La docuserie de Alcaraz en Netflix eleva la figura de su agente: "Le quiero tanto, que prefiero fracasar a que mañana me diga que no ha sido feliz"
Albert Molina, mánager del murciano, juega un papel fundamental en el nuevo estreno de Netflix. Lleva con él desde los 12 años.

Es abril de 2024 y Carlos Alcaraz llega tarde a la presentación del Mutua Madrid Open. En la Plaza Mayor le están esperando todas las autoridades —esos actos más políticos que deportivos—, pero el murciano no aparece. En un coche con las lunas tintadas que atraviesa la capital tan rápido como puede, Carlitos, sentado en uno de los asientos traseros, agacha la cabeza. A su lado está Albert Molina, su agente. Y tiene cara de muy pocos amigos.
La escena, de 'A mí manera', la docuserie que ha estrenado Netflix esta semana sobre el murciano, es un reflejo del rol que juega Albert Molina en la carrera de Carlitos. Es su agente, sí, pero es mucho más: es su sombra, el hombre que se encarga de cada detalle, el que le guía, el que le anima y el que le echa la bronca cuando se equivoca. Y ese día, Alcaraz se había equivocado. "Había quedado con unos amigos para comer y entre unas cosas y otras se me alargó más de la cuenta. Habíamos quedado a las cuatro para la presentación del Mutua y llegué al hotel a las 4 y media y me tenía que cambiar", admite Carlitos en uno de los tres capítulos que dura la serie.
"Yo ese día me enfado mucho con Carlos", añade, por su parte, Albert Molina. "Pero no me enfado por un tema de puntualidad. Para mí era una falta de respeto hacia las otras personas. Y eso es lo que yo no puedo tolerar con Carlos. Da igual que seas el número uno del mundo, nadie tiene que esperarte a ti".
Albert Molina es uno de los personajes centrales del nuevo estreno de Netflix. Lógicamente, el gran protagonista es Alcaraz, pero su agente ocupa un lugar trascendental en todo el relato. Al fin y al cabo, es, dejando a su familia a un lado, el hombre que mejor le conoce. Se convirtió en su mánager cuando Carlitos apenas tenía 12 años, fue quien le presentó a Juan Carlos Ferrero y es el único miembro del equipo que viaja con él a todos los torneos. Ferrero y Samu López se van turnando torneos en el banquillo (antes lo hacía Antonio Martínez-Cascales); los fisios Juanjo Moreno y Fran Rubio y los preparadores físicos Alberto Lledó y Alex Sánchez también descansan alguna semana; y Juanjo López, el médico, viaja solo a los grandes torneos. Albert Molina, en cambio, está en todas partes.
"Como a Carlos lo quieras encasillar... Si le pones a trabajar porque toca, lo perdemos. Pierde la alegría y las ganas y a lo mejor dentro de tres años deja de jugar al tenis", reflexiona Albert Molina durante el documental, donde aparece como la voz de la conciencia que ayuda a Alcaraz a madurar, a tomar las decisiones correctas. "Al final, estamos hablando de un chaval con una responsabilidad que él no ha pedido. Lo que decimos es por su bien (...) Él quiere hacer cosas de un chaval de 21 años. Y es normal que quiera eso. Pero nosotros tenemos que decirle que él, por mucho que quiera, no es un chaval normal de 21 años".

“Lo importante es que Carlos sea feliz”
Aunque mucho le viene de casa, en la sangre, parte del trato exquisito que tiene Alcaraz con la gente, con los torneos, es por el empeño de Molina. Un ejemplo es el Conde de Godó 2024: Alcaraz no jugó el torneo por una lesión en el antebrazo, pero viajó a la Ciudad Condal. "Cuando te lesionas y no puedes jugar un torneo, lo último que quieres es aparecer. Y aunque para Carlos era muy duro ir a Barcelona, había que ir y ser agradecido. El torneo invierte muchos recursos en promoción, en marketing... que Carlos no viniera, perjudicaba mucho al torneo".
"Yo le quiero tanto, que prefiero fracasar profesionalmente a que el día de mañana me diga 'No he sido feliz. He conseguido esto, Albert, pero no he sido feliz'. Eso me jodería mucho"
Mánager de AlcarazAgente de otros tenistas como David Ferrer, Nicolás Almagro o Pablo Carreño, entre otros, Albert Molina lleva viajando dos décadas por el circuito. Es decir, las ha visto de todos los colores y ha visto de cerca todo lo que han hecho Roger Federer, Rafael Nadal y Novak Djokovic entre bambalinas. Todos esos detalles que les ayudaron a convertirse en los tres mejores tenistas de la historia. "Lo que ha conseguido Carlos hasta ahora le posiciona entre los mejores del momento. Pero cuando miras a largo plazo, los grandes han estado durante 15 años consiguiendo éxitos (...) El sacrificio es muy alto. Rafa ha vivido por y para el tenis. El camino está marcado".
Alcaraz, sin embargo, quiere desmarcarse de ese camino. Él quiere llegar a lo más alto saliéndose del carril, sin renunciar a disfrutar de la familia, de los amigos y del ocio. "Yo soy el primero que quiere que Carlos sea feliz y se lo pase bien, pero se han de escoger bien los momentos cuando toca", dice al respecto Albert Molina.
"Al final la vida la vives una vez y la tienes que disfrutar y tener claro cuáles son los objetivos. Lo importante es que Carlos acabe siendo una persona realizada. Que diga 'He disfrutado del proceso y del camino'. Yo le quiero tanto, que prefiero fracasar profesionalmente a que el día de mañana me diga 'No he sido feliz. He conseguido esto, Albert, pero no he sido feliz'. Eso me jodería mucho".