MUNDIAL DE RUGBY

El ojo morado del Javier Bardem jugador de rugby: "El Mendruguito era un cachondo, pero a veces se liaba a puñetazos"

El actor español jugó en su juventud al rugby. Compañeros y rivales recuerdan en Relevo aquella época. "Era un tío duro en la melé".

Javier Bardem, en una foto con sus compañeros del Liceo Francés. /Cedida
Javier Bardem, en una foto con sus compañeros del Liceo Francés. Cedida
Nacho Encabo

Nacho Encabo

"En el campo era un tío muy competitivo", recuerda Manu. "Fuera del campo era un tío muy cachondo y nos llevábamos muy bien a pesar de alguna vez nos dábamos", dice El Oso. "Ese físico duro y esa nariz le ha otorgado una fisionomía de tipo recio que seguro le ha ayudado a conseguir algún papel", cuenta Nipón. "Yo le recuerdo como un pilier bastante duro", añade El Cabrero.

Manu, El Oso, Nipón y El Cabrero son los motes de Manuel Gonzalo, Óscar Encinas, Pepe Carrascosa y Luis Iglesias, cuatro hombres que compartieron barro, melés y cervezas con el Javier Bardem que bregaba en los campos de Madrid jugando al rugby. Ahora recuerdan con nostalgia y sonrisas en Relevo aquellos tiempos, la década de los 80, cuando Hollywood, las alfombras rojas y los Oscar eran una utopía. Era cuando a Javier Bardem le conocían como El Mendruguito porque a su hermano mayor, el también actor Carlos, le apodaban El Mendrugo. Y los hermanos pequeños tienen siempre esa herencia.

En los últimos días se ha hecho viral un vídeo de Bardem durante la semifinal del Mundial entre Nueva Zelanda y Argentina recordando su etapa en el rugby. "Es mi pasión. Siempre digo que jugar al rugby en España es como ser torero en Japón. Por aquel entonces no tenía mucho sentido. Ahora, gracias a dios, hay mucho apoyo para el rugby", señalaba Bardem, de 54 años, en inglés durante la retransmisión. "Es mi deporte favorito por la ética, por la unión del equipo, por el respeto a los otros jugadores, a los árbitros. A mi hermano y a mí nos llamaban los Mendrugos, que es como la parte dura del pan que no puedes morder".

Javier Bardem empezó a jugar al rugby a los nueve años en el equipo El Carmen y cuando éste desapareció se incorporó a la escuela del Liceo Francés, uno de los clubes que más cantera tiene el rugby madrileño. Fuerte y corpulento, los entrenadores le colocaron en la primera línea, la de los delanteros. Javier Bardem jugó de pilier en las categorías cadete y juvenil. Llegó a ser subcampeón de España con el Liceo y campeón de España con la selección de Madrid. Además, vistió la camiseta española en la categoría Sub-16.

Sin embargo, acabó dejando el rugby para centrarse en su carrera de actor. Tomy García, uno de sus primeros entrenadores, recordó hace ya muchos años en Mundo Deportivo un episodio que resume bien aquellos tiempos. Javier Bardem acabó un partido con el ojo morado y al día siguiente tenía grabación. "Cuando llegó a la televisión en la que trabajaba, le llamaron la atención. Tuvo que apartarse de la práctica del rugby, pero nunca dejó a sus amigos de aquella época". Los protagonistas de aquella época lo corroboran. Lo del ojo morado y lo de los amigos.

Javier Bardem, durante una concentración con la selección española sub-16.  FERUGBY
Javier Bardem, durante una concentración con la selección española sub-16. FERUGBY

Un pilier «duro»

"Era un pilier duro, un jugador luchador y muy competitivo. Tenía más movilidad que un pilier normal", dice Manuel Gonzalo, que en aquella época jugaba de ala en Arquitectura, uno de los grandes rivales del Liceo. Manu se enfrentó a él y luego compartió vestuario en la selección madrileña.

En la misma situación estaba Óscar Encinas, también de Arquitectura. Un año mayor que Javier Bardem. El Oso fue uno de rivales a los que más sufrió el actor. Porque Encinas jugaba de 1 y Bardem de 3. ¿Tener enfrente en la melé a alguien un año mayor -en esas categorías- y que le apodan El Oso? Desde luego no parece buena idea. "Yo era un tío potente y además era el capitán de la selección madrileña y de la española. Tuvimos nuestros más y nuestros menos en el campo", recuerda.

"Un día se le fue la mano a un compañero, acabamos a hostias y ahí la relación quedó un poco más fría"

Óscar Encinas Rival y compañero de Bardem en los 80

"Pero el rugby de antes no es el de ahora. Antes entrábamos en la melé a cabezazos. Ahora es 'agárrense, tóquense, bésense y una vez se han besado, métanse en la melé'. Antes no era así... Uno te dejaba el oro morado, a otro le 'arreglabas' la nariz. Yo tengo un muy buen recuerdo de Javier", añade El Oso. "Yo me llevaba muy bien con él, pero un día en la temporada 86-87 se le fue la mano a un compañero, acabamos a hostias y ahí la relación se quedó un poco más fría".

Era un rugby que poco o nada tiene que ver con el de ahora. Sin cámaras, cualquier melé era una oportunidad para dejarle un recadito en la cara al que tenías enfrente. Pero esas cosas casi siempre se quedaban en el campo y esos encontronazos se recuerdan ahora más con melancolía que con rabia. "El Mendruguito un cachondo, pero a veces se liaba puñetazos. Pero como muchos. En aquella época llevábamos además botas con tacos largos y a nosotros en el Liceo nos decían: 'Todo lo que no es azul, es verde'. Y allá que íbamos", comenta Pepe Carrascosa, compañero suyo en las filas del Liceo. Traducido: si pisabas a todos los que no iban de azul, no había problema.

"Tampoco es que fuera una violencia extrema, pero había muchos encontronazos y nosotros teníamos siempre con Arquitectura. Le hacíamos un placaje retardado a Ramón Blanco, que era su estrella, y entonces se liaba", recuerda entre risas Carrascosa.

Luis Iglesias, tercera línea de Arquitectura, también se las vio con Bardem en aquella época. "El Liceo Francés y Arquitectura éramos los dos mejores equipos del momento y había una rivalidad muy importante. Como un Real Madrid-Atleti podríamos decir", indica El Cabrero. "En esa época el contacto físico era muy normal. Era una forma de jugar al rugby muy diferente, había más permisividad. Eras más agresivo pero luego las relaciones eran muy buenas. Al final éramos amigos de los del Liceo. Yo tengo muy buenos recuerdos de aquella época".

Javier Bardem, el segundo de pie por la derecha, en una foto con el Liceo Francés.  Cedida
Javier Bardem, el segundo de pie por la derecha, en una foto con el Liceo Francés. Cedida

Bardem, un «cachondo» fuera del campo

Todos coinciden también en que Javier Bardem cambiaba cuando empezaba el Tercer Tiempo. "En el campo y en el vestuario era más introvertido, no tenía ese alma de líder, pero era simpático y hablaba con todo el mundo. Después hemos coincidido alguna vez tomando cervezas, incluso siendo él ya muy famoso, y siempre se acuerda de la gente de Arquitectura", relata Manu.

"Era un tío muy simpático", coincide El Oso. "La liamos muy buenas en las selecciones. Me acuerdo de jugar contra él en Orcasitas e irnos de cachondeo luego los dos equipos de vuelta en el metro". En el recuerdo, alguna que otra noche con alguna copa de más, tanto en la época de juveniles como después. La Sala Sol, el Aurora, el Carbones... "Imagínate, chavales de 16 y 17 años concentrados... las que liábamos".

Pepe Carrascosa, su compañero en el Liceo, es el que más risas compartió con Bardem. "Animaba el cotarro con sus imitaciones, se ponía a cantar y a bailar en los terceros tiempos. Años después hemos vuelto a quedar y el tío ha estado encantador, aunque con los problemas que le da la fama. Por mucho que vaya con gorra, todo el mundo le reconoce. Pero él se siente seguro en un ambiente como el del rugby, porque sabe que no le vamos a hacer fotos ni nada".