Carlos Alcaraz, un regreso de campeón

"Volver no es fácil", advertía hace unos días Carlos Alcaraz en Buenos Aires. Cauto y prudente, el español regresaba en el Argentina Open después de casi cuatro meses sin competir y con dos músculos recién cicatrizados. Volver de dos lesiones no es fácil, no, así lo dice la historia del tenis. Salvo que seas uno de los elegidos.

Alcaraz, qué duda cabe, está en ese grupo de tenistas. El número dos del ranking ha firmado un regreso de campeón, derrotando este domingo a Cameron Norrie por 6-3 y 7-5 en la final del Argentina Open tras una semana en la que ha ido claramente de menos a más. Se dejó un set en su debut y desde entonces ha domado a todos sus rivales. Norrie, zurdo, número 12 del ranking y rival incómodo siempre, fue su gran test de la semana. Pero Carlitos lo resolvió en hora y media. Pim, pam, pum.

Alcaraz llevaba sin competir desde el 4 de noviembre de 2022, cuando sufrió una rotura abdominal en el Masters 1000 de Paris-Bercy que le obligó a poner fin a la temporada. Y cuando ya estaba a punto de volar a Melbourne, se lesionó el muslo derecho en uno de sus últimos entrenamientos antes del Open de Australia. En total, fueron 103 días apartado de las pistas, un mundo. En el tenis, la confianza y el ritmo lo son todo.

Y algo de eso perdió Alcaraz después de conquistar el US Open y convertirse en el número uno más joven de la historia en septiembre de 2022. Sufrió varias derrotas inesperadas y le costó mantener el excelso nivel que le había llevado a la cumbre.

Alcaraz es el undécimo tenista español que estampa su nombre en el palmarés del torneo argentino. El primero que lo ganó fue Javier Sánchez-Vicario (1988) y después le siguieron Juan Gisbert (1992), Carlos Costa (1993), Álex Corretja (1994), Carlos Moyà (1995, 2003, 2006), Tommy Robredo (2009), Juan Carlos Ferrero (2010), Nicolás Almagro (2011), David Ferrer (2012, 2013, 2014) y Rafael Nadal (2015). Pero ninguno, ni de los españoles ni de los otros campeones, levantó el título siendo tan joven como Alcaraz.

Sin tiempo para festejar, el murciano se subirá mañana mismo a un avión que le dejará en Río de Janeiro, donde intentará defender el título conquistado hace un año. Su debut en la ciudad carioca será el martes ante el local Mateus Alves.