Alcaraz se aferra a Ferrero y su psicóloga para salir del bache: "Tenía problemas a diario"

Carlos Alcaraz es el actual campeón de Wimbledon, el número dos del ranking mundial y unos de los tenistas más queridos y respetados de la actualidad. Sin embargo, en los últimos meses ha atravesado unos momentos complicados que está consiguiendo dejar atrás gracias a su entrenador, Juan Carlos Ferrero, y a su psicóloga, Isabel Balaguer.

El doble campeón de Grand Slam lleva sin levantar un título desde Wimbledon y en el último tramo de la temporada anterior sufrió un bajón de rendimiento del que todavía no ha logrado sobreponerse: este año ha alcanzado los cuartos del Open de Australia, las semifinales de Buenos Aires y después se torció el tobillo en su debut en Río de Janeiro. Las cosas no están saliendo como él espera -está 17º en la Race- y eso acaba mermando la confianza y provocando más nervios de los normales.

"Han sido unos meses difíciles para mí porque la confianza ha bajado un poco. No por la derrota en Australia, sino por la gira sudamericana. Después de Buenos Aires, donde no jugué un buen tenis, la confianza bajó un poco. Tenía problemas con los entrenamientos a diario, intentando recuperar la confianza", se sinceró Alcaraz el domingo en Indian Wells tras derrotar en tercera ronda a uno de sus al canadiense Felix Auger-Aliassime, uno de sus mayores verdugos.

Salvo en Australia, donde sumó cuatro triunfos seguidos, el murciano no ha tenido apenas continuidad en el circuito. No es que sea un tenista que precise de muchos partidos y mucho ritmo para mostrar su mejor nivel -como sí le pasaba a Nadal en el inicio de su carrera-, pero cuando las cosas se tuercen y las lesiones aparecen, la confianza se resiente.

"No hablo de ganar o perder, sino de cómo me siento en cada partido, cómo golpeo la pelota, cómo me muevo...", abundaba en Indian Wells analizando su situación. "Cuando perdí en los cuartos de Australia me fui de allí con buenas sensaciones, sintiéndome bien. Pero después no me he tenido todo lo bien que quiero. Es un tema de sensaciones, no de ganar o perder. Me ha resultado difícil ser yo mismo estos últimos meses o torneos. He intentado disfrutar cada partido, cada punto, pero ha sido difícil para mí lidiar con eso".

Preguntado por la receta para salir de un bache así, Alcaraz fue claro: equipo, entrenar y trabajo psicológico. "Intento dar mi 100% en cada entrenamiento, estar centrado en cada bola, hablar con Juan Carlos, con mi equipo, y también con mi psicóloga. He hablado varias veces con ella y me ha ayudado mucho. Me dio varios consejos para los entrenamientos, para los partidos... Para mí es muy importante sentirme bien en los partidos", respondía Alcaraz, que desde 2019 trabaja con la psicóloga Isabel Balaguer, catedrática y directora de la Unidad de Investigación de Psicología del Deporte de la Universidad de Valencia.

Acabada la gira sudamericana, Alcaraz viajó a Estados Unidos para recuperarse de la lesión en el tobillo que sufrió en Río de Janeiro, disputó una exhibición con Nadal en Las Vegas televisada por Netflix y visitó el Cañón del Colorado antes de instalarse en Indian Wells, donde defiende título y pone en juego el número dos del ranking.

Su debut en el desierto californiano llegó con susto, pero tras ese primer set perdido ante Matteo Arnaldi el murciano ha mostrado un nivel excelso y parece ir dejando atrás la mala racha de confianza.. "La primera ronda aquí tuve problemas en el primer set, no jugué mi tenis, pero encontré el camino para empezar a jugar bien. Y hoy ha sido un gran partido desde el inicio hasta el final. Esto ayuda mucho a mi confianza y a mi tenis", dijo el domingo tras arrasar a Auger-Alissime. Su próximo rival, el martes, será el húngaro Fabian Marozsan.