Martín Abud, de Paraguay a Mónaco para cumplir un sueño: es la nueva perla de la factoría de Fabrice Pastor
Con 19 años dejó Paraguay para irse a entrenar a Mónaco y arrancar su carrera profesional en el pádel.
No es fácil dejar tu casa para cumplir un sueño. Martín Abud, con tan solo 19 años, salió de Paraguay, el país donde nació, para mudarse a Montecarlo a intentar convertirse en jugador profesional de pádel. Ahora mismo, es uno de los jóvenes con más proyección del circuito A1 Padel y Fabrice Pastor, dueño de la competición, se ha propuesto intentar sacar todo su talento.
"Siempre fue un sueño para mí poder salir de América y poder entrenar en las mejores instalaciones del mundo en Europa", Martín pronuncia estas palabras mientras se le dibuja una sonrisa en la cara imaginando cómo era su vida hace menos de un año y cómo ha cambiado radicalmente. A este joven jugador paraguayo le ha llegado la oportunidad de su vida y quiere aprovecharla al máximo.
A principios de 2023, una reunión con Fabrice Pastor, dueño del circuito A1 Padel, hizo que su vida diera un vuelco de 360 grados. El empresario monegasco le ofreció una beca para vivir y entrenar en Beausoleil, una pequeña localidad cercana a Mónaco: "No dudé ni un solo momento, dije rápidamente que sí. Fue una sorpresa muy grande, no me lo esperaba. Llamé a mis padres rápidamente para contarles la noticia. Desde que estoy entrenando allí he mejorado muchísimo", comenta el jugador paraguayo.
Chingotto y Tello también se formaron en Mónaco
Martín no es el primer jugador que apadrina Fabrice Pastor, otros como Fede Chingotto y Juan Tello, que ahora se encuentran entre los mejores del mundo, también estuvieron viviendo y formándose en Montecarlo. Además de ejercer de mecenas financiando la formación de jóvenes, el empresario monegasco ha organizado desde hace más de una década la Fabrice Pastor Cup, una competición en la que siembre han brillado los mejores los mejores talentos precoces del mundo del pádel. Allí hemos visto competir a jugadores como Martín di Nenno, Franco Stpaczuck, Agustín Tapia o Lucas Campagnolo.
Desde su llegada al Principado, Abud reconoce que ha ido mejorando de manera notable: "Siento que donde más he crecido es en el aspecto físico. Los entrenamientos están muy enfocados en eso y yo he notado como he ido evolucionando".
Desde marzo, Zeus Martín es el responsable de la formación de Martín cuando llegó a la Riviera Francesa. Este entrenador malagueño nos cuenta en que consiste su rutina: "Se levantan muy temprano. Tienen que coger dos trenes y un autobús par llegar a entrenar al club. El entrenamiento arranca con dos horas de preparación física intensa, luego llega el trabajo en pista y se finaliza con estiramientos y con alguna charla táctica. Comen en el club y los chicos se vuelven a casa a partir de las 6 de la tarde". Esto tienen que combinarlo con la exigencia de las semanas que compiten en el circuito A1 Padel.
«Ojalá pueda llegar a ser número uno del mundo»
Martín tiene en alta estima a Fabrice Pastor, gracias a él está viviendo un sueño: "Le agradezco mucho todo lo que está haciendo por mí. Siento que no busca nada a cambio. Todo lo que hace es por que le encanta el pádel. Poder tener esta oportunidad es algo increíble. Ojala muchos más chicos como yo puedan llegar a cumplir su sueño de estar en un circuito profesional. Estoy super agradecido y voy a tratar de enorgullecerle siempre".
El jugador paraguayo se atreve a desvelar una anécdota que tiene con el empresario monegasco, quien recordamos que fue jugador profesional: "El revés era mi punto flojo. Fabrice tira muy bien el revés liftado de forma cruzada. Me está enseñando y sigo sus consejos para mejorar. Aunque cuando fallo, me hace hacer flexiones y abdominales", comenta mientras sonríe.
Al ser preguntado por su sueño o su meta, Martín lo tiene muy claro: "A corto plazo, conseguir una plaza para el Master final y, a largo plazo, ojalá pueda llegar a ser número uno del mundo".