ATP FINALS

Explicando la paradoja del tenis moderno: por qué cada vez juegan menos partidos si están mejor preparados

Pese a que el calendario no deja de aumentar, los grandes tenistas han ido reduciendo año a año el número de partidos. La intensidad, el dinero y las lesiones, entre las causas.

Explicando la paradoja del tenis moderno: por qué cada vez juegan menos partidos si están mejor preparados
Nacho Encabo
David Acosta

Nacho Encabo y David Acosta

Ace a la T. Ace abierto. Resto fuera. Saque abierto, resto dentro y volea ganadora. Ace. Ace. El vídeo de Youtube de los highlights de la final de Wimbledon 1994 entre Pete Sampras y Goran Ivanisevic tiene que ser un aburrimiento para aquellos que sólo han conocido el tenis actual. El intercambio más largo de aquel partido fue de seis golpes. Acabó ganando el estadounidense por 7-6 (7-2), 7-6 (7-5) y 6-0.

Siete años después, Ivanisevic regresó a la final del All England Club y esta vez sí se hizo con el título. Tumbó a Patrick Rafter por 6-3, 3-6, 6-3, 2-6 y 9-7, pero como eran dos sacadores puros el encuentro acabó a las tres horas y dos minutos. Algo así ahora mismo es imposible de ver en una gran final de tenis masculino: no hablamos del marcador, ni de que se vaya a cinco sets, sino de que dure tan poco un encuentro que se decide en el set decisivo y sin tie break.

Para lamento de los amantes del saque y volea, hace tiempo que el tenis dejó de pertenecer a los bombarderos. Ahora el que domina es un tenista homogéneo, un 4x4, un atleta. Eso hace que los puntos y los partidos sean cada vez más largos y también es una de las causas de la gran paradoja que vive ahora el tenis: pese a estar más y mejor preparados que nunca, los tenistas juegan cada vez menos encuentros.

Lo que dicen los datos

Desde fuera, puede dar la sensación contraria. El calendario tenístico no deja de añadir citas y de ampliar las que ya tiene y la mayoría de los jugadores se quejan de lo mucho que juegan, pero lo cierto es que los datos dicen que los tenistas del top ten de los últimos años juegan casi diez partidos menos que los que estaban en su posición hace dos décadas.

CUÁNTO JUEGAN LOS MEJORES TENISTAS DEL CIRCUITO

Como se puede observar en el gráfico, la tendencia tanto en el circuito masculino y femenino es similar: la media de partidos se mantuvo más o menos estable hasta que en hace una década empezó a descender. El punto más bajo fue en 2021 -el año posterior a la pandemia-, pero en 2022 apenas se movió. Es cierto que en este 2023 se observa un repunte, al que hay que añadir los partidos que disputen los ocho mejores en las ATP Finals que arrancan este domingo en Turín. Sin embargo, la línea general es descendente y hay una tendencia clara. ¿Qué ha ocurrido para que en 2002 los mejores jugadores disputaran una media de 77 partidos y en 2021 se registrara el dato más bajo con 67?

"Todos los partidos ahora mismo son muy intensos. Desde la primera ronda de cualquier torneo hay una demanda física, psíquica y emocional tan fuerte que tienes que saber seleccionar muy bien para que no te coja un quemazón en mitad de la temporada", analiza Álex Corretja, campeón en 1998 del Masters, como se conocía entonces a las ATP Finals.

"Al final tienes que mantener el estado de forma durante muchísimos meses y lo que ocurre es que la inmensa mayoría tiene buenísimas rachas y luego periodos de bajón. Quizá la única excepción sea Djokovic, porque ya tiene una edad, se conoce bien a él y al circuito y porque es buenísimo", añade el extenista español en una conversación telefónica.

Los partidos son cada vez más largos

Esa "intensidad" de la que habla Corretja se observa en un estudio que hizo The Athletic hace unos meses, según el cuallos partidos de Grand Slam ahora duran un 25% más que en 1999. En el último Roland Garros, la duración media de los encuentros masculinos alcanzó las dos horas y 56 minutos, el récord de todos los tiempos empatado con el US Open de 2022. Y eso que para evitar partidos eternos como el que jugaron Isner y Mahut en Wimbledon 2010 (el partido más largo de la historia con 11 horas y cinco minutos, que acabó 70-68 en el quinto), todos los Grand Slam incluyeron desde hace unos años el tie break en el quinto set como medida de desempate.

Que los partidos sean más largos es una causa directa del gráfico que veíamos anteriormente por una razón muy simple: ahora un tenista gasta muchísima más energía cuando sale a la pista y eso provoca que necesite después descansos más prolongados. "Yo creo que es algo común a todos los deportes: los jugadores son cada vez más rápidos y llegan a más pelotas", analizaba en Queen's Andy Murray.

El dinero y las lesiones

Otra de las causas que está detrás de este descenso de partidos es el dinero. Sí, ahora un tenista vive mucho mejor que hace dos décadas. Pongamos un ejemplo muy gráfico: Roger Federer se embolsó en 2004 un total de 6,3 millones de dólares en un año en el que alzó 11 títulos, entre ellos el Open de Australia, Wimbledon, US Open, las ATP Finals y tres Masters 1000. Esa cifra ya la han superado este año tres jugadores, Djokovic (11,5), Alcaraz (9,6) y Medvedev (8,1) antes de las Finals de Turín, donde está en juego el mayor premio de la historia del tenis, 4,8 millones para un campeón invicto.

Esto quiere decir que un tenista ahora mismo no necesita jugar tantos partidos para llenarse los bolsillos. Y eso no es algo propio de los top: en aquel 2004 el argentino Gastón Gaudio acabó el año como número 10 de la ATP y se llevó 1,5 millones de dólares. El décimo actualmente, Taylor Fritz, cerrará el año acercándose a los 4 millones.

Las lesiones y los problemas físicos son otro factor a tener en cuenta. El hecho de que el tenis sea un deporte cada vez más físico está provocando muchos dolores en los cuerpos de los tenistas. Aunque entrenan más y mejor que nunca, los continuos cambios de pelota y la lentitud de las pistas para hacer el juego más vistoso están provocando muchas lesiones. Jugar y entrenar al límite tiene que tener consecuencias.

Y el que no está lesionado lo paga con un bajón de forma: todos los tenistas que están en Turín, exceptuando a Djokovic, han tenido percances físicos y momentos bajos de forma durante la temporada. Alguno llega a las ATP Finals con la lengua fuera después de todo el año compitiendo todos los meses y con partidos maratonianos incluidos.

"Es normal que lleguen con mucha fatiga. Los partidos que juegan son a toda máquina y a ese nivel no puedes aguantar mucho. Cada día en el circuito es una batalla muy grande", explica Corretja. "Pero cuando llegas a un torneo como las Finals también cuenta mucho la confianza. Y estar entre los ocho mejores te da una sobredosis de confianza que hace que pueda ocurrir cualquier cosa".

Turín echará el telón a la temporada de tenis con otros 15 partidos, todos al mejor de tres sets pero que se esperan muy apretados y muy largos. Atentos al reloj.