El plan de Carlos Sainz en este arranque de Dakar: 'cholismo', ritmo alto y concentración máxima
El piloto español se ha colocado líder tras la segunda etapa del rally, pero avisa sobre todo lo que queda por delante.

Al Duwadimi.- Llega a un vivac en el que aún faltan muchas asistencias por instalarse, donde la planicie de Al Duwadimi -que podría parecer un descampado de cualquiera periferia española- se antoja infinita. Va al ralentí hasta detenerse sobre una gran esterilla de plástico, bajo un techo blanco con los logos de Audi. Sus mecánicos, sus ingenieros y el resto de miembros del equipo le aplauden antes siquiera de que abra las puertas de gaviota del RS Q e-tron. Carlos Sainz es el nuevo líder del Rally Dakar y sonríe sin enseñar los dientes tras quitarse el casco.
El madrileño de 61 años ha logrado salvar la papeleta de salir segundo a la complicada especial de este domingo, con mucha navegación y exigencia en cada kilómetro, para hacerse con un liderato completamente inesperado. Más aún si cabe después de que la arriesgada estrategia para la Prólogo del viernes le saliese rana y Lucas Cruz y él tuviesen que adelantar a nada menos que 24 rivales en pista durante la primera etapa.
Este domingo, en cambio, solo han tenido que deshacerse de Guillaume De Mevius, el sorprendente ganador de ayer al volante de un Toyota Hilux T1+. Pero eso ha implicado que durante más de la mitad de la jornada han tenido que abrir pista, solo con las trazadas de la moto, con la tensión y las dudas que eso despierta.

"Ha sido una etapa de más o menos lo esperado. Quizás, no me esperaba que fuera tan difícil de navegación, muy complicada. Hemos sufrido bastante para ir encontrando los muchísimos cruces, muchísimos cambios de rumbo. Pero lo importante es que vamos liderando. Si me lo hubieran preguntado antes de empezar la carrera ir después de dos etapas delante, lo hubiéramos firmado. Con lo cual, pues positivo. Ha sido un buen día para Audi, liderando la carrera y la victoria Stéphane. No nos podemos quejar", comentó el bicampeón del mundo de rallies en el vivac de Al Duwadimi ante un grupo reducido de medios, entre los que estaba Relevo.
"Ha sido más difícil de navegación. Menos piedras, pero mucho cambio de dirección y más complicada la navegación. De momento el coche está respondiendo bien y hay que tratar de seguir pasando día a día".
La filosofía para las próximas jornadas, que pueden ser decisivas, según avisó el director del rally, David Castera, antes de la carrera, tendrá mucho de cholismo y de paciencia. El madrileño y su copiloto catalán saldrán a la tercera especial (primera parte de la semi-maratón; 438 km) en octava posición, un buen lugar de salida a priori para una jornada en la que solo tendrán dos horas de asistencia mecánica antes de aparcar en un vivac lejos de sus mecánicos y equipos.
"Como dice El Cholo, partido a partido, día a día. Tenemos que ver cómo es la etapa de mañana, intentar acabar sin problemas. Sólo va a haber dos horas para trabajar con el coche y a ver si saliendo de atrás podemos hacer una buena etapa y recuperar algo de tiempo", avisa.
"Creo que aquí hay muy poco que guardar. Si empezamos a guardar ya... obviamente, tratar de llegar sin problemas es prioritario cada día. Pero me guardaré lo que me he guardado ayer y hoy".
El mismo día que ha conseguido ponerse líder del Dakar con 1:51 de ventaja sobre Yazeed Al Rajhi y 4:17 sobre Sébastien Loeb -que, a la chita callando, ya está ahí-, su compañero en Audi Stéphane Peterhansel ha logrado igualar las 50 victorias de etapa de toda una leyenda en el mundo de los rallies: el finlandés Ari Vatanen.
"Solo un fuera de serie como él lo puede conseguir. Es una garantía, es tan, tan sólido, conoce tan bien esta carrera, que siempre hay que contar con él", comentó Sainz sobre su compañero francés, 14 veces ganador del Dakar.
El estrés de ir abriendo pista para Lucas Cruz
A veces se obvia el trabajo de un copiloto a la derecha de un súper clase como Sainz, pero Lucas Cruz ha vuelto a demostrar hoy que es uno de los mejores en el desierto. El piloto catalán ha mantenido el tipo, pese a la dificultad de la jornada, aunque reconoce que no ha sido sencillo para él.
"Al final hoy era pensar que nos iban a recuperar mucho tiempo, que es lo normal en una etapa como esta con pistas tan poco marcadas saliendo tan atrás. Pero si antes de empezar nos hubieras dicho que estamos donde estamos, hubiéramos firmado. Pero aún quedan por pasar cosas, porque a nadie le ha pasado nada todavía", reflexionó.

"No sé si te decirte estrés, pero sí que es complicado hacer una navegación limpia porque muchas veces no se ve trazada ninguna, ni las pistas. Las motos han ido por otros sitios... y no te la puedes jugar. Si sales de atrás, vas más confiado porque tienes muchas más marcas de los coches. El derrapar deja mucho margen en el suelo y eso te ayuda".
Respecto a la estrategia a seguir de cara a la etapa 3, el copiloto español reconoce que no debería haber grandes problemas, ya que en dos horas los mecánicos pueden hacer 'maravillas'.
"Queda mucha carrera por delante y no es fácil estos días con todas las piedras el aguantar y no tener problemas. Van a pasar muchas cosas. De momento todos los de cabeza están delante y hay que seguir trabajando. Con asistencia siempre tienes una ayuda. El tema es que en la etapa de 48h tengas el problema, que ahí solo tienes la ayuda, dependiendo del orden de salida, de tu compañero de equipo. Pero mañana, con dos horas, creo que se puede hacer un trabajo grande en caso de necesitarse", concluyó.
Por delante, 11 días de competición y uno de descanso. Más de 3.500 km contra el reloj que definirán al ganador de la 46ª edición del rally más duro del mundo. Y Sainz solo piensa en que ese hito caiga en sus manos. Etapa a etapa.