Sanyo, sobre los continuos cambios de pareja en el pádel: "Mi cabeza se ha preparado"

"El pádel es un deporte individual que se juega en equipo", esta es la realidad del deporte que ama Sanyo Gutiérrez. El Mago de San Luis analiza todo el revuelo de cambios de parejas que vive actualmente el deporte del 20x10, sobre todo esta temporada.

Este 2023 será recordado como el año en que los jugadores del circuito profesional más veces han cambiado de compañero desde que existe la competición. Desde que arrancó la pretemporada se produjo una absoluta revolución, una fiebre por los cambios que fue derivando en un continuo efecto dominó de parejas que se rompían para buscar proyectos mejores.

Históricamente el pádel no era así. Como es normal, había cambios de parejas, pero no se sucedían constantemente durante todo el año: "Antes era horrible que te dejara tu compañero o que te llamara para decirte que tenía pensado jugar con otro. Sin embargo, hoy es todo muy natural, creo que mi cabeza se ha preparado para que esto pueda pasar", dijo en una entrevista para Adeslas, uno de sus patrocinadores. 

Sanyo no asume igual las rupturas de sus parejas profesionales ahora con un bagaje importante, que hace unos años cuando tenía menos experiencia: "Si esto me hubiese pasado cuando tenía 26 años, habría sido una motivación extra para sacar mi mejor versión. En vez de achicarme y poner excusas como le podría pasar a otro, yo creo que con mi forma de ser no hubiese afectado tanto y me hubiera ayudado a sacar una versión mejor"

La edad siempre es un hándicap, los jugadores a veces priorizan jugar con jóvenes para intentar formar proyectos a largo plazo: "Voy cumpliendo años y pese a que me mantenga, no es lo mismo hacer un proyecto con una persona de 39 años, que con una de 23. Tengo totalmente asumido que si voy a jugar con un joven, en cualquier momento me dejará para buscar un proyecto más larga."

Acaba de iniciar un proyecto junto a Jerónimo González que le ilusiona mucho: "Que Momo pensara en mí es un piropo. Es un jugador con un gran presente, pero con todavía mejor futuro. Primero le dije que no, pero diez días después rectifiqué. Su contestación fue ejemplar y sirvió para darme cuenta que estaba tomando una decisión acertada"