Cronología de cómo Juan Lebrón se convirtió en el Vinicius del pádel: Cuando la actitud empaña al talento

Alejandro Galán decidió separarse de Juan Lebrón tras los altercados ocurridos en Catar en el partido de octavos de final contra Garrido y Yanguas donde cayeron eliminados, tal y como avanzó en exclusiva en Relevo. Este episodio, sumado a otros que ha protagonizado anteriormente Juan, han provocado que Galán busque después de cuatro años, y siendo el actual número uno del mundo junto al lobo, una alternativa en el circuito con el argentino Federico Chingotto.

Las discrepancias entre ambos vienen de antes. Ya estuvieron cerca de romper su unión la temporada pasada, aunque los buenos resultados parecían haber calmado las aguas. Pero ni mucho menos. Solo faltaba un temporal más para romper una relación muy tensa que expuesta a la derrota era un barco a la deriva. La victoria era un bálsamo muy costoso, pero que hasta ahora había mantenido unida a una pareja para la historia.

Lebrón es probablemente uno de los jugadores más talentosos del circuito Premier Padel, pero también es uno de los que más charcos pisa. Es habitual verlo envuelto en polémicas de todo tipo con sus rivales, con el juez de silla o hasta con el que ha sido su compañero los últimos cuatro años. El jugador del puerto de Santamaría siempre está en el ojo del huracán, algo muy parecido a lo que le ocurre a Vinicius, el jugador brasileño del Real Madrid.

Con las diferencias aparentemente olvidadas, y con un comienzo de año envidiable habiendo ganado el único torneo disputado en la temporada, el P1 de Riyadh, el Major de Catar llegaba para confirmar su regreso y para escenificar un reencuentro con lo único que les ha sosegado estos cuatro años, la victoria. Pero nada más lejos de la realidad. Los octavos de final contra Yanguas y Javi Garrido desenmascararon la realidad. Juan Lebrón volvió a protagonizar una agria polémica tras la petición al árbitro de Yanguas de que se revisase el saque del jugador del Puerto de Santa María. Juan no solo acudió a la recriminación personal hacia su rival, también hacia el juez de silla, al que no trató de la forma correcta, y sobre todo, hacia Juani Mieres, entrenador de Yanguas y Garrido que saltó por las faltas de respeto de Lebrón para con sus pupilos. A punto estuvieron de llegar a las manos en medio del encuentro.

Pero este sólo fue el detonante, la gota de agua que hizo rebosar el vaso. En el Master de la temporada pasada en Madrid, Juan Lebrón le dedicó estas cuestionables palabras al juez de silla tras protestar una decisión suya: "Sácate el título de árbitro otra vez". Tanto Galán, como su rival Silingo, mediaron para que no siguiera protestando en ese sentido.

Lamentablemente, no es el único episodio que ha protagonizado contra un árbitro. En Chile en 2021, después de haberle pitado una falta de saque, Juan Lebrón estalla contra el juez de silla reprochándole la decisión que acababa de tomar: "La concha de todo, hostia".

Mike Yanguas es un sospechoso habitual en sus disputadas. Sus rencillas vienen desde hace tiempo como se ha podido comprobar. En 2023 en París, por ejemplo, ya se expusieron delante de todos cuando el lobo reprochaba al malagueño que tardara tanto tiempo en sacar.

En el Open de Miami de 2022, y con Javi Garrido también en pista, Lebrón no fue esquivo a algún comentario que le hicieron desde la grada supuestamente amigos de su rival. Acabó no solo pidiendo que les echaran para seguir jugando, sino mandándoles callar e incluso acudiendo al insulto para enfrentarse a ellos.

Con el público ha tenido varias. Por ejemplo, en el Open de Menorca de 2023 tuvo un incidente con una persona de la grada porque este recriminó que un punto había sido mala, no buena como el lobo señalaba. El del Puerto de Santamaría pidió que el juez de silla le expulsara de su localidad. En el Open de Malmoe también tuvo un problema con un fan que estaba animando a Arroyo, uno de sus rivales.

En Premier Padel Madrid 2022 también le ocurrió algo parecido. Tras un tenso partido contra Tello y Chingotto, donde el general del público se declinó a favor de la pareja argentina por un punto muy discutido por ambas parejas, los españoles llegaron a la rueda de prensa y fueron preguntados por ello: "Se ha formado un alboroto tremendo en la grada. La gente no puede entrar con bebidas y puede pasar algo muy grave...", comentaba el jugador andaluz insinuando que en el público había gente ebria.

El año pasado mismamente, y como pudimos desvelar en Relevo, Juan Lebrón aprovechó una victoria ante Tapia y Coello para exponer delante de las cámaras un desencuentro que se había producido entre ellos meses antes en la pretemporada: "Yo no os he saludado por lo que pasó a principio de año". Y no se juzga el fondo del mensaje, sino la forma, no es ni el momento ni el lugar.

Pero si algo no le sienta bien a Lebrón cuando los partidos se comienzan a torcer, es que los focos se centren en él. Durante estos cuatro años hemos vivido momentos muy tensos en los banquillos del Juan con Ale Galán y con Mariano Amat, su antiguo entrenador.

Es evidente que Juan Lebrón es el mejor o uno de los mejores jugadores del mundo, incluso de la historia si hablamos de varios, y eso que sólo tiene 29 años, pero su actitud lastra un talento absolutamente generacional. Quizás no tanto directamente en la pista como podamos pensar, a los hechos me remito, lo ha ganado todo en los últimos cuatro años, pero sí a la hora de poder compartir vestuario con jugadores de su nivel. Alejandro Galán toma una decisión porque ya ni la victoria apaciguaba un clima tenso propenso a explotar por sucesos como los que hemos recopilado aquí. Alejandro Galán toma la decisión porque está cansado de competir en el alambre, de vivir en una situación de trinchera que agota hasta al mejor de los soldados.