en su vocabulario de esta fan de Tik Tok y del show de las Kardashian que ha revolucionado la natación mundial.