ATP FINALS

Alcaraz cae en la misma trampa que Nadal: "Ha vuelto a pasar lo del año pasado"

El murciano cierra en Turín el mejor curso de carrera, pero otra vez ha estado apagado en el último tramo del curso. El cansancio mental y físico, claves.

Carlos Alcaraz se despide del público del Pala Alpitour de Turín tras caer en las semifinales de las ATP Finals con Djokovic. /Reuters
Carlos Alcaraz se despide del público del Pala Alpitour de Turín tras caer en las semifinales de las ATP Finals con Djokovic. Reuters
Nacho Encabo

Nacho Encabo

Turín.- El palmarés de las ATP Finals arroja un dato curioso que explica a las mil maravillas lo difícil que es ganar lo que se conocía antes como la la Copa de Maestros: sólo dos españoles han conquistado el torneo y ninguno de ellos se llama Rafael Nadal. Fueron Manolo Orantes (1976) y Álex Corretja (1998) los que alzaron un título más que esquivo para el tenis español.

Resumen del partido entre Alcaraz y Djokovic en ATP Finals.ATP

Carlos Alcaraz, el último aspirante, acabó admitiendo en la noche del sábado tras perder con Novak Djokovic en semifinales que tiene que mejorar, y mucho, si algún día quiere tener opciones de sumarse a la lista. ¿Por qué hemos ganado tan poco? Hay dos factores clave que explican esta mala relación entre los españoles y la Copa de maestros: las condiciones y el calendario.

Las ATP Finals se juegan siempre sobre pista dura y techada, justamente las condiciones que peor le vienen al tenista español clásico, el que ha crecido en canchas de tierra batida a orillas del Mar Mediterráneo. "Novak en indoor lleva mucha experiencia. Yo he jugado muy poco, no estoy acostumbrado", se lamentaba Alcaraz después de su derrota con Djokovic. Pero aunque Nadal y Alcaraz tienen su hábitat natural en la tierra, son dos tenistas descomunales en el resto de superficies, dos todoterrenos. Por lo tanto, la superficie no puede ser la única razón.

La diferencia de Alcaraz y Nadal con Djokovic

Vamos con el calendario. Las ATP Finals es el torneo que cierra el curso tenístico, el que reúne a los ocho mejores tenistas de la temporada. Lógicamente, tiene que ser la última cita del año, lo que implica que muchos tenistas lleguen con las energías justas y con la lengua fuera. Este año, sin ir más lejos, Stefanos Tsitsipas se retiró en su segundo partido por unas molestias que arrastraba desde hacía semanas en la espalda.

Analizando los datos de Nadal y Alcaraz, hay una similitud en su rendimiento a lo largo del año. Mientras que sus porcentaje de victorias se mantiene estable hasta el US Open, después hay un bajón claro. Nadal, por ejemplo, tiene un 85% de victorias entre enero y abril y un 84% entre mayo y agosto, mientras que de septiembre a diciembre el porcentaje cae al 73%. Con Alcaraz ocurre algo similar: gana un 82% de los partidos que juega en el primer cuatrimestre, un 80% en el segundo y cae hasta un 65% en el tercero. Djokovic, en cambio, está en la misma línea todo el año.

ALCARAZ PIERDE UN TERCIO DE SUS PARTIDOS TRAS EL US OPEN

"El pero de la temporada es que a partir del US Open hemos bajado un poco el nivel y en ese aspecto hay que mejorar el estar más concentrado en lo que es ser profesional todo el tiempo", decía en Turín el entrenador de Alcaraz, Juan Carlos Ferrero.

Antonio Martínez-Cascales, consejero de Alcaraz y que ejerce de primer entrenador en ausencia de Ferrero, fue un poco más allá en su análisis de la situación. "La temporada ha sido muy buena, pero ha vuelto a pasar lo del año pasado, que ha vuelto a llegar al final cansado más mentalmente que otra cosa. Yo no le doy excesiva importancia, porque es joven y todavía no está del todo asentado en el circuito a nivel mental para aguantar los diez meses que dura la temporada", respondía Cascales a Relevo antes de abandonar la ciudad italiana.

"No es nada raro, todos los jóvenes lo han hecho y es algo que con el tiempo irá mejorando"

"Y también porque aunque no está jugando muchos torneos, hay alguno que se puede quitar para cogerse algún descanso y llegar mejor a final de año", decía. La temporada que viene, por ejemplo, Alcaraz todavía tiene contrato con el torneo de Río de Janeiro, lo que le obligará a jugar en tierra batida después del Open de Australia y antes de la gira americana de Indian Wells y Miami. Eso, creen en su equipo, no es el escenario ideal.

"Porque ya que vas a Río, te planteas jugar antes un 250 para coger ritmo. Y al final estás casi tres semanas fuera de casa que luego te van pesando a nivel de cansancio mental. No es nada raro, todos los jóvenes lo han hecho y es algo que con el tiempo irá mejorando", añadía Cascales con naturalidad

Nadal: sólo cuatro títulos en octubre y noviembre

Los 12 títulos y las cuatro finales que ha alcanzado Alcaraz en su corta carrera han sido todos hasta el US Open. El año pasado, por ejemplo, las semifinales de Basilea fueron su mejor resultado en la recta final del curso, cuando se lesionó del abdomen en París y dijo adiós a las ATP Finals y a la temporada. Este año, aunque físicamente ha aguantado, los resultados no han sido mejores.

De nuevo, el ejemplo de Nadal aparece en el horizonte. El campeón de 22 Grand Slam ha llegado siempre muy cansado al final de temporada. Esos esfuerzos físicos y mentales en la gira de tierra batida, en Wimbledon y en el US Open los pagaba después.

El balear se clasificó 17 veces a lo largo de su carrera a las ATP Finals, pero se perdió siete ediciones por diferentes lesiones. En otra ocasión se retiró tras el primer partido y en otras tres quedó apeado en la fase de grupos. Los últimos meses del año son históricamente los menos prolíficos para Nadal. Después del US Open ha llegado siempre la gira asiática (pista dura) y después los torneos de la gira europea (dura cubierta). El español solo ha ganado cuatro de sus 92 títulos entre octubre y noviembre. Y solo uno en pista dura y cubierta: fue en el Masters 1000 de Madrid de 2005, cuando el evento se disputaba todavía en la Casa de Campo.

Estos datos vienen a corroborar la enorme dificultad que tiene mantener un ritmo estable durante todo el año. A no ser que seas un 'alien' como Djokovic. Alcaraz tiene 20 años y toda una carrera por delante para evolucionar, para crecer física y emocionalmente y poder aguantar una temporada entera sin bajar la guardia. De momento, lleva dos años atrapado en el mismo enredo que Nadal.