Tom Brady sufre una derrota inédita y deja su futuro en el aire: "Solo quiero irme a casa"

A Tom Brady le quedan pocas cosas por demostrar. Lo ha ganado todo en una NFL que se rinde a sus pies allá por donde pasa. Menos por Dallas. Los Cowboys eran la víctima preferida del quarterback de 45 años. De hecho, todos sus partidos frente a la franquicia texana se contaban por victorias. Hasta ahora.

Los Cowboys, liderados por un espectacular Dak Prescott que completó cinco pases de 'touchdown' y con una defensa que cortocircuitó por completo cualquier idea de Brady, lograron sobreponerse a su particular maldición frente al mejor jugador de todos los tiempos. Por fin eran capaces de poner el 1 en la casilla de victorias (31-14) frente a Brady, que les había vencido en los siete enfrentamientos previos. Además, con este triunfo, el 'Equipo de América, ponía fin a una racha de ocho derrotas consecutivas como visitante en 'playoffs'.

El partido sólo tuvo el color azul del uniforme de los Cowboys, que dominó el encuentro tanto en la ofensiva como a la hora de defender su 'end zone'. De hecho, acabaron desquiciando al propio Brady, incapaz de conectar buenos pases y al que incluso se le escapaba el balón de las manos en una imagen poco habitual del ganador de siete 'SuperBowls'.

Con esta derrota ante los Cowboys Brady pone punto y final a su temporada número 23 en la NFL. Un curso en el que los Bucs terminaron como campeones de la NFC South a pesar de firmar un balance de ocho victorias y nueve derrotas en temporada regular. Sin embargo, a pesar de la irregularidad del equipo, el 'quarterback' californiano volvió a demostrar estar hecho de otra pasta y lideró la liga en pases completados (490) e intentos de pase (733).

Números que ponen en valor la temporada de un jugador de 45 años que tras la derrota ante los Cowboys dejó la puerta abierta sobre un futuro incierto como jugador de la NFL. Brady, que la temporada pasada anunció su retirada y 20 días después volvió a firmar por los Bucs, es agente libre y los rumores hablan del interés de Raiders y Dolphins para hacerse con sus servicios.

Brady, que tiene firmado un contrato millonario (375 millones por 10 años) como analista televisivo para el día que cuelgue definitivamente el casco, todavía no ha aclarado si volverá al césped el curso que viene. Algo que se daba por hecho hace apenas una semana. Sin embargo, el propio jugador no ha querido entrar a valorar un futuro que ahora parece más en el aire que nunca.

"Sólo quiero irme a casa y dormir bien, o todo lo bien que pueda en una noche como esta", aseguró cuando en sala de prensa le preguntaron si tenía tomada la decisión sobre su futuro. "Tenía mucho foco puesto en este partido, así que ahora lo que voy a hacer es ir día a día. De verdad". Un día a día en el que se barajan todas las posibilidades. Incluso la de que su salida del campo frente a los Cowboys sea la última vez que veamos a Brady en un terreno de juego.