Carolina Navarro se despide del pádel con una reivindicación: "Ojalá se igualen los premios con los chicos"
La malagueña afronta su última temporada como jugadora profesional después de una carrera de 31 años en la élite del pádel.

Si piensas en dos pioneros del pádel, inmediatamente se te vienen dos personas a la cabeza, Fernando Belasteguín como jugador y Carolina Navarro como jugadora. Hablar de la segunda es sinónimo de historia, competición, pasión y lucha por el desarrollo del pádel femenino. Con una carrera de más de tres décadas, la malagueña se despide del circuito profesional en 2025, después de haber sido número uno durante nueve años y campeona del mundo en siete ocasiones.
En una conversación con Relevo aprovechando la presentación de los embajadores de KIA, Carolina, a sus 49 años, hace un repaso de su trayectoria, explica algunas de las causas benéficas que compagina con la competición y habla del momento en el que se encuentra el pádel femenino en la actualidad.
"Todavía no asimilo que este es mi último año, pero sí siento que es el momento adecuado para cerrar esta etapa", asegura Carolina. El 2025 será un año de sensaciones encontradas para ella: "Va a ser un año con muchas emociones. Dejar la competición, que es lo que más me gusta, será difícil. La adrenalina de jugar es irreemplazable. Pero me voy tranquila y feliz. Haber competido a nivel profesional hasta los 49 años es un privilegio". Si tuviera que elegir un momento que recordar, la malagueña lo tiene claro: "El Mundial de 2006. Venía de dos roturas de ligamento cruzado y, a solo siete meses de la segunda lesión, logré recuperarme para ganar. Fue un torneo inolvidable".
Carolina asegura con firmeza que el pádel femenino se encuentra en el mejor momento de su historia: "Creo que ahora mismo el pádel femenino está muy fuerte. Estamos en nuestro mejor momento. Hay partidos increíbles, aunque duren tres horas, da igual. Son partidos supercompetidos, físicos y tácticos", asegura. Sin embargo, destaca que aún hay aspectos a mejorar: "Me gustaría que se igualaran los premios entre chicos y chicas y que las jugadoras que vienen de más abajo tuvieran mejores oportunidades para crecer. A muchas les cuesta viajar a los torneos por cuestiones económicas".
Uno de los temas recurrentes en la industria del pádel es la duración de los partidos femeninos y las posibles modificaciones en las reglas que algunos proponen, como el punto de oro o el super-tiebreak: "Si se hacen cambios, que sean tanto para el masculino como para el femenino. Hay partidos de tres horas también en chicos y nadie se queja. Lo importante es que los encuentros sean atractivos para el espectador".
Un compromiso con el deporte adaptado
Más allá de su carrera en el pádel profesional, Navarro se ha involucrado activamente en el fomento del deporte adaptado. Hace unas semanas, a través de la iniciativa Palas para todos, logró recaudar 8.000 euros para apoyar a jóvenes con discapacidad: "Estoy muy feliz de poder dar voz al deporte adaptado. En nuestra escuela en Málaga tenemos 80 chicos con diferentes discapacidades como síndrome de Down, autismo o parálisis cerebral. Tratamos de brindarles todas las facilidades para que puedan disfrutar del pádel. Buscamos subvenciones para que puedan viajar sin que les cueste nada. Queremos que tengan las mismas oportunidades".
Carolina Navarro se retira, pero seguirá muy unida al deporte que ha sido todo en su vida. Sus éxitos deportivos, su forma de ser y su entrega al deporte adaptado la convierten en una figura inolvidable en el pádel femenino: "Sigo siendo la misma niña que empezó a jugar al tenis en Málaga con siete años. Siempre he tenido los pies en la tierra y eso es lo más importante para mí".