Carlos Alcaraz se rinde ante la ley de Novak Djokovic
El serbio se impone por 6-3 y 6-2 en las semifinales de las ATP Finals y este domingo buscará el título ante Sinner. Alcaraz pone fin a su temporada.

Turín.-La bestia ha despertado. Mal asunto. Tras un inicio de partido mustio y con el gesto torcido, Novak Djokovic aprovecha el único resquicio que le deja Carlos Alcaraz y le rompe el saque para colocarse 5-3 y servicio. Son las semifinales de las ATP Finals, torneo grande, y Nole maneja esos tiempos como nadie. Más sabe el perro Djokovic por perro que por Djokovic, que dirían. "¡Idemooo!", se desgañita su hijo Stefan a pie de pista. Carlitos se ha metido en un lío.
Escapar de la telaraña de Djokovic es difícil pero no imposible. Que se lo digan a Alcaraz, campeón en Wimbledon tras levantar un 6-1 en la final ante el mismo rival que tiene enfrente en el Pala Alpitour de Turín. Pero, claro, esas cosas pasan muy de vez en cuando. Y un rato después del despertar de la bestia, Alcaraz inclina la rodilla por 6-3 y 6-2 y la bestia celebra. El número uno de la ATP buscará este domingo su séptima Copa de Maestros y enfrente tendrá a Jannik Sinner, el ídolo local, que un rato se había impuesto al ruso Daniil Medvedev por 6-3, 6-7 (4-7) y 6-1.
Alcaraz, en cambio, guardará la raqueta en la maleta y estará unos días sin tocarla. Unas vacaciones más que necesarias tras un año que ha terminado al límite, agotado mentalmente. Con esta derrota pone fin a su temporada, un año fantástico con seis títulos, entre ellos Wimbledon, Indian Wells y Madrid, 65 victorias y la confirmación de que su 2022 no fue un espejismo.
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— Tennis TV (@TennisTV) November 18, 2023
Djokovic sólo hay uno
Djokovic, mientras tanto, sigue a lo suyo. En un tenis donde los protagonistas son cada vez más imberbes (Sinner y Alcaraz son 14 y 16 años menores que él, respectivamente), el serbio disputará este domingo su novena final en la Copa de Maestros. Da igual que el jueves estuviera al borde de la eliminación -le rescató Sinner, precisamente- y da igual que este sábado entrara en la pista central cabizbajo, como desconectado. Sin chispa.
Decía Juan Carlos Ferrero antes del partido que quería ver al Carlitos de siempre, al valiente y decidido. Que no podía cometer muchos errores. Que hoy no se podían fallar dos pelotas seguidas. Que sólo así se puede ganar a los mejores en escenarios como éste. Y Alcaraz salió con la lección más que aprendida. Empezó el partido abalanzándose sobre la red, atacando, buscando el winner, haciendo cosquillas a Djokovic.
Pero en el tenis y ante jugadores como Djokovic hay que aprovechar las oportunidades. Porque son muy pocas. Porque nunca sabes si volverás a tener una. Y Carlitos tuvo dos pelotas de quiebre en el primer juego y un 0-30 en el quinto que no supo rentabilizar. Salvar esas dos situaciones dio alas a Djokovic, que poco después se colocó 15-40 al resto y ahí sí que él no falló.
En el segundo set se repitió la historia: Djokovic rompió en el inicio, aprovechando su oportunidad, y Alcaraz dejó escapar después un 15-40 para igualar el parcial. Fue el mejor juego del partido, con Nole y Carlitos a un nivel superlativo, metiendo bolas imposibles y con intercambios eternos. Pero fue Nole el que dominó esos momentos de máxima tensión y acabó jugando a placer en la pista. Le endosó un 6-3 y 6-2 (algo engañoso, eso sí) al rival que más y mejor le ha competido en este 2023. Es la ley de Djokovic.