Una estrella universitaria muerta, un partidazo aplazado… y la Super Bowl en duda: las consecuencias de la masacre de Nueva Orleans
Tiger Bech, estrella universitaria en Princeton, entre las 15 víctimas mortales de una tragedia que se investiga como un posible atentado.
Los ojos del mundo siguen puestos en Nueva Orleans, donde el primer día de 2025 tuvo lugar una tragedia que ha terminado con al menos 15 muertos. El 1 de enero una furgoneta, conducida por Shamsun Din-Jabbar arrollaba a varias personas y acto seguido bajó del vehículo y se puso a disparar a la muchedumbre hasta que fue abatido por la policía de la capital del estado de Luisiana.
Entre las víctimas mortales de la tragedia ocurrida en la ciudad del Mardi Grass estaba Tiger Bech, una estrella del fútbol universitario que estaba en Nueva Orleans de Vacaciones. Exjugador de la Universidad de Princeton, donde actuó como 'wide receiver' y 'returner' y con la que consiguió 53 pases para 825 yardas y tres touchdowns.
Bech fue una de las víctimas de un ataque llevado a cabo por Shamsud Din Jabbar, que declaró haberse unido al Estado Islámico, aunque las autoridades aún no han confirmado vínculos directos con organizaciones terroristas. Su ataque en pleno centro de una ciudad tan turística como Nueva Orleans ha dejado al menos 15 muertos y una docena de heridos graves y ha tenido también consecuencias en una localidad marcada por la celebración de grandes eventos deportivos.
El primero que se ha visto afectado ha sido la Sugar Bowl, uno de los partidos más importantes del fútbol americano entre dos de los equipos universitarios más seguidos del país como son los Bulldogs de Georgia y los Irish Fighters de la Universidad de Notre Damme que tenía que disputarse en la noche del 1 de enero y que ha sido aplazado 24 horas, mientras la policía investiga la posible presencia de artefactos explosivos en el estadio.
Un recinto, el Caesars Superdome, que en febrero albergará la Super Bowl, uno de los acontecimientos deportivos más seguidos en todo el planeta y que, según la propia NFL, seguirá celebrándose con total normalidad: "La NFL y el comité anfitrión local han estado trabajando en colaboración con agencias locales, estatales y federales durante los últimos dos años y han desarrollado planes de seguridad integrales. Estas sesiones de planificación continuarán como lo hacen con todos los eventos importantes de la NFL y confiamos en que los asistentes tendrán una experiencia segura y agradable en el Super Bowl", escribió la liga a través de un comunicado.
"La NFL y el comité anfitrión local han estado trabajando en colaboración con agencias locales, estatales y federales durante los últimos dos años y han desarrollado planes de seguridad integrales"
El anuncio de la NFL se hizo público tras el atentado que dejó al menos una decena de muertos antes del partido de cuartos de final del fútbol americano universitario, lo que provocó que ese encuentro se aplazara a este jueves. El hecho sucedió la madrugada de este miércoles en Bourbon Street, un popular barrio francés, a 20 cuadras aproximadamente del estadio, donde decenas de personas festejaban el año nuevo y se preparaban para más tarde asistir al partido de 'playoffs' entre los equipos de las universidades de Georgia y de Notre Dame en el tradicional Sugar Bowl, que se disputa desde 1935.
"Estamos profundamente entristecidos por la noticia del devastador incidente en Nueva Orleans. Nuestros pensamientos están con las víctimas, la comunidad de Nueva Orleans y todos los afectados", publico la NFL. El Super Bowl LIX del próximo 9 de febrero será el octavo que se dispute en el Caesars Superdome.