Los Buffalo Bills, el único equipo de la NFL que perdió cuatro Super Bowls seguidas
La franquicia cumple 30 años sin disputar el partido por el título.

Disputar la Super Bowl no es sencillo. Cada temporada inician la NFL 32 franquicias y tan solo dos de ellas juegan el partido por el título. Además, llegan a los playoffs siete equipos por conferencia, por lo que las opciones de quedarse fuera de la postemporada son mayores que de acceder a la misma. Además, el sistema de draft, más determinante que en cualquier otra competición deportiva estadounidense, hace que la propia liga cambie de aspirantes año tras año. De los 14 equipos que entraron en playoffs hace doce meses, la mitad no repitieron en los actuales. Los que sí estuvieron, pero tampoco van a ganar, son losBuffalo Bills, los más peleados con la Super Bowl.
El equipo del este de Estados Unidos ha disputado seis de los últimos siete playoffs, aunque en ninguno de ellos alcanzó la anhelada final por el Trofeo Vince Lombardi. Cuando más cerca estuvo, en 2020, cayó de manera contundente frente a los Kansas City Chiefs en la final de conferencia (17-26). Esta temporada se cumplen 30 años de su última presencia en la Super Bowl, que puso punto y final a una de las mayores tragedias deportivas que se recuerdan en la liga de fútbol americano.
Lo Bills comenzaron su andadura en 1960 y una década después se unieron a la actual NFL. En los siguientes 20 años, hasta 1989, tan solo ganaron dos encuentros de playoffs, uno ante los Jets en 1981 y otro frente a los Houston Oilers en 1988. A mayores, cayeron en cinco partidos de postemporada, demostrando ser un equipo sin grandes aspiraciones deportivas. Pero todo cambió en 1990.
En los siguientes cuatro años hicieron historia, para bien y para mal. Entre 1990 y 1993 ganaron cuatro veces consecutivas el título de la Conferencia Americana, donde nadie les podía plantar cara. Gracias a ello son, todavía a día de hoy, la única franquicia que ha logrado tal hito. Eso le dio la posibilidad de disputar cuatro Super Bowls consecutivas, una ventana inimaginable en una liga tan igualada como es la NFL. Y ahí la suerte les fue esquiva.
En 1990 cedieron ante los Giants por tan solo un punto de diferencia (20-19). Un año después repetían derrota, esta vez contra los Redskins (37-24) y en 1992 cayeron frente a los Dallas Cowboys por un contundente 52-17, un fracaso que parecía que iba a terminar con su ciclo deportivo. Y no, tuvieron una oportunidad más en 1993, cuando en el partido decisivo se midieron de nuevo a los Cowboys. Volvieron a caer de manera clara (30-13) y se les apagó la luz. Desde entonces, treinta años sin jugar una Super Bowl.
Todo parecía que podía cambiar esta temporada. Tras perder hace doce meses frente a Kansas en un partido histórico, catalogado por muchos analistas como uno de los mejores de la historia, arrancaron el curso como el favorito al título en las casas de apuestas. Y durante la temporada regular mantuvieron ese estatus. Sin embargo, una noche nefasta ante los Bengals les apeó en la ronda divisional, mucho antes de lo esperado. El año que viene volverán a intentarlo, pero los Bills tienen una maldición con la Super Bowl.