Una adicción peligrosa, cortes en los brazos y la frase que salvó a Nick Kyrgios de la autodestrucción: "¿Qué tienes ahí?"
Andy Murray descubrió los cortes en los brazos del tenista australiano y se convirtió en su ángel de la guarda.
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Nick Kyrgios sólo ha disputado un partido en todo 2023. Sin embargo, sigue siendo uno de los grandes protagonistas del circuito de la ATP. Sobre todo cuando habla y se sincera sobre todo lo que ha pasado durante su carrera. Un camino entre las luces provocadas por sus triunfos, las sombras de sus polémicas en la pista y los demonios que le acompañaban en forma de depresión y diferentes problemas con el alcohol.
El tenista australiano volvió a abrirse de par en par en una entrevista con el polémico Piers Morgan, el mismo que entrevistó a Luis Rubiales tras su beso no permitido a Jenni Hermoso, y arrojó luz sobre uno de los episodios más oscuros de su trayectoria, el que sucedió en 2019 cuando sufrió una depresión que le llevó incluso a autolesionarse.
Kyrgios, de 28 años y que ahora mismo no tiene ranking y tendrá que jugar los torneos por invitación, mostró su lado más humano cuando recordó que "fueron un año y medio o dos años de mucho daño. Fue muy oscuro, me odiaba a mí mismo. Odiaba despertarme y ser Nick Kyrgios", recuerda el jugador oceánico.
"He took me under his wing... I thank him a lot."
— Piers Morgan Uncensored (@PiersUncensored) December 1, 2023
Nick Kyrgios tells Piers Morgan how Andy Murray helped him with mental health and self harm struggles.
Watch the full interview on tonight's Uncensored at 8pm (UK). @NickKyrgios | @andy_murray | @piersmorgan | #PMU pic.twitter.com/VYpAdQBVKL
Fueron tiempos difíciles en los que el tenista australiano llegó a pensar en suicidarse, como ha declarado en alguna otra ocasión, y en los que llegó a autolesionarse, haciéndose cortes en los brazos. "Fue una época bastante oscura. Gané torneos bebiendo cada noche y autoinflingiéndome daño, quemando cosas en mis brazos, haciéndome cortes por diversión. Hacerme daño se convirtió en una adicción".
"Fueron un año y medio o dos años de mucho daño. Fue muy oscuro, me odiaba a mí mismo. Odiaba despertarme y ser Nick Kyrgios"
En ese momento, en lo más bajo de su carrera, una frase cambió por completo la perspectiva vital de Kyrgios. Sucedió tras una sesión de entrenamiento con Andy Murray. El escocés no pudo evitar los cortes que Kyrgios lucía en los brazos y le preguntó "¿Qué tienes ahí, en el brazo?". Una pregunta que en un primer momento no tuvo efecto, pero que siguió resonando en la cabeza del australiano durante mucho tiempo.
"Gané torneos bebiendo cada noche, quemando cosas en mis brazos y haciéndome cortes por diversión. Hacerme daño se convirtió en una adicción"
"Andy obviamente estaba tratando de darme consejos al respecto. Pero en ese momento estaba tan atrapado en mis costumbres que no escuché. Obviamente estoy muy agradecido. Se lo agradezco mucho", apuntaba el de Canberra al recordar la frase de Murray, al que considera su ángel de la guarda.
"Siempre ha sido un gran apoyo para mí. Tan pronto como llegué al circuito, vio cómo podría progresar y me tomó bajo su protección. Luego se dio cuenta de que no podía ser entrenado o de que seguiría mi propio camino, pero siempre me ha estado cuidando".
Un ejemplo para los demás
La figura de Murray ha sido fundamental para salvar al tenista australiano, que ahora quiere seguir sus pasos y ser ejemplo para ayudar a otros que se vean en su misma situación:
"Siento que, después de abrirme y contar todo esto, he sido capaz de ayudar a mucha gente. Siento que he sido un faro para mucha gente que lo está pasando mal. Cuando se sienten sobrepasados, apuntando hacia las drogas o el alcohol, se abren y sienten que me puedo identificar con ellos", concluye Kyrgios, el enfant terrible del tenis que encontró la salvación en sus propios demonios.